Capítulo 2

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Naruto abrió sus ojos lentamente, estaba en una tienda de campaña, se sentó con cuidado en su bolso de dormir observando que era de noche, la aldea aún seguía en construcción después del ataque de Pain -Qué irónico que el salvador, ahora héroe de esta aldea, sea de los últimos en obtener un hogar digno, ¿no lo crees? -el Uzumaki apretó el ceño -¿no lo vas a negar? -el rubio bajó su mirada analizando, era verdad, ya todos sus amigos tenían su hogar en pie nuevamente, su sensei y la abuela también, él seguía junto a una mínima parte de los aldeanos en… apretó sus puños al razonar, seguían en casas de campaña, levantó su mirada gris entendiendo a qué se refería el zorro, esa mínima parte eran los miembros del barrio rojo, el nivel más bajo en la aldea, del nivel que siempre había sido parte.

Se levantó recogiendo sus pocas cosas, el bolso de dormir y un cambio de ropa que tenía en su pergamino de almacenamiento que su Ero-sennin le había dado, ahora no tenía nada, el maldito Nagato había destruído lo poco que tenía, salió de la tienda de campaña observando la luna, aún era oscuro, colocó sus manos en las bolsas de su pantalón caminando entre las casas de campaña -deberías exigir lo que por derecho te pertenece, no estarías mendigando dinero a diario, es lamentable ver a mi jinchuriki en esas condiciones -Naruto paró de golpe -¿por qué me ayudas? -el zorro se burló -¿ayudarte?, no lo creo, es incómodo ver que mi nave sea un perdedor, simplemente trato de hacer más amena mi estancia en tu cuerpo -

El Uzumaki suspiró con fastidio, por un momento creyó que lo ayudaba, aún así el zorro tenía razón, levantó su mirada observando que la nueva torre Hokage tenía las luces de la oficina encendidas, giró su mirada al horizonte, el sol comenzaba a salir, avanzó lentamente hacia al lugar observando cómo la gente salía de sus hogares para labores de reconstrucción, él mismo antes de ser refundido en la prisión de sangre había usado miles de clones para ayudar a todos en la reconstrucción de la aldea, pero desde que regresó el día de ayer, no había ayudado en nada, ni tenía la intención de hacerlo nuevamente, ya había hecho mucho más que su parte.

Subió los escalones de la torre con tranquilidad, vio a anbus y shinobis subir y bajar, trataban de hacer contacto visual con él y saludarlo, al igual que los aldeanos hipócritas, simplemente veía hacia el suelo sin intención alguna de volver a la misma mierda llena de hipocresía. Al llegar a la oficina escuchó algunas voces -Kakashi, piénsalo, Konoha necesita un Hokage, tú reúnes lo requisitos y la experiencia necesaria, ya envié la solicitud al Daimyo, después de esta guerra me retiraré, no estoy dispuesta a quedarme más tiempo, después de Jiraiya no veo más motivo de mi presencia en este lugar -un suspiró audible se escuchó de Kakashi -lo pensaré Hokage-sama -Naruto apretó el ceño bastante -¿acaso no era el puesto con el que has soñado toda tu maldita vida? -el zorro se burló -una vez más pasando sobre ti, sin considerarte siquiera, debe ser humillante estar en tu lugar, tu propio sensei te da la espalda -el rubio abrió sus ojos con dolor y coraje -¿la rubia Senju no era que te apreciaba?, al parecer no lo suficiente para seguir en la aldea por ti, el sabio sapo ya no está, ya no hay motivo que la detenga -el Uzumaki bajó su mirada respirando hondo con dolor calmándose, tratando de aparentar un poco su estado, tocó lentamente la puerta -pase-

El rubio abrió la puerta observando a ambos mayores, lo veían con tranquilidad, no había culpa en su mirada, apretó sus puños con discreción -me preguntaba, ¿mi departamento estará listo pronto? -Tsunade apretó el ceño -Naruto, aún hay mucha gente sin hogar, debes esperar tu turno como el resto -el rubio guardó silencio un momento, mordió su mejilla con coraje tragándose todos sus sentimientos de molestia, en ese momento se moría de hambre, no tenía un peso en la bolsa -entiendo -no hubo quejas, gritos, inconformidad, esa manera de actuar del rubio no era normal, lo vieron con duda -también vine porque estaba pensando, papá fue el cuarto Hokage y mamá pertenecía a un clan importante, ¿será que hayan dejado algo para mí? -abrieron bastante sus ojos al escuchar al rubio pedir su herencia, nunca había mencionado nada del tema.

Naruto los vio en silencio, apretó el ceño ligeramente al no ver respuesta. Kakashi carraspeó saliendo de la sorpresa -¿Sucede algo Naruto? ¿estás teniendo algún problema? -el rubio apretó el ceño con molestia -no, de hecho no, sólo quiero saber ¿si mis padres me amaban o me dejaron a mi suerte como siempre he vivido? -Kakashi apretó el ceño -no digas tonterías Naruto, sensei y su esposa te amaban -Tsunade suspiró con fastidio -es así Naruto, Kushina y Minato te amaban demasiado -Naruto se calmó, sonrió quedito al escuchar sus palabras -con respecto a tu herencia, tenemos un problema, después del ataque de kyubi hace dieciocho años, el consejo decidió que como era responsabilidad de Kushina el zorro y este salió de control, su herencia sería usada para levantar la aldea e indemnizar a los clanes por la gente que murió, lo lamento, fue una estupidez, pero sensei lo autorizó -

Naruto abrió sus gemas demasiado, lamió sus labios con ansiedad sin saber qué demonios decir, quería explotar y que la maldita aldea cayera ahí mismo, afiló su mirada, habló entre dientes evidentemente cabreado -¿y la herencia de papá? -Kakashi suspiró -es el departamento donde vivías y la casa de tus padres, pero esta última desapareció en el ataque del zorro, también dejó dinero, Hiruzen-sama creó con él un fideicomiso con el que se cubrieron tus gastos hasta hace algunos años que hiciste gennin, lo lamento Naruto -el Uzumaki bajó su mirada apretando sus puños con coraje, el dinero que creyó su jiji le daba era una maldita mentira, era su herencia y se la había acabado al parecer, así como su departamento y su casa, sus dientes rechinaron de tanto que los apretaba, trató de calmarse, levantó su mirada con calma aunque no se veía bien, sonrió con sarcasmo y molestia -entiendo, no tengo nada -Kakashi y Tsunade guardaron silencio -bueno, se te otorgará un nuevo departamento, no estás solo Naruto, estamos contigo -el rubio la vio recordando que después de la guerra se iría -supongo -el Uzumaki se dio la vuelta saliendo del lugar. Ambos adultos se sintieron mal por el chico, nunca habían mencionado el tema para evitar esta situación. El Uzumaki por su lado temblaba de coraje mientras caminaba, sintió un líquido escurrir de sus manos, bajó la mirada viendo sangre salir de ellas, levantó su mano y chupó su herida, abrió sus ojos bastante observando que sanaba con un poco de chakra color verde, ninjutsu médico, era como el de Sakura y la Hokage, se acabó el chan, el abuela, el cariño con el que trataba al mundo, se acabó su estúpido ese día.

Al salir de la torre corrió cabreado con todo su ser, con toda su fuerza a una increíble velocidad, llegó al bosque donde se dejó caer al suelo y en un berrinche dentro de su desesperación comenzó a golpear el suelo con coraje una y otra vez creando pequeños cráteres bajo su cuerpo -malditosssssss malditossssss sean todossssss -nuevamente golpeó sintiendo sangre salir de sus puños, ni siquiera tenía dinero para comer ese día, lo había perdido todo en el ataque de Pain, no había misiones, no había pagos, ni siquiera sus días en la cárcel fueron compensados, golpeó nuevamente maldiciendo a cada uno de sus conocidos en la aldea, levantó su rostro con duda, ¿su Ero-sennin no le había dejado nada?, mordió su mano como hacía Karin recordando que era un Uzumaki y por eso había sanado momentos atrás, se curó con velocidad las manos heridas por los golpes al suelo, sacudió su ropa, hizo sellos, desapareció de Konoha en un puff.

Cascada del Universo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora