Capítulo 10

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El Uzumaki creó clones con sellos de presencia y transparencia, los envió a investigar diferencias con su mundo, cualquier información que pudiera servirle con el mayor sigilo posible, mientras él, comenzó con las compras, cambiando de establecimiento entre cada mueble, si compraba todo junto sospecharían y llamaría la atención, usaba pequeños genjutsu para que la gente pudiera pensar que lo conocía de tiempo, era un genjutsu del repertorio de Shisui, desaparecía y dejaba confundidos los recuerdos del sujeto en cuestión, haciéndolo pensar que ya lo conocían -Naruto, buen día -el rubio sonrió amable -le agradezco señor Fuma, buen día -continuó su camino por la aldea.

Naruto regresaba a su casa hasta que observó junto a su casa una pequeña librería, en su mundo era gigante esa misma librería, la recordaba, su Ero-sennin firmaba autógrafos en ese lugar, entró con tranquilidad, sus clones habían absorbido cada libro de importancia en el mundo en el monte Myoboku, aún había muchos millones más por ver, tal vez le había encontrado gusto a la lectura, tomó un libro de historias ninjas con curiosidad -¿veo que te gusta la lectura chico?, en estos tiempos es difícil encontrar a quién le agrade -Naruto sonrió lindo -me gusta, quería iniciar con nuevos géneros, las aventuras suenan genial -el anciano sonrió con algo de tristeza -es una lástima, en unos días cerraré, mis hijos me llevarán a su casa y no podré más estar aquí, escoge el que quieras, te lo regalo -el Uzumaki lo vio con sorpresa, observó el lugar con atención pensando con velocidad en una idea -¿Cuánto pide por la librería entera? -el anciano abrió bastante sus ojos -¿es una broma? -Naruto negó -desde niño era comerciante de telas, gané mucho dinero en mis viajes, no quisiera que este lugar se perdiera, quiero un negocio tranquilo que me deje descansar de una infancia pesada -el anciano sonrió -entiendo, este lugar te dejará descansar bastante, ya verás -ambos rieron con diversión. El anciano comenzó con la propuesta, Naruto sonrió, no regatearía, lo valía a su forma de ver, además el dinero que robó de ese par de hijos de puta le daba para vivir cuatro vidas sin mover un dedo, el anciano lo llevó nuevamente al registro e hicieron el papeleo, la venta se completó. Al regresar Naruto veía con atención su nueva librería, mandó a sus clones a comprar pintura y herramienta, cerró las cortinas, los clones se movieron con velocidad dándole un nuevo toque al lugar, abriría en unos días, no había prisa.

…..

Caminó con tranquilidad por las calles saludando y sonriendo a los aldeanos, sabía exactamente a dónde se dirigía, moría por un ramen, tenía demasiado tiempo sin probar un poco. Al llegar se sentó en la silla, usó un genjutsu similar en Ayame y Teuchi -Naruto, que vas a querer, nos tenías muy abandonados -el rubio sonrió quedito observando el genjutsu como se mezclaba con sus recuerdos, lástima que sólo funcionara con aldeanos -terminé de vender mis últimas telas en una aldea cercana, de regreso a Konoha enfermé de catarro, pero ya estoy aquí Teuchi-san -el mayor sonrió -me alegra que estés mejor, ahora mismo te preparo tu ramen, con extra puerco, ¿verdad? -Naruto sonrió quedito, asintió -dime Naru, ¿ya encontraste algún chico que llame tu atención? -el rubio parpadeó con duda, ahora recordaba, en ese mundo existían los donceles, sus clones le habían informado, al parecer creían que era un doncel por su tamaño y complexión, tal vez su cabello un poco largo lo confirmaba, suspiró con una leve sonrisa -no Ayame-nee, aún no tengo suerte, pero no pierdo la esperanza -la chica sonrió con diversión.

-Teuchi-san, deme dos platos para iniciar el día ttebayo -Naruto reconoció de inmediato su muletilla, giró su mirada viendo a un chico rubio con el cabello en punta bastante marcado, con marquitas en sus mejillas, era más alto que él por al menos dos centímetros, podía ver que no era tan lindo como él a su forma de ver -Menma, te he dicho que se piden las cosas por favor, una disculpa Teuchi-san ttebane -el mayor negó con una sonrisa por el puchero del chico -no sé preocupe Kushina-san, aquí tienes tu plato Naruto -el pequeño rubio tomó su plato, podía sentir la mirada de la Uzumaki quien en su mundo era su madre, su corazón latía con fuerza, la pelirroja vio con duda al chico junto a ellos, tenía un extraordinario parecido con su hijo a pesar de las diferencias evidentes.

-Ma, debo irme, sólo vine por mis platos de ramen, no te pongas intensa ttebayo -Kushina ignoró sus pensamientos, suspiró con cansancio -cuidate en esa misión, ¿quieres?, regresando me acompañarás a visitar a Miko-chan, así que trata de no arruinar tu rostro en la misión, sabes que Itachi-kun me agrada para ti cariño ttebane -Menma sonrió con diversión con un sonrojo -lo sé ma -recibió su pedido y lo guardó en un pergamino de sellado -regresaré pronto, no te preocupes ttebayo -el Namikaze corrió lejos del lugar -me voy Teuchi-san, después vengo por mi dotación ttebane -el mayor asintió con una sonrisa. Naruto vio con cuidado a la señora Namikaze, sonrió ligero con tristeza y algo de envidia -¿me da dos más Teuchi-san? -el Ichiraku sonrió -los que quieras pequeño-

Cascada del Universo (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora