Cap 58

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"Mi amigo Enrique "

Lo conocí siendo yo casi una niña, al principio me daba un poco de miedo porque Enrique era un adulto y  aún así, me declaraba estar enamorado de mi.
A pesar de expresarlo con palabras, siempre fue respetuoso y nunca intentó forzarme a nada.
A medida que el tiempo iba pasando y de tanto verle todos los dias, llegué a tomarle un gran cariño.
La última vez que me habló de su amor por mi, ya contaba yo con 14 años y él tenía 33.
Aquella tarde al salir de  la escuela me encontré con Enrique y me dijo que tenía algo muy importante que decirme;  pero  que no podía ser en ése momento,  razón por la cual quedamos en vernos dos horas después.
Yo había olvidado por completo que esa noche tenía una cita con el  chico que realmente me gustaba y el cual  me había propuesto que nos hiciéramos novios.
Recuerdo que cuando salí a ver qué era éso  tan importante que tenía que decirme mi amigo, casi llegando al lugar donde quedamos en vernos, me encontré con José, ósea con mi novio y éste me dijo que llevaba rato esperándome; le pedí excusa por mi retraso, ocultando el hecho de haber olvidado nuestra cita.
Como todo hombre enamorado, me abrazó y nos besamos... fue en ése preciso momento en que sentí que alguien pasaba a  nuestro lado y ¡Oh sorpresa, era  ni más ni menos que Enrique!
Solo nos miró mientras fingia una tosecita.
Ésa  fue la última vez que lo ví con vida.
Al otro día en la tarde al salir de la escuela, paso por  la calle donde estaba la casa de  Enrique,  veo muchas gentes entrando y otras saliendo del hogar, me acerqué a  una señora y pregunto:

- Amiga, ¿me puedes decir qué pasó ahí?
A lo que ella me contesta:

- Según dicen las gentes,  un moreno que  se llama Enrique, salió a pescar anoche y se ahogó.
Yo no podía  creer lo que escuchaba y por eso le dije:

- ¡Eso tiene que ser un error, porque yo vi a Enrique anoche!

- ¿Lo viste después de  las 12 de la  noche?
Dicen que se emborracho y cuando llegó a la casa su madre trató de impedir que se fuera, pero él  le dio un empujón diciéndole que no lo j4d32r1, porque ya él era un hombre. Luego  se fue con un amigo.
El compañero está en  la estación de Policía hasta que  él  aparezca,  vivo o muerto.

Mi corazón sintió un dolor profundo y mis ojos lloraron por muchos días.
Tres largos días de búsqueda incesante, hasta que  por fin llegó la trágica noticia. "¡Encontraron a Enrique, o lo que quedaba de  él, los peces se habían dado un tremendo festín! 

Yo estaba allí, esperando para darle el último adiós a mi amigo  y  aún llevo conmigo el horror que  sentí al ver sus ojos vacíos y  su boca  exenta de carne; esos ojos que con tanto amor me miraron,  esa boca que tantas palabras de adoración me expresaron...Pero sobre todo  llevo muy dentro mio una pregunta que me atormentara mientras yo viva...¿Sería yo de una forma indirecta, la culpable de la  muerte de mi inolvidable amigo  Enrique?

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