‼️MI ENCANTADORA SUEGRA‼️
"Llevo tanto tiempo en esta cárcel, aún no olvido el rostro de mis tres hijos, pero vale la pena, mi conciencia está tranquila y sé que ellos algún día lo entenderán.
Hace más de tres años vivía en una provincia de Yucatán México, mi vida no tenía mucho de sensaciones fuertes o peligrosas, nunca experimente momentos tan extremos como para decir que soy una asesina en serie o algo por el estilo.
Vivía con mi amado esposo y mis tres bebés, pero un día él se quedó sin trabajo y en los meses siguientes la economía bajo, pasábamos por muchas situaciones precarias, careciendo de todo, mis hijos lloraban de hambre, y no pudimos hacer otra cosa que irnos a la capital del estado (Mérida).
Allí vivían mis suegros y le era más fácil a mi esposo conseguir trabajo ya que la familia tenía algunos negocios de turismo en la ciudad, era muy factible irnos a vivir a su casa, mientras nos ubicábamos en un departamento cómodo y más adecuado, yo no me sentía nada bien con esta decisión pero no había de otra; así que debí dejar mi orgullo a un lado por la estabilidad de mis hijos, además en la ciudad era más fácil conseguir algún instituto escolar para mis niños, y a ellos se les hacía mucha ilusión.
Por otra parte, sentía como si fuese una opresión en el pecho, como una premonición de que algo cambiaría con este viaje; mi suegra siempre fue muy consentidora con mi esposo y yo, aunque no había pasado mucho tiempo cerca de ella, sentía que me miraba con rabia, creo que ella pensaba que le había robado el amor de su primogénito. Su mirada penetrante, confirmaba que no me quería y ese era el motivo de mi preocupación; moría de nervios, al fin y al cabo, debía convivir con ella por un tiempo.
Llegamos a Mérida y ahí estaban todos, la casa estaba dividida en tres pisos; en el primero vivían mis suegros, en el segundo mi cuñada con su familia y el tercero...
Tenía la esperanza de que estuviera vacío, pero no era así, lo tenían en alquiler, así que viviríamos en el primer piso con ellos.No puse mi mejor cara, pero al menos ella estaba entusiasmada y feliz de tener a su hijo y nietos cerca. Respiré profundo y empecé por acomodar todas las cosas en la última habitación, ésta era bastante amplia y tenía baño interno, así que no tendría que verla tan seguido, eso pensé.
Conforme pasaban los días todo parecía muy normal, mi esposo tomó varios cursos para recibir el cargo que le asignaron en la empresa familiar, mi cuñada siempre se portó de lo más amable conmigo y eso sin contar con lo mucho que adoraba a mis hijos. Todo parecía estar bien, aunque evitaba mucho la cercanía con la señora, había algo en ella que no me inspiraba confianza.
Recuerdo que una vez tenía reunión del colegio, era entrega de notas y le pedí el favor amablemente de cuidarme a mis nenes mientras iba, y me respondió muy grosera -¡No!- Yo no dije nada y organicé a los niños, y me los llevé.
Desde ese día empezó mi infierno; me ponía a hacer oficios que estaban demás, y pedía que los hiciese de nuevo por que según ella no estaban bien, así fue durante varios meses, ¡Es decir, me trataba como su sirvienta!, por otro lado siempre discutía con mi esposo por eso, pero este nunca me prestó atención, hasta que cierto día después de regresar de llevar a los niños al colegio, la encuentro revisando mi celular, yo me quede inmóvil de la ira que me causó, le reclamé y me contestó con insultos, le arrebaté mi celular de las manos y fue peor, la señora empezó a gritar más sandeces y vulgaridades de mi presencia en su casa.
Mi cuñada escucho y bajo para ver de qué se trataba, como pude me defendí y ella logro calmarla. Al regreso de mi esposo la discusión con él continuó y el motivo fue que la muy maldita le había tomado capturas a una conversación que horas antes había sostenido con mi primo, quién me pedía el favor de encontrarnos en una cafetería para pedirme algo muy personal. Mi esposo llegó furioso y yo no sabía por qué hasta que me mostro las fotos, en ese momento sentía morir del cólera con esa señora, pero sin embargo no hice reclamo alguno.