Capítulo XV

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No hables

"Ni una sola palabra, o te podría ir peor"

Anónimo.




Namjoon bufó, mordió ligeramente el interior de su mejilla y chasqueó la lengua en forma de desaprobación. Soltó una falsa sonrisa y comenzó a caminar alrededor de la omega.

La chica era hermosa, de piel blanquecina y sedoso cabello, gran figura y un bello rostro con hoyuelos que -en tiempo pasado-, a Namjoon le causaba cierta ternura. Sin embargo, aquella chica era una completa diablilla, quisquillosa y caprichosa. Malcriada y mimosa, cosa que en serio detestaba Namjoon.

No le gustaban los omegas mimados, le gustaba la disciplina, después de todo para ello estaban los omegas -a su parecer-, para obedecer.

Hwasa se quedó quieta en su lugar. Con la mirada victoriosa. Su palpitación era calmada y segura, como si no hubiera hecho la estupidez que hizo, como si Namjoon no estuviera furioso con ella.

Namjoon se colocó detrás de ella, tomándola por los hombros, pasando cuidadosamente sus dígitos por la piel desnuda. Se acercó, su rostro quedó cerca de su oído, provocando que su suave respiración chocara en la oreja de la chica.

-¿Qué demonios crees que estás haciendo? ¿Eh, pequeña diabla? -exigió saber. Hwasa rió. Ella era mayor que él, pero era omega eso la convertía en alguien inferior a Kim sin importar la edad.

No contestó.

Solamente soltó una risueña risilla.

Namjoon frunció los labios soltando un gruñido.

En un movimiento veloz la volteó tomándola fuerte de las muñecas, la omega gimoteó ante el brusco agarre. Quedaron frente a frente, Namjoon era un poco más alto por lo que Hwasa tenía que levantar la cabeza para visualizar su rostro. Él lucía superior como siempre, intimidante. Con sus ojos echando llamas.

La omega trató de zafarse de su agarre, logrando que Namjoon opusiera con más fuerza, provocando que volteara a ver su muñeca.

KN.

Namjoon frunció aún más sus labios.
-¿No crees que deberías tratar con más cuidado a tu omega?

Namjoon gruñó en alto y la soltó, Hwasa se tambaleó hacia atrás en sus incómodos tacones.

-Cierra la boca -ordenó Namjoon, fastidiado.
Hwasa rió una vez más.

-Pensé que era tu favorita, no te has pasado por aquí en varias semanas. Me tenías preocupada, alfa. Tenía que llamar tu atención -concluyó con un puchero en sus carnosos labios pintados de un rojo carmín.
Sus grandes ojos cafés se suavizaron ante su alfa. Namjoon sintió su estómago revolcarse al oír a Hwasa llamarlo de ese modo. Sin poder evitarlo. Sintió asco. Diablos, ¿por qué se sentía así? Hwasa había sido su omega medianamente oficial desde... Mierda, desde siempre.

Pero su mente solo cambiaba a la hermosa chica por aquel cachorrito esperándolo, cambiaba su cabello negro sedoso por uno corto y castaño como la canela, cambiaba su curvilínea figura por la pequeña de Seokjin, perfecta para acoplar con la suya, cambiaba sus oscuros ojos marrones por unos avellana miel, cambiaba su perfecta piel lechosa de porcelana por una  blanquecina, con algunas cicatrices. Marcas de batalla, marcas de lucha que los omegas no deberían tener. Pero Namjoon no lo veía así, admiraba en el fondo la resistencia de su pequeño.

Su alfa cambiaba a Hwasa por Seokjin. Por primera vez en muchos años; sabía lo que quería.

Se acercó peligrosamente a la chica, quien instintivamente retrocedió. Con algo de miedo asomándose por sus iris. Namjoon la estrelló contra la pared más cercana.Antes lograba captar algo de cariño por ella, ya que era la única de sus omegas que le había permitido acercarse tanto, pero ahora no sentía nada. Incluso se había olvidado de su existencia hasta hace unas horas.

Corazón de plomo ; NamJin [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora