Capítulo XVIII

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Te necesito

"No es ni siquiera que te necesito, porque no lo hago. Simplemente te quiero aquí, conmigo"

Anónimo.




El pequeño omega cerró los ojos con fuerza en el momento que Namjoon abandonó la habitación. Se obligó a tranquilizarse.

Estás a salvo.

Estás a salvo.

Poco a poco su respiración se fue regulando, y los recuerdos desaparecieron, al menos por ahora. Dolía, aún dolía como si todo hubiera pasado ayer. Quería que dejara de doler, ya no quería sentir aquello, pero el dolor simplemente no desaparecía, ya lo tenía tatuado en su piel, y un tatuaje no desaparece.

Se regañó a si mismo por la escena que montó, Namjoon debía estar furioso con él.

Y no...

No quería que Namjoon lo odiara. De solo pensarlo su corazón se estruja, sus palpitaciones se vuelven aceleradas y comienza a sudar frío.

Se talló los ojos, y pasó sus manos por su rostro, limpiando con furia los restos de lágrimas. Ya estaba cansado de llorar, no quería hacerlo más.

¿Por qué simplemente no podía secarse? ¿Para siempre? Le ahorraría mucho dolor.

Respiró profundo y se levantó del suelo, con el cuerpo temblando caminó hasta el baño y se encerró allí.

Se despojó de sus ropas, lentamente, frente a un espejo. Su cuerpo lleno de tatuajes, los cuales cubrían discretamente sus múltiples cicatrices en todo su cuerpo.

Se miró, se miró y sintió asco de si mismo.

Era estúpido.

¿Cómo un alfa como Namjoon podía fijarse en él?

Traía demasiados problemas, su piel era imperfecta. Su pequeño cuerpo no tenía cuevas, era feo y usado.

Se convenció de que Namjoon se había ido con Hwasa. Era hermosa, y perfecta para ser la omega de Namjoon.

Se odiaba, en serio lo hacía.

Miró con determinación las heridas que provocó la fuerza bruta de Namjoon, no lo culpaba, los alfas no suelen controlar su propia fuerza. Además, en su experiencia aquello no era nada. Absolutamente nada.

Fue hasta la ducha y dejó que el agua fría y limpiara su cuerpo, también disfrazaba más de una lágrima más que se le escapó.




⚮•⚮•⚮




-Hey, amigo. ¿Quieres divertirte un rato?

-¿En qué diablos te metiste, Kim?
Namjoon ahogó una carcajada.

-¿Qué te parece si revivimos algunos viejos recuerdos?

El fuerte sonido del plomo disparado hizo un fuerte eco en el lugar, un poco de humo salió del arma que Namjoon sostenía. Una sonrisa macabra adornaba su rostro.

-Tres menos, faltan -Yoongi echó un ojo a la hoja arrugada en su mano, frunciendo el ceño de una manera casi graciosa-, muchos.

Namjoon contestó, el contrario rodó los ojos.
-¿Me dirás por qué mierda estamos matando alfas al azar de una puta lista? Si vas a matar, ten un motivo, Kim. No me gusta andar cobrando deudas que no son seguras.El castaño bufó.

-Se lo merecen, créeme -se limitó a decir.

Namjoon se encaminó a su auto, seguido de Yoongi quien iba aún con el papel en la mano, miró de reojo una última vez el cuerpo muerto de aquel tercer alfa, bufando incomprendido.

Corazón de plomo ; NamJin [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora