Capítulo XVI

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Pacto

"Y, con un beso insano y tóxico, selló aquella promesa"

Anónimo.

Seokjin dejó escapar un quejido de sus labios, su trasero ardía e incluso podía jurar que le palpitaba. Restos de lágrimas secas adornaban su blanquecina piel, Namjoon seguía acariciando suavemente ambas mejillas rojas. Soltando una que otra risa ahogada cuando el omega se quejaba y trataba de alejarse.

Posó sus manos en los brazos de su omega y con ese gesto le indicó que ya se podía levantar, el menor cerró los ojos con fuerza y se tambaleó un poco antes de ponerse por completo de pie. Namjoon miró sus ojos, rojos e hinchados. Tenía la mano jodidamente pesada.

Tal vez me dejé llevar.

Negó riendo.

Se lo merecía.

-Eso te ganas por insolente -lo regañó quitando un poco el resto de lágrimas de sus mejillas con el pulgar-. Que no se repita -Seokjin se apresuró a asentir frenéticamente con la cabeza. Había recibido castigos peores por menos; pero su omega interno no estaba así por el dolor físico, sino por el arrepentimiento de haber hecho enojar a su alfa.

Dependiente. Se estaba volviendo malditamente dependiente.

-A no ser, que ser azotado por mí te excite, cachorro -sonrió con picardía, Seokjin sintió la sangre subir violentamente a sus mejillas.
No lo había excitado.

No lo...

¿Qué era 'excitarse'?

Los hombres con los que estuvo en ese ámbito nunca se preocuparon por su propio placer.

No sabía que era el placer. Solo sabía que cuando lo obligaban a hacer... eso, dolía como el infierno y solo se mordía la lengua a esperar que pasara. Siempre se preguntó por qué a los hombres les gustaba tanto 'eso' no se sentía bien. Nunca se sintió bien.

Así que no, no se excitó porque no tiene idea de cómo se siente.

Levantó la mirada encontrándose con la de Namjoon, quien lo miraba con algo de indiferencia combinada con picardía. El tipo de mirada que no tiene ni pies ni derecho. No te dice lo que quiere, pero a la vez lo hace, era raro de explicar. Aquella mirada logró estremecer su piel.

Le comenzaba a gustar esa mirada.

Seokjin ladeó un poco la cabeza.

-No lo digo yo, amor. Lo dice tu cuerpo -continuó Namjoon, tomándolo firmemente de la cintura, acercándolo y finalmente tomando cada cachete de su trasero con cada mano, separando y pasando delicadamente un dedo por el lubricante que chorreaba su entrada.

Aquel mínimo tacto se sacó un suspiro. Sintió un tirón en su intimidad.

-Pero ni pienses por un segundo que no sigo enojado, lo que hiciste fue grave. ¿Tienes idea de lo que es que un omega rete a un alfa? Si hubiera sido otro en mi lugar probablemente me hubiera tenido que meter en una maldita pelea por salvar tu trasero -lo reprendió con voz dura. Seokjin vaciló y se encogió en su lugar-. Súbete las bragas -le ordenó segundos después, le proporcionó una última nalgada, más suave. Seokjin chilló.
Llevó sus manos hasta sus tobillos con algo de vergüenza, se dio la vuelta y rápidamente tomó la suave tela entre sus dedos y se la subió. Namjoon se mordió el labio ante la agradable vista. Seokjin se removió buscando su pantalón y lo tomó del suelo. Namjoon se posó detrás de él y le quitó la prenda.-¿Acaso dije que podías tomarlo? -su voz era dura.
-Lo siento -susurró bajito.

Corazón de plomo ; NamJin [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora