Capítulo VII

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Disputa

"Aquel hombre que te otorgó la vida, no debería producirte miedo, sin embargo, lo hace"

Anónimo.




-No es exactamente un secreto por qué estás aquí, Namjoon -siguió hablando Eoduun con una sonrisa hipócrita tatuada en su rostro-. Treshja requiere un líder que esté dispuesto a todo, como tu padre solía decir -habló con falsa melancolía-. Aveces hay que arriesgarlo todo para ganarlo todo.

Namjoon sonrió, una sonrisa torcida y carente de humor, tomó el cuchillo de los cubiertos puestos en la mesa y en un solo movimiento lo clavó en la mesa, llamando la atención de todos los presentes, provocando que los alfas lo miraran y los omegas temblaran.

Incluyendo al pequeño que tenía en su regazo.

-No hables de mi padre -espetó entre-dientes-. Tú no eres ni la mitad del hombre que él fue. No tienes el derecho.

Eoduun soltó una vacía carcajada, llenando el lugar y provocando un ligero eco.

-¿Qué te hace pensar eso, niño? -manifestó entre risas- ¿Qué tan bien conocías a tu padre?

-Lo suficiente para saber que no es la misma basura que tú -sonrió mostrando sus dientes-. ¿Qué clase de escoria vende a su propio hijo para salvar su pellejo?

Eoduun se tranquilizó un poco, cambiando su mirada de Namjoon a Seokjin, quien estaba hecho un ovillo en el regazo del mayor.

-Mejor él que yo -fue lo único que contestó.

Namjoon tuvo que contener las ganas de saltar sobre la mesa y matarlo con sus propias manos, borrarle esa maldita sonrisa burlona de su asqueroso rostro. Su alfa se encontraba furioso, no podía entender bien el porqué de su ira, ni tampoco le importaba mucho.

Después de tantos años había aprendido a canalizar sus emociones en una sola; enojo.

-Muy bien, ya basta -habló un desinteresado Eunwoo, moviendo las manos cada que hablaba, haciendo que su anillo deslumbre gracias a la luz-. Parecen malditos perros y gatos en una misma habitación, no quiero tener que presenciar una matanza, muchas gracias, pero este traje vale más que sus vidas, sin ánimo de ofender por supuesto.

Namjoon rodó los ojos.
-Este no es tu asunto.

Cha apoyó su cabeza entre las manos y suspiró frustrado.

-¡Si es mi puto problema! -espetó- De hecho, es problema de todos en esta sala, tú -señaló a Namjoon-, solo no hagas que el apellido Kim  quede en la burla y ponte tus malditos pantalones de hombrecito para liderar toda esta mierda, y tú -se volteó a mirar a Eoduun-, te aconsejo que no insultes más de manera indirecta a su padre o a su omega, eso nunca acaba bien.

Yakuza se levantó de la mesa dejando a la omega rubia a un lado, miró exasperado a los demás en la sala y frunció el ceño.

-¡Basta! -habló en Coreano con un mandarín marcado en su acento- Cha tiene razón, después de lo que pasó con Jihyun no deberías estar insinuando cosas sobre su omega, y tú, Kim, espero no arrepentirme de confiar en ti. La Treshja necesita un líder que como dijo Kang, tenga las agallas para arriesgarlo todo si es necesario, espero que tu padre te haya enseñado bien, muchacho, porque lo necesitarás. Esto no es un maldito juego.

Después de aquello, Yakuza tomó a su chica por el ante-brazo y salió del recinto dando un fuerte azote a la puerta.

Taehyung se restregó en rostro con las manos y volteó a mirar a los demás frunciendo los labios.-¿Ya podemos comer? Tengo hambre.

Corazón de plomo ; NamJin [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora