Capítulo XXVII

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Manía por tu piel

"Naturalmente, volví a caer tan solo por el sonido de tu voz"

Anónimo.


-Largo -la espesa voz de Namjoon retumbó en cada oído de los presentes en el lugar, el omega en frente suyo pegó un ligero saltito en su lugar, con su labio inferior atrapado entre sus dientes, bajó la mirada ante Namjoon, este podía observar cómo el más pequeño juntaba sus manos y jugaba con sus dedos sin apartar la vista del suelo.

Poco a poco, los ajenos fueron alejándose, con pasos lentos e insípidos, ceños fruncidos arrugaban sus rostros y un extraño aroma entre sorpresa y confusión emanaba de sus cuerpos.

De pronto, Namjoon se preguntó si todo aquello era una alucinación a causa de todo el alcohol, que había consumido todos esos días, en su sistema.

El omega podía escuchar explícitamente las fuertes y pesadas respiraciones de Namjoon, así como también pudo sentirlo acercarse. Con pisadas graduales, sin prisa. Desde su mirada gacha, pudo apreciar como sus manos estaban hechas un puño a sus lados, provocando que sus nudillos se tornaran blancos y que sus venas resaltaran en su piel.

Dejó de mordisquearse el labio para proseguir con el interior de su mejilla, raspando su cavidad con los dientes, sus delgadas piernas comenzaron a temblar levemente.

Prontamente, sintió el cálido tacto de Namjoon chocar con la piel de su mentón, aplicando presión y obligándolo a levantar la mirada.

-Mirada arriba -demandó con los ojos recorriendo el rostro de su omega-, sabes qué odio que te apartes de mí.

El omega de ojos avellana asintió con una mirada suplicante y vidriosa. Namjoon mantenía sus ojos analizando cada facción del pequeño, con el semblante extrañamente inexpresivo, sus iris evitaban a toda costa encontrarse con los del omega, porque sabía que una vez lo mirara a los ojos se derrumbaría. Y, no podía, ya no podía derrumbarse más.

Con un suspiro, dio un paso hacia atrás, alejándose solo lo suficiente. Se cruzó de brazos y recorrió el delicado cuerpo de su omega con los ojos. Desde sus pequeños muslos hasta su hermoso cabello castaño. Sus retinas se detuvieron un par de segundos en sus brazos descubiertos.

-Tienes tres minutos -sentenció sin titubeos-, uno para explicarme porqué mierda te fuiste, y dos para convencerme de no arrancarte la ropa aquí mismo y azotarte el culo tan fuerte que no volverás a sentarte en otros tres meses.

El omega tembló un poco en su lugar y se mordió el labio, mantuvo silencio por unos segundos, sintiendo la penetrante mirada de Namjoon sobre él.

-Seokjin-advirtió, el corazón del contrario pegó un vuelco-. Ahora.

-Y-yo -su voz tiritó, aguda y rasposa, Namjoon inconscientemente sintió un alivio al escuchar su voz.

Era exactamente igual, él lo sabía, reconocería la voz de su cachorro dónde fuera.

-Tuve que irme -dijo una vez pudo calmar su respiración-, y-yo no podía soportar verte a los ojos sabiendo mi situación, y s-sabía que ya no me ibas a querer después de que lo supieras.

Namjoon bufó.

-Sigo aquí, no me fui y no me iba a ir, Seokjin .

-Y-yo...

El alfa se acercó, desapareciendo los pocos centímetros que los separaban.

-¿Tu situación? Lo que te hizo ese monstruo lo iba a pagar él, amor. No tú -Namjoon relamió sus labios antes de acunar el rostro de Seokjin con sus manos, el omega gimió ente el tacto y pegó más sus mejillas contra la palma del mayor-, el que seas estéril no te hace menos, y yo no te iba a desechar solo porque no puedes darme un hijo.

Corazón de plomo ; NamJin [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora