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Jennie POV'S

Cuando cierro la puerta del coche detrás mío, y escucho también la de Lisa, me vuelvo confundida ¿Y ahora qué? La veo rodear el todoterreno y ponerse a mí lado con una media sonrisa de lado y una mirada burlona brillando en sus ojos, frunzo el ceño.

-¿Qué se supone que estás haciendo?-Suelto entre dientes mientras le doy un rápido vistazo a papá, quién no ha dejado de estar en ningún momento con los brazos cruzados sobre su pecho y una expresión molesta en el rostro.

Lisa rueda los ojos, y apoya todo su peso sobre un pie antes de hablar:

-Voy a conocer a tu padre ¿A caso pensabas no presentarme? No te tenía tan descortés, cosita-Niega con la cabeza, fingiendo indignación.

¿Qué acaba de decir? Ahogo una expresión de incredulidad, y evito levantar el tono de mí voz cuando le contesto.

-Estás demente, eso no pasará-Apoyo mis manos sobre su pecho, y me sorprendo de sentirlo tan firme debajo de la camiseta. Ignorando el hecho de que debe tener el abdomen tan definido como un modelo de Calvin Klein, le doy un suave empujón, indicándole que se suba a la camioneta y se largue de una vez.

Ella suelta una risa, y vuelve a negar antes de inclinar su cabeza hacia mí.

-No me voy a ir, y sí quieres qué le dé una buena impresión al Señor Kim, hacer una escenita, justo como estás haciendo ahora, probablemente no sea la mejor idea-De repente sus manos toman mís muñecas, y de un tirón jala de mí más cerca de su pecho. No me había dado cuenta que la seguía tocando hasta ahora. Su mirada penetra la mía con intensidad, y su voz se vuelve baja, seductora, pero sin perder el toque socarrón-Y si querías tocarme, no era necesario usar ésto como excusa, con solo pedirlo podrías haberlo hecho.

Suelto un bufido furiosa y de un movimiento me libero de su agarre.

-Idiota-Farfullo. Lisa dibuja una sonrisa que se extiende por todo su rostro, y cuando pasa de largo por mí lado, caminando con tanta soltura y seguridad, no me queda de otra que seguirla.

Juro por Dios que ésta me las va a pagar.

Papá abre la puerta mosquitera del porche cuando estamos lo suficientemente cerca, y baja los escalones con expresión severa, aunque tratando de ocultarlo con una sonrisa claramente forzada. La muy desgraciada ni siquiera me esperó, para cuando estuve a su lado, ambos estaban estrechando manos.

-Lisa Manobal, un gusto Señor-Me impresiona que Lisa tenga tan buenos modales, pero no me quejo, al menos sabe cómo comportarse frente a un padre bastante disconforme con la hora de llegada de su propia hija, que debemos agregar, jamás avisó que desaparecería por gran parte de la noche en un pueblo que está a más de una hora de distancia.

En síntesis: estoy jodida.

-El gusto es mío, Lisa. Me alegra ver qué trajiste a mí hija sana y salva a casa, aunque en primer lugar ni siquiera sabía que habían salido-Su mirada se posa sobre mí, y nerviosa, me remuevo sobre mí lugar.

A ver, que sea mayor de edad hace un tiempo no quita el hecho de que papá no se preocupe por mí. Entre las reglas que existen en esta casa, está la de avisar a dónde voy, en compañía de quién y si tengo pensado volver a dormir. Vivo bajo el techo de mis padres, así que acatar sus normas está implícito, aunque ésta noche está de demás decir que me salté varias y rompí otras.

-Papá lamento no haberte avisado, pero mí celular murió a mitad de camino, y para ser sincera pensé que estaría en casa antes de la medianoche-Y es la verdad, todavía no habíamos llegado a Stockbridge cuando el aparato decidió que era buen momento de ponerse en negro. William arquea una ceja, suelta un suspiro y deja caer sus brazos a cada lado de su cuerpo.

HEAVEN | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora