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Jennie POV'S

Observo con atención el archivo que aún sostengo en mis manos, sintiendo como la respiración me falla a la misma vez que abro el documento.

El nombre de Jisoo es lo primero que aparece, seguido de su fecha de nacimiento y su antíguo lugar de residencia, entonces mí vista se fija en una línea en específico: paciente diagnosticada con trastorno límite de la personalidad.

Suelto un jadeo, no recuerdo jamás que Jisoo haya tenido algún tipo de problema con su salud mental, era una de las personas más arriesgadas y aventureras que conocí en mí vida. Tengo muy presente que de las dos ella era la más audaz, y alguien totalmente capaz de iluminar una habitación entera con sólo su presencia. Vivaz, alegre, divertida, extrovertida, y sobretodo muy bella. Niego con la cabeza, incapaz de creer que mi hermana pueda sufrir de algo como esto.

Me debato que hacer; si preguntarle a papá por qué tiene bajo su poder un documento de tal importancia y sobretodo eso de que al parecer mí hermana sufre de un aparente transtorno mental o, investigar por mí cuenta. Sé que papá es muy duro a la hora de hablar sobre estos temas, pero ella no es una paciente cualquiera, es mí hermana. Y de todas formas, ¿No es inmoral que un miembro de la familia sea tú terapeuta?

Decido tomar ambos archivos, el de Park y también el de Jisoo, no perderé ni un minuto más en darle vueltas al asunto.

Cierro el archivero con llave, y mientras me encamino a la sala principal con el corazón en la boca, pienso en una forma de abordar el tema sin recibir una negativa de su parte. Quiero información, eso es seguro, y si William se siente acorralado lo último que hará es darme lo que quiero.

Una vez llego a la entrada, mis planes se derrumban al visualizar la puerta principal siendo abierta, entonces un chico de cabello rubio oscuro y mirada impasible aparece en mi campo de visión. William al instante se acerca a él, y sin saber muy bien porqué, reacciono escondiendo el archivo de Jisoo detrás de mi espalda. Me aproximo hacia ellos, con una sonrisa tirante dibujada en el rostro.

—Papá, lo que me pediste—Le extiendo el documento junto a la pequeña llave de metal.

Mi padre asiente con la cabeza, mientras me agradece con una sonrisa. A su lado, el chico acomoda todo su peso sobre un pie, para luego cruzar los brazos sobre su pecho en un claro gesto de impaciencia.

—Muy bien, si estás listo Felix, podemos ir a mi consultorio—No esperaba que nos presentara, siempre fue así, los pacientes por un lado y la familia por el otro, papá siempre dice que las dos cosas jamás se deben relacionar, principalmente por nuestra seguridad.

El chico permanece en silencio, y cuando mí padre comienza a hacer su camino hacia el consultorio, Felix me da una mirada profunda cargada de arrogancia y burla, como si él supiera algo que yo no. Trago saliva, sus oscuros ojos me dan de todo menos paz.

Suelto el aire cuando ambos desaparecen detrás de la vieja puerta de madera.

Los últimos dos días fueron un genuino desastre, principalmente porque a penas si pude controlar mis nervios y sobretodo el coraje delante de mí padre mientras buscaba el momento perfecto para preguntarle sobre Jisoo.

Mí madre me mira mientras pone lo último del agua de la tetera en la taza, ella en verdad que ama el té de tilo. Una de sus delgadas cejas se alza hacia arriba interrogante, luego toma una de las galletas de vainilla que hice ayer en un intento de calmar mis nervios, y se sienta frente a mí, con un gesto de preocupación en el rostro.

—¿Todo bien, cielo?—No sé cómo responder a eso, quizás ella pueda darme las respuestas que estoy buscando pero sé cómo se pone con el tema de mí hermana.

HEAVEN | Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora