HEAVEN | Jenlisa G!P

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Jennie POV's

—¿Dónde escuchaste ese nombre?—Su tono es mordaz, soltando las palabras entre dientes y luchando para contenerse. Retrocedo un paso hacía atrás, pero ella no me lo permite sujetando con fuerza de mi muñeca.

—Yo...—No sé que hacer. Intento encontrar las palabras, pero su reacción es algo que realmente no me veía venir.

—¿Dónde, Jennie?—Su agarre viaja a mi barbilla obligando a que la mire, aunque es firme no me lastima.

—Es que—Tomo una profunda respiración—Él apareció, no es cómo si yo lo hubiese buscado o escuchado por ahí.

La expresión en su rostro se desarma, parece desencajada. Me recorre el rostro con la mirada en un intento de averiguar si le estoy siendo sincera. Honestamente comienzo a molestarme con su actitud, quiero respuestas, no más acertijos que resolver.

—¿Quién es, Lisa?—La observo con atención. Ella me suelta con brusquedad, como si mi tacto le quemara. Mi pecho se hunde por tal acción pero me mantengo firme, indudablemente para la pelinegra el Doctor Sebastian significa algo, y no me pienso ir de aquí sin saberlo.

—Nadie de tú incumbencia—Escupe con hostilidad. Ahogo un sonido de sorpresa. ¿Y ahora qué diablos le pasa?

—Se presentó en mí jodida casa, así que sí creo que sea de mi incumbencia—Levanto el tono de mi voz—¿Es tú padre?—Pregunto algo perdida. Quiero atar los cabos sueltos, pero su falta de cooperación no me lo está poniendo nada fácil. Veo poco probable que Sebastian sea el papá de Lisa, no se parecen ni un poco.

Ella suelta una carcajada irónica.

—Joder Jennie, claro que no, no es mí puto padre. ¿Terminaste con el interrogatorio?—Niego furiosa.

—¿Entonces qué es tuyo?—Vuelvo a intentar.

—¿Por qué diablos insistes con eso?

—¡Porque lo necesito!—Exclamo. Sus ojos se abren en asombro. Mí voz se corta a media frase—Puede tener información del colega que atendió a mi hermana en Boston. ¿Él es de ahí, no?

Niega con la cabeza, a la misma vez que se pasa ambas manos por el cabello en un gesto de frustración. No sé cuál sea el límite de Lisa, pero creo que estoy bastante cerca de cruzar esa línea.

—No, Jennie—Me mira. Sus ojos dicen mucho más de lo que está dispuesta a explicar con palabras.

No lo entiendo, ¿Qué le preocupa tanto?

—¿Por qué no?—Me ofusco a más no poder—¿Y si es la llave para encontrar a Jisoo?—Intento hacerle entrar en razón. No parece ser suficiente, porque vuelve a negar. Ahora que evidentemente sé que Lisa y el Doctor tienen algún tipo de relación, quizás de parientes lejanos, necesito de la ayuda de la pelinegra para hablar con él y ver si podemos conseguir algo sobre Jisoo.

—No es Sebastian, no encontrarás nada viniendo de él—Se acerca, pero yo doy un paso hacía atrás—¿Por qué apareció en tú casa? ¿Buscaba a tú padre?

Dios, todo esto es tan confuso.

—Sí, él lo llamó para que lo ayudara con un caso—Me explico. ¿Por qué soy la única aquí que está dispuesta a dar información?—¿Entones no me ayudarás?—Siento mi voz temblar.

Ella ni siquiera se inmuta cuando responde—No.

Me siento en caída libre, la decepción me atraviesa el pecho con tanta fuerza que me tambaleo sobre mis propios pies. Lisa sabe lo importante que es mi familia para mí, ella...

—Prometiste que me ayudarías—Le recuerdo—Tú te diste el lujo de meterte en mis cosas, en algo tan íntimo y preguntar si podías formar parte. Yo confié en tí—Digo. Aprieto los dientes con furia, me siento herida, traicionada y estúpida. Sobretodo muy estúpida.