HEAVEN | Jenlisa G!P

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Jennie POV'S

Las yemas de los dedos de Lisa se clavan en mis caderas cuando me lleva más al borde de la cama, con la espalda apoyada sobre el suave y mullido acolchado color rojo sangre. Suelto un jadeo al sentir su cálida y rítmica respiración en la línea de la ropa interior, y dejo caer otro ante la sensación de los mechones de su oscuro cabello haciéndome cosquillas entre los muslos.

—No sabes lo mucho que esperé éste momento—Sus declaraciones me toman desprevenida.

Yo también, quiero decirle.

Pero apenas si soy capaz de articular algo.

La punta de su nariz pasa por encima de mis bragas, dónde se detiene un momento para embriagarse con mí aroma de excitación y puro deseo. La escucho gruñir, y yo gimo bajito en respuesta. Cuando llega a mí estómago, deja unos cuantos besos húmedos, y mordiscos. Lame con lentitud, torturandome y metiéndose con mi paciencia.

—Eres tan suave Jennie, te sientes tan bien al tacto—Sus manos se aprietan a mí alrededor.

—Lisa—Se me escapa en un susurro entrecortado. Levanto la pelvis ansiado más de ella, y de todo lo que me vaya a hacer. Nunca imaginé que tenerla así sería tan enloquecedor.

—¿Mhm?—Murmura contra mí piel—¿Quieres que comience, Jennie?—Sus dedos bajan por mis piernas, tomándose su tiempo para recorrer el camino hasta los bordes de la bragas—Siempre ansiosa, ¿No es así?—Con mucho cuidado comienza a bajarme la ropa interior, la cuál siento deslizarse hasta mis talones y que ella se encarga rápidamente de hacer desaparecer de mi cuerpo.

Estoy solamente en vestido. Sin nada en la parte inferior que me cubra, dejándome vulnerable y dispuesta sólo para ella.

—Preciosa, realmente preciosa—Se toma un momento para admirar y observar. Mis mejillas se calientan, demasiado halagada por sus palabras como para decir algo.

Entonces pasa; su lengua lame sobre mis labios vaginales, y no logro retener el gemido largo y profundo ante la increíble sensación. Mí espalda se arquea en respuesta, y Lisa aprieta aún más su agarre en mis piernas. En un movimiento rápido las sube sobre sus hombros, dejándolas levemente flexionadas.

—No creo tener suficiente de ti, no así—Murmura.

Mis manos bajan por mí torso sintiendo en el camino mis pezones duros debido a la excitación, continúo con el recorrido buscando las hebras del cabello de la chica de los tatuajes, y cuando siento la suavidad de su pelo no tardo en tomar lo que puedo en dos pequeños puños. Lisa se mantiene ocupada abajo, soltando un sonido de aprobación al sentirme jugar con su cabello. La humedad de su lengua traza suaves y organizados patrones que me arrancan un gemido desde lo más profundo de mi garganta, y cuando toca la capucha de mi clítoris me es imposible no soltar un leve quejido.

—Sabes tan bien—Se detiene, dándome un beso justo en el centro—Me gusta el color que tienes, Jennie. Podría volverme adicta a estar aquí abajo sin problemas—Admite.

Mi pecho sube y baja con rapidez, muerdo mí labio inferior con fuerza cuando ella ríe sobre mí humedad, claramente entretenida al verme por primera vez sin palabras. Las vibraciones van directo a mí centro palpitante y necesitado de atención, maldigo por dentro ante lo placentero de algo tan simple como eso.

Cuando siento la punta de sus dedos fríos sobre mí clítoris ahora listo, expuesto e hinchado, tomo una profunda respiración. Traza hacia arriba jugando con los pliegues que existen justo por encima de mí punto más caliente, acariciando con la yemas de los dedos. Siento su toque sobre mí montículo, estimulando y haciéndome perder toda capacidad de razonar cuando al mismo tiempo hace movimientos verticales a lo largo de mí abertura con la lengua. Sus dedos no dejan de moverse en ningún momento, aplicando una presión firme y constante sobre mí clítoris cuando traza círculos a su alrededor.