--- ADVERTENCIA: este capítulo contiene escenas subidas de tono. No mucho, pero ahí están. Leerlas queda bajo tu responsabilidad. Si la masturbación femenina es un tema tabú para ti, te aconsejo pasar de largo. ---
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POV Draco - Mansión de los Malfoy
Solo había una cosa que a Narcisa Malfoy, de soltera Black, le importaba mas que la pureza de sangre. Incluso mas que su amado esposo, Lucius: su amado y adorado hijo, Draco.
Sin embargo, el Draco que había recogido en junio después de su tercer curso no era el mismo que el que llevaron a la estación después de las vacaciones de Navidad. Bajó del Expreso de Hogwarts con aire alicaído, muy sombrío y lo mas llamativo: inusualmente callado y enfurruñado. Con aspecto triste. Y cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue pedirle a los elfos que quedaban que mandasen sus cosas a su cuarto y las ordenasen. Minutos después, sin decir ni media palabra a sus padres, se dirigió al sótano de la mansión y no salió hasta que uno de los elfos lo llamó para cenar, diciéndole que sus padres llevaban mas de seis meses sin verlo y que el día de su llegada se había pasado siete horas perdido por la mansión.
Y así durante días.
Todas las mañanas, Narcisa iba al cuarto de su hijo, quien parecía estar despierto desde hacía horas, y miraba a la ventana sin mirar nada en realidad, con gesto ausente. Desayunaba, se aseaba y desaparecía hasta la hora de comer. Y por la tarde, mas de lo mismo.
Lucius y Narcisa sabían perfectamente que no salía de la mansión, pues siempre que salía, Draco les avisaba absolutamente de todo. No se toleraban los secretos bajo su techo.
- Pero algo le pasa, Lucius - le dijo Narcisa una mañana, después de pasarla buscándolo.
- De la mansión no sale, Cissy. Eso esta claro. Y mira, mientras sea así... tranquilo estoy.
- Deberíamos hablar con él a la hora de las comidas. Esta como... apagado.
- No conseguirás nada y lo sabes. Estas acostumbrada a que te cuente las cosas enseguida y, por una vez, no quiere hacerlo. Dale tiempo y él solo vendrá a contártelo, ya sabes cómo es.
- Te veo poco preocupado por él. - le regañó -. Te recuerdo que también es tu hijo.
- Y porque conozco a mi hijo sé que no debo preocuparme. Lo conozco mas de lo que crees, y con la edad que tiene... solo puede ser una cosa.
- ¿Ah, si? ¿Crees que sabes mas que yo? ¿Y cual es, a ver, si es que tanto sabes?
- Cissy, es muy evidente... Esta así por una chica. - le aclaró con suficiencia -. Lo cual es decepcionante. Le he dado un montón de trucos.
- A saber qué trucos le habrás enseñado tú - gruñó, saliendo del salón en el que se encontraban -. No todas se compran con dinero.
- Bien que lo sé - le replicó.
Narcisa recorrió nuevamente los pasillos de la mansión. Subió y bajó las escaleras, recorrió las habitaciones... Pero ni rastro. Bajó hasta el sótano. Nada. Estaba a punto de rendirse hasta que vio una pequeña luz que salía de la biblioteca privada que tenían. Intrigada, entró.
En una silla, cerca de la ventana y con una vela, de espaldas a la puerta, pudo distinguir una cabeza rubia, inclinada sobre un viejo libro. Al escuchar el sonido de la puerta, éste lo cerró de golpe.
- Draco, ¿qué haces aquí?
- Leer - respondió sin mas.
- ¿Leer? ¿Estas estudiando? Pero si has sacado muy buenas notas, hijo.
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Soulmates IV
FanfictionTras otro abominable verano con los Dursley, Gia se dispone a iniciar el cuarto curso en Hogwarts, la famosa escuela de magia y hechicería. A sus catorce años, a Gia le gustaría ser una joven bruja como los demás... Un momento... ¿Gia? Esta es la hi...