Soulmates IV

Capítulo 8

La partida al día siguiente fue mas triste de lo normal, después de un verano tan fantástico. Cuando bajaron a desayunar, la cabeza flotante de Amos Diggory hablaba con el señor Weasley.

- ¿Qué dice Ojoloco que sucedió? - preguntó el señor Weasley.

- Dice que oyó a un intruso en el patio de su casa... - Gia intentó escuchar mientras iba hacia la cocina.

- ¿Quién es Ojoloco? - preguntó Gia con interés.

- Esta retirado, pero antes trabajaba en el Ministerio - explicó Charlie, pasándole unas tostadas -. Yo lo conocí una vez que papá me llevó al trabajo... Era un auror, de los mejores... un cazador de magos tenebrosos - añadió al ver que Gia seguía sin entender -. La mitad de Azkaban la ha llenado él. Pero se creó un montón de enemigos, sobre todo familiares de los que atrapaba. Según dicen esta paranoico.

- ¿Hay gente a la que le pagan por atrapar magos tenebrosos y yo lo estoy haciendo gratis? - dijo Gia, indignada - Maldita sea, el Ministerio me debe una pasta. Nos debe una pasta - le dijo a Ron, dándole un codazo. La mesa estalló en risitas.

Bill y Charlie decidieron ir a despedirlos a la estación, pero Percy, disculpándose de forma exagerada, dijo que no podía dejar de ir al trabajo.

- En estos momentos no puedo tomarme mas tiempo libre - declaró -. Realmente el señor Crouch esta empezando a confiar en mí.

- Si, ¿y sabes una cosa, Percy? - dijo George muy serio - Creo que no tardara en aprenderse tu nombre.

Decidieron hacer el viaje hasta la estación en taxi, lo que no les resultó nada cómodo con todos los baúles, jaulas de animales y toda la gente que eran. Además, cuando llegaron, la lluvia caía con mas fuerza, calándolos.

El expreso de Hogwarts los esperaba un año mas. Gia, ron y Hermione entraron a coger sitio, y bajaron de un salto a despedirse.

- Quizá nos veamos antes de lo que piensas - le dijo a Ginny, sonriendo, al abrazarla.

- ¿Por qué? - preguntó Fred interesado.

- Ya lo verás - respondió -. Pero no le digas a Percy que he dicho nada, porque a fin y al cabo, es "información reservada, hasta que el ministro juzgue conveniente levantar el secreto"

- Si, ya me gustaría volver a Hogwarts este año - dijo Bill, mirando el tren con nostalgia.

- ¿Por qué? - quiso saber George.

- Porque vais a tener un curso muy interesante - dijo sin mas - Espero poder escaparme...

El silbato sonó en ese momento.

- Gracias por la estancia, señora Weasley - dijeron las dos chicas después de subir al tren, asomadas a la ventanilla.

- El placer ha sido mío - respondió ella -. Os invitaría a pasar la Navidad pero... bueno, creo que preferiréis quedaros en Hogwarts.

- Odio tanto secretismo - dijo Gia.

-Esta noche os enterareis, supongo - contestó con una sonrisa -. Va a ser muy emocionante... Estoy muy contenta de que hayan cambiado las normas...

- ¿Qué normas? - preguntaron Gia, Ron, Fred y George al mismo tiempo.

- Seguro que el profesor Dumbledore os lo explicará... ahora, portaos bien, ¿eh? ¿Eh, Fred? ¿Eh, George?

El tren pitó muy fuerte y comenzó a moverse. Los tres volvieron al compartimento. Solo habían pasado unos minutos cuando Blaise pasó a saludar. Ron lo miró con los ojos llenos de rabia al ver la sonrisa que le dedicaba su amiga. Juntos, salieron del compartimento.