Capítulo 15

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POV Gianna

Gia despertó por la mañana sintiendo un terrible dolor de cabeza, y por un segundo no entendió muy bien el por qué. Le costó un rato recordar que, cuando volvió de la torre de Astronomía de discutir con Ron y con Malfoy, había estado llorando hasta quedarse dormida. Y cuando se despertó y fue al baño, sus bolsas y los ojos hinchados se lo confirmaron. Alguien carraspeó detrás de ella.

Durante un minuto, aproximadamente, Gia y Hermione se miraron a los ojos. Finalmente, su amiga asintió y Gia corrió a abrazarla entre lágrimas.

- Lo sé... - le aseguró -. ¿Qué te parece si voy a buscar unas tostadas y damos un paseo?

- Por favor - le suplicó con voz quebrada. Juntas, salieron del cuarto entre aplausos que Gia ignoró para no tener que volver a echarse a llorar, y se dirigieron al Gran Comedor. Gia miró a la mesa de Gryffindor y vio, apenada, que Ron no estaba allí, pero si Colin Creevey, quien le hacía señas para que se sentara. Gia negó con la cabeza y Hermione salió a su encuentro. No fue necesario que Gia se defendiera, su amiga aceptó su versión sin un asomo de duda.

- Bueno, estaba segura de que tú no te habías puesto - declaró cuando terminó de relatar con voz llorosa lo que había pasado en la sala -. ¡Si hubieras visto tu cara cuando Dumbledore leyó tu nombre...!

- ¿Os apetece acompañar esas tostadas con algo? - dijo una voz detrás de ellas. Blaise Zabini las miraba con una sonrisa débil y tres vasos de bebida para llevar en las manos -. A ver si me acuerdo... Café largo con vainilla y toffee para la adicta a la cafeína y al azúcar - dijo, dándole uno a Gia -, y largo también con canela y un poco de leche para la otra adicta a la cafeína pero no tanto - declaró tendiéndole el otro a Hermione.

- Y con leche y mucha espuma y extra caliente para Zabini, que le gusta que le ardan los intestinos - recordó Gia. Blaise sonrió y se sentó -. Supongo que vienes a acusarme de poner mi nombre en el cáliz.

- Eso me ofende, Potter - le reprochó Blaise -. A diferencia del resto de mi casa - dijo con desdén -, yo sí te conozco. Y se que tienes muchos defectos, pero no eres una suicida. Y vi tu cara. Se que no pusiste tu nombre en el cáliz de fuego - ambas chicas, sobre todo Gia, le sonrieron agradecidas -. La pregunta realmente es; ¿Quién lo hizo?

- Moody tiene razón, Gi - intervino Hermione -. Y tu. No creo que un estudiante, ni siquiera tú, pudiese hacerlo... Tiene que ser mayor de edad para traspasar la línea de edad...

- ¿Habéis visto a Ron? - la interrumpió.

Hermione dudó y Blaise la miró sin entender. Entonces se dio cuenta de que Ron no estaba por allí.

- ¿Y Weasley? - preguntó.

- Eh... desayunando - dijo Hermione.

- ¿Sigue pensando que yo eché mi nombre en el cáliz?

- Bueno, en realidad... no creo que lo piense - contestó Hermione con incomodidad.

- ¿Ah, no? Pues anoche no decía eso.

- ¿No lo entiendes, Gia? - ella se encogió de hombros -. ¡Esta celoso!

- ¿Celoso? - repitió Gia, sin dar crédito -. ¿Celoso de que? ¿Es que le gustaría hacer el ridículo delante de tres colegios?

- Mira - le explicó Hermione con paciencia -, siempre eres tú la que acapara la atención, lo sabes bien. Se que no es culpa tuya - se apresuró a añadir, viendo como Gia abría la boca para protestar -. se que no lo vas buscando... pero Ron tiene en casa a todos sus hermanos para competir, y tu eres su mejor amiga, y eres famosa, eres popular y...

Soulmates IVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora