Capítulo 24

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----------------- ADVERTENCIA: ESTE CAPITULO CONTIENE ESCENAS DE SEXO-------------------------


POV Gianna

Ver pasear a Gia y Cedric por los pasillos del colegio conforme llegaba la primavera se había convertido en un constante en el colegio, y un suplicio tanto para Draco como para Ron.

Ron miraba a su mejor amiga desde la distancia, rumiando de celos y teniendo que callarse para no fastidiar su amistad con ella. Simplemente, no concebía la idea de su amiga siendo tan popular y exitosa entre los chicos y entre las chicas. Ron tenía en su cabeza, desde primero, que Gia era una chica dulce, desconfiada y tímida, y no salía de ahi por mucho que su hermano Fred le explicase que Gia se estaba convirtiendo en mujer, y que tenía todo el derecho del mundo a forjar su propia personalidad. Y lo peor, saber que había tenido la oportunidad de ir al baile con la chica que le gustaba y haberla desperdiciado por, como ella misma dijo, darla por sentada.

Draco era harina de otro costal. Se sentía especialmente enfadado cada vez que se topaba con Gia y Cedric en alguna esquina besándose, pero lo mas horrible fue la primera vez que los pilló en un aula vacía. Gia estaba sentada en una mesa, igual que la había puesto él, y rodeaba con sus piernas la cintura de Diggory, cogiéndolo de la corbata mientras él le acariciaba los muslos y dejaba pequeños besos en el cuello. El monstruo de su estómago bramaba exigiendo que le cortara las manos, mientras el corazón se le desgarraba en el pecho, imaginando que estaba en el lugar de Diggory, que Potter le agarraba de la nuca para besarlo y que el simple tacto de sus manos sobre su piel la hacía estremecerse. Mientras, estaba la cuestión Theo, que le rehuía cada vez que intentaba hablar con él como si tuviera la peste. Aún no estaba seguro de lo que sentía, y para colmo, la única persona con la que podía hablar abiertamente de esos temas hacía meses que no se hablaba con él. Celoso, confuso y enfadado, empezó a planear si tal vez debía volver a tratar de hablar con Potter, o incluso informarse sobre el tema en la biblioteca.

Una mañana, en el desayuno, Hermione estaba mas expectante de lo habitual por las lechuzas del correo.

- ¿Esperas alguna carta? Dudo que Percy nos haya contestado - dijo Ron -. Enviamos a Hedwig ayer.

- No, no es eso - repuso Hermione -. Me he suscrito a El Profeta: ya estoy harta de enterarme de las cosas por los de Slytherin.

- ¡Buena idea! - aprobó Gia -. Mira, parece que tienes suerte - comentó, señalando una gris que bajaba hacia ella.

- Pero no es un periódico - comentó decepcionada -. Es...

A la lechuza gris la siguió una parda y un cárabo.

- Yo creo que con un ejemplar nos vale, Herms - repuso Gia, agarrando la copa de Hermione antes de que las lechuzas que aparecían la tirase.

- ¿Qué narices...? - exclamó, cogiendo la carta de la lechuza gris -. Pero ¡bueno! ¡Hay que ver! - farfulló, colorada.

eRes una ChicA malVAdA. GiANNa PottEr se merEce alGo MejoR quE tú. vUelve a tU sitIO, mUggle.

- Que... artístico - comentó Gia, alzando una ceja -. Desde luego, la gente se aburre muchísimo.

- ¡Son todas por el estilo! - dijo Hermione desesperada, abriendo cartas -. "Gianna Potter puede llegar mucho mas lejos que la gente como tú..." "Te mereces que te escalden en agua hirviendo, suerte que ya ha encontrado a alguien que la valora" ¡Ay!

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