A unos 200 metros, al noroeste de Lincoln, se alza en una colina la Atalaya del vigilante, castillo de lord Colín. De allí a uno de los curso de agua que rodean la aldea, hay una planicie, la cual conforma el escenario en los alrededores del castillo, así que nadie puede acercarse a la fortificación sin ser detectado por los guerreros en la cima de las murallas.
Si fuese un enemigo, Cole y los demás jinetes a sus espaldas, ya hubiesen sido víctimas de una granizada de flechas, sin capacidades altas de contraatacar, debido a la altura de los arqueros en los muros de ese castillo, cuyas muchas regiones quedaban ocultas gracias a la noche, así que su forma negra estaba decorada por los puntos brillantes de antorchas y otras luces.
Al igual que los castillos, Colina Águila y Maxwell, Atalaya del vigilante está rodeada por una muralla triangular. 3 muros altos y férreos, con torreones en las esquinas. Estas similitudes están presentes porque los 3 castillos fueron construidos en las épocas donde los Brujos gobernaban un feudo desde Castillo trinidad y por su palabra, los muros de Atalaya del vigilante, Colina Águila y Maxwell, son un triángulo de piedra con torres en las esquinas, lo que las hace similares al mencionado castillo abandonado.
Cole llegó a la base de la colina donde se alza su morada y entró a un camino empedrado que traza una espiral ascendente de una sola vuelta, finalizando en el rastrillo de la edificación. Las cadenas tintinearon, alzando la reja de hierro con zapatos de punta de lanza, permitiéndole al primogénito del señor de la fortaleza entrar seguido de los guerreros bajo sus órdenes. Ha esas horas de la noche, la actividad en la casa del herrero, las barracas y otros edificios acompañando la estructura principal era mínima: solos los Soldados imperiales en las murallas percataron la presencia de Cole y sus guerreros, quienes se encaminaron a los establos, dejaron sus monturas a cargo de los trabajadores de dicho establecimiento y tras breves palabras, el noble se dirigió al castillo, mientras que el resto fue a las barracas.
La fortaleza es un edificio cuadrado y en su centro se alza una atalaya de considerables dimensiones, con muchas ventanas iluminadas por velas. En la cima, el techo conífero le daba un aspecto de dardo a la cúspide de la torre de homenaje.
Cole llegó a la acorazada puerta de doble hoja que era la entrada, custodiada por los guardias personales de su familia, guerreros que se distinguían de los Soldados imperiales por sus capas verdes con la figura de dos milanos rampantes, la cota de malla, el yelmo y las espadas encintadas. Como siempre, 4 vigilaban; todos hicieron reverencia y dos de ellos le abrieron la puerta.
— ¿Saben si mi padre está cenando en estos momentos? —preguntó Cole cuando las puertas dejaron de moverse.
—No lo sé mi señor, aunque es la hora de la cena.
—Bien —acató el guerrero con la ornamentada armadura y la cabeza de un milano conformando el yelmo, un ave muy común en esas tierras, aunque también en las de lord Thomas y Wexford.
Paso tras paso, entró al recibidor y siguió su camino, cruzándose con poca servidumbre, bordeando algunas sombras que estaban lejos de las antorchas y velas en las paredes, pilares y techumbres del castillo.
Él hablaría con su padre rápido, le daría un informe de su búsqueda, presentando sus argumentos y en plena cena, esperaba que su padre no realizara preguntas referentes a Saúl, al par de guerreros muertos u a él mismo.
De camino a la habitación, su escudero, un muchacho apenas entrando a la adolescencia, lo abordó y lo acompañó, siguiéndole las espaldas y dándole un saludo cargado de respeto, el cual él correspondió de la misma manera. Fue así que Cole cursó pasillos y escalones, apresurando levemente el paso, cuando su acompañante le comentó que su padre estaba cenando en esos instantes.
ESTÁS LEYENDO
En las Garras de la Bruja
AcciónCondenado a ser un asesino desde la primera década de edad, un hombre llamado Michael es un mortífero guerrero, quien despliega su espada y su capacidad de combate por obra del mejor postor. Este es el deber de todos los que forman parte de la orden...