IV

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- Fue un sueño Roan, debiste caer inconsciente debido a la herida, ¿Cuánto tiempo ha pasado? Solo toma a alguna mujer parecida, las mujeres no son un problema para ti.

- Si hubiese sido un sueño mi herida no habría estado sanada cuando desperté idiota.

- Bueno debió ser la bendición de los dioses, ellos te quieren, eres la protección del reino.

- Tu no entiendes.

Roan le tenía aprecio a Moloc, cuando se unió a la guardia real el fue el único que no lo despreció por haber sido esclavo, al contrario, admiraba su talento y parecía agradarle. Al poco tiempo se hicieron amigos. Moloc era el hijo de un noble cercano al rey anterior por lo que esa amistad benefició enormemente a Roan.
Moloc era el único con el que Roan se sentía tranquilo, no hablaban de cosas muy profundas pero se divertían juntos y hacían un buen equipo en las batallas, de alguna manera se entendían, aún sin palabras.
Pero está vez Roan no se sentía comprendido.
Le había contado su experiencia en el lago y de la mujer que lo había curado pero su amigo había dejado de creerle por una razón.
Roan había estado buscando a esa mujer por casi dos años pero buscar a una mujer sin saber su nombre ni nada de ella y solo con un dibujo era realmente difícil.
El joven guerrero disfrutaba dibujar, por eso hizo un dibujo de la mujer tan pronto como pudo y se dio a la tarea de buscarla, pero nadie la reconocía. Cuando se cansó de buscar en Astronomus, viajó a reinos cercanos con alianza a su nación, incluso hizo un peligroso viaje a Lyra, la ciudad donde perdió la batalla, para buscar a la doncella, pero no había ni un rastro de ella. Nadie que la conociera, ninguna pista. Es por eso que su amigo pensaba que se trataba de un sueño.

- La encontraré Moloc y cuando lo haga te golpearé por imbécil.

- Pero si no la encuentras yo abriré tu cabeza y le daré tu cerebro al rey como regalo. Tal vez disecado funcione mejor.

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- 𝑴𝒊 𝒏𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒆𝒔 𝑲𝒚𝒓𝒆𝒍𝒍.

Kyrell, Kyrell. El jefe de la guardia no podía dejar de repetir su nombre. ¿Era ese su nombre de verdad? Era simple pero único.

- Kyrell. Serás mía.

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Habían pasado cinco días desde la llegada de Kyrell y Roan no había podido verla, estaba tan cerca de él pero tan lejos al mismo tiempo. El guerrero comenzaba a desesperarse. Pero cuando estaba a punto de cometer una imprudencia su oportunidad para acercarse llegó.

- Roan, oh Roan te había estado buscando.

- Reina, ¿Qué desea de mí?

- Como ya sabes, el duque ha traído a una mujerzuela al palacio. Normalmente mi esposo no habría aceptado juguetes corrientes como ese en su harem pero la desgraciada logró captar su atención con ese baile horrible y ahora se ha convertido en la favorita del rey.

¿Cómo se atrevía a hablar así de Kyrell si ella era...

- El rey es un idiota. Lo sabes verdad Roan. - sentenció la reina acariciando descaradamente la mejilla del capitán. - No. ¡Tú que vas a saber si eres su más leal guerrero! ¡Eres su...
La reina se detuvo, sabía que había hablado de más y decidió no terminar.
- Como sea, necesito que vigiles a esa mujer y de ser posible que te deshagas de ella. No puedo soportarla. Odio su mirada.

- Su mirada... Es lo que más me gusta de ella querida reina. No se preocupe, yo me haré cargo. - dijo el guerrero para sus adentros y una sonrisa maliciosa se dibujó en su rostro.

Ciertamente el joven sentía un desprecio profundo por la reina.
Cuando llegó al palacio fue advertido con no provocar su ira ya que ella lo despedazaría vivo. No era ninguna exageración. Uno de los soldados provocó su ira y terminó siendo comido por los tigres que tenía como mascotas.
Roan en ese entonces era mucho más joven y temió acabar así, por eso aceptó todas sus órdenes.

Para su fortuna, a la reina no le interesó demasiado y lo dejó seguir con su vida. Fue un alivio, pero el guerrero siguió con el miedo de provocarla a ira y por eso cumplía con cada orden que la monarca le daba.
En este caso, sin embargo, la orden le sentaba bien. Podría estar cerca de Kyrell y fingir deshacerse de ella solo para tomarla él y cumplir sus deseos.

Estaba emocionado por cazarla pero lo que no sabía era que Kyrell era experta en el juego de la cacería y que ella, ya había comenzado a cazarlo a él.

Entre Magia Y Lealtad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora