XIII

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La sangre lo cubría todo, no había cosa alguna que se hubiese salvado. Fue una masacre total, la peor batalla presenciada por Roan. 

El ejercito fue completamente aplastado, intentaron huir pero fueron alcanzados y atravesados. El único que sobrevivió fue el jefe de la guardia, el cual tomaron prisionero y torturaron hasta la muerte. El ejercito enemigo estaba listo para atacar Astronumus, no solo deseaba atacarla, deseaba destruirla.

La nación de Eldoria y Astronomus disputaban constantemente por los territorios, pese a su rivalidad, tenían un acuerdo en donde se establecía que respetarían sus costas, sin importar qué, Eldoria no intentaría invadir Orión y Astronumus no intentaría invadir Zephyria. Sin embargo, Astronomus rompió el acuerdo y atacó Zephyria. Era una zona sin mucha seguridad por lo que tomarla no fue difícil. El reino se hizo de esa prospera tierra y a partir de ahí, empezó la guerra.

Al rey no le importaba enviar miles de soldados al frente solo para demostrar que él tenía un ejercito más grande. Convertirse en un soldado suyo era un auténtico infierno. Roan no tardó en vivirlo y de no ser por Moloc quien lo hizo su amigo probablemente habría sido una carnada como los niños que eran reclutados de aldeas pobres.
Moloc era el hijo de un noble lo que significaba tener un trato especial. No era enviado al frente, era entrenado por los mejores guerreros, se alimentaba y descansaba. Como él, habían más hijos de nobles que eran tratados de esa manera, todos ellos formarían parte de la guardia de élite lo cual les aseguraba no solo tener una buena vida sino también tener el respeto y admiración de todos. Uno de ellos sería elegido como sucesor de jefe de la guardia, y por supuesto, todos anhelaban serlo; debido a eso se odiaban y saboteaban unos a otros en silencio.

Quizá nadie lo deseaba con tanta fuerza como Moloc, quien se sentía horriblemente frustrado pues de todos, era el menos prometedor. Comparado con los demás, a él le faltaban muchas cualidades. Eso fue hasta que conoció a Roan, quien lo ayudó a mejorar a cambio de comida digna y un buen lugar para dormir, claro que al chico no le bastaba mejorar, tenía que deshacerse de los soldados del grupo si quería convertirse en capitán. Así fue como usó a Roan para lograr su cometido. Convenció a su padre de pagar la cuota para que su nuevo amigo entrara al grupo, después hizo que el rey los hiciera participar en peleas, si perdían debían ir a la guerra, él sin embargo, hallaba la manera de librarse de ellas y en su lugar, se aseguraba de que Roan los derrotara. 

Así fue hasta que la guerra se complicó y todos fueron enviados al campo de batalla. Los dos jóvenes sobrevivieron en gran medida gracias a su posición y privilegio, no obstante, en aquella batalla todo el ejercito fue arrasado. Astronomus estaba perdido, no tardarían en llegar hasta allá y destruir por completo el reino. 

Todos estaban muertos excepto Roan y Moloc, quienes se fingieron muertos y después escaparon. Mataron a un hombre que encontraron en el camino, tomaron su caballo y en dos días llegaron al reino. Rápidamente advirtieron sobre la situación y Roan sugirió un plan. El monarca debía establecer un nuevo acuerdo con Eldoria, regresar Zephyria y entregarle una parte de sus tierras conquistadas.

El plan era bueno, mas el gobernante de Eldoria no aceptaría, por eso debían hacer otro plan para tomar como rehén a alguien de la familia real hasta que el rey aceptara el trato. Era arriesgado y el rey de Astronomus era un hombre que no cedería, pero ante la situación en la que se encontraban, aceptó el plan y puso al joven Roan a cargo de la operación. 

El plan resultó, y aunque tuvo inconvenientes, lograron establecer un acuerdo. La mitad de las conquistas de Astronomus y Zephyria a cambio del príncipe de Eldoria y el fin de la guerra entre las naciones. 

Roan fue nombrado jefe de la guardia como recompensa por sugerir y llevar a cabo el plan que los salvó de la destrucción, sin embargo, no hubo celebración. Todo el reino se sentía humillado por perder sus tierras y a su ejercito. Pasaron cinco años para que recuperara su orgullo y eso fue gracias a la creación de un nuevo ejercito, dirigido por Roan, y a la conquista de una nación pequeña la cual se convirtió en un punto estratégico para el comercio. El rey se sentía un hombre nuevo y los habitantes veían a Roan como el salvador de la nación, el nuevo jefe había logrado restaurar Astronomus y ganarse el respeto de todos.

Aunque había alguien que no estaba feliz. Moloc. Él odiaba a Roan con todo su ser pues pensaba que le había arrebatado lo que le correspondía, al final, sin él, Roan no habría siquiera sobrevivido, todo se lo debía y pensaba arrebatárselo, no lo dejaría quedarse con aquello que creía suyo, por eso sonrió cuando encontró algo que podía destruirlo.
Esa mujer sería su perdición, él se encargaría de que así fuera.

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El rey había salido de su luto y poco a poco se reincorporaba a sus labores. Parecía estar bien de no ser por su mirada que expresaba un profundo vacío. Las personas en el palacio procuraban cumplir sus deseos con mayor diligencia que antes por miedo a que los matase sin piedad, había sido capaz de matar a su propio hijo, sería capaz de hacer cualquier cosa.
Kyrell había intentado permanecer cerca de él, no obstante, el monarca no quería estar cerca de ninguna concubina, ni siquiera de Kyrell lo que le hizo pensar que su magia había cadudado, aunque sabía que esa no era la razón, sino que el rey estaba realmente afectado.
De cualquier modo, debía seguir con su trabajo. Necesitaba eliminar a la reina, eso le daria un golpe fatal al resto de la familia, necesitaba eliminarla porque aún si el rey muriese no cedería tan fácil el trono.
Tenía miedo de usar magia para matarla, esta vez no sería fácil librarse de la sacerdotisa y no quería echar todo a perder. No usaría magia, aunque tampoco quería arriesgarse tanto, fue ahí cuando lo pensó, usaría veneno, era muy buena manejandolo, solo necesitaba ser cuidadosa en su proceder.

Kyrell salió del palacio y se dirigió al mercado para conseguir las hierbas que necesitaría, una vez que las consiguió regresó al palacio.

Subía cautelosamente las escaleras del palacio cuando vio a la princesa Heth y se detuvo abruptamente pues no quería ser vista. Prefirió ocultarse y esperar a que se fuera.

- ¿Quién te parece más bonita, mi hermana o yo?

- Cualquiera que sea mi respuesta mi cabeza podría rodar princesa.

- Entonces debería preguntarle a Roan.

- Adelante, le dirá que sin duda usted lo es para después ir con su hermana y decirle exactamente lo mismo.

- Ese tipo es un imbécil, no entiendo porqué mi hermana está enamorada de él.

- Estoy de acuerdo, la princesa Daleth es mucho para un cualquiera cómo él.

- Yo no diría que es un cualquiera, es el jefe de la guardia.

- ¿Ahora lo defiende?

- No. Pero hay que admitir lo que es. No solo es el capitán, también es atractivo. Si no fuera un libertino que ya estuvo con toda ciudad Velah y la mascota de mi padre quizá me interesaría.
Yo quiero a alguien ambicioso, que no tema desafiar a mi padre con tal de darme la corona. Y alguien que no haya estado con toda la ciudad ¡Eso es asqueroso!

- Estoy seguro de que lo encontrará y será la próxima reina.

- Por supuesto que yo seré reina. La tonta de mi hermana jamás lo sería y menos si se casa con Roan. Es igual de estúpida que mi hermano, los dos se enamoraron de unos idiotas.
Mi hermano, siento lástima por él, aunque gracias a que ya no está, la corona será mía.

- Estoy seguro de aquí será Princesa Heth. Yo le ayudaré a que así sea.

- Ambos tendremos lo que tanto soñamos, tú y yo trabajamos juntos, no lo olvides Moloc.

Ambos jóvenes comenzaron a caminar hacia el jardín y cuando ya estaban lo suficientemente lejos, Kyrell salió. Se dirigió rápidamente a su habitación y se dispuso a preparar el brebaje. Intentó no pensar en lo que acababa de escuchar, sin embargo, una rabia creciente se apoderó de ella.
¿Roan se casaría con la princesa Daleth?
No podía ser verdad, eso no podía pasar. No tenía claro el porqué pero se propuso a impedir esa unión a como diera lugar.

Entre Magia Y Lealtad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora