Con los preparativos de la boda, las tensiones en el palacio se suavizaron. El duque aparentaba ser el principal apoyo del rey y estar feliz por el matrimonio, por supuesto todo una era farsa. Él en realidad se sentía complacido por la muerte de la reina debido a que ésta siempre buscaba seguirle el paso y estar al pendiente de sus negociaciones, lo cual le causaba una gran irritación. Por otro lado, las bodas no le preocupaban, así como cualquiera que fuese elegido como heredero, el duque tenía la confianza de que la familia real sería asesinada y él sería coronado rey.
Pero no solo eso, aquel hombre deseaba ser visto como un héroe, como quien intentó proteger a la realeza de la tragedia, quién en su intento, puso en riesgo su vida y por desgracia, lo único que pudo hacer fue capturar a los traidores y vengar al rey poniendo fin a sus vidas. De esta manera, subiría al trono honorablemente.Aunque al principio no tenía en claro como lograría su cometido pues creía que el único involucrado en el asesinato sería Benedict, con la llegada de Kyrell y su creciente interés en el jefe de la guardia, las cosas se facilitaron. Su intención era dejar que el capitán se enredase con esa mujer al grado de convertirlos a ambos en traidores, pero a la vez protegerlos hasta que la joven cumpliese con su tarea de eliminar a los miembros de la familia real. Una vez que no quedase ninguno, el duque acusaría a Roan de traición y complot deshaciéndose así de la última persona que podría ocupar el trono. Mientras tanto, entregaría a Kyrell en manos de su amante, quien la haría pedazos debido a su deslealtad.
Jugar con Benedict era más que arriesgado, no obstante, el cortador de huesos no era alguien con demasiada ambición. Le gustaba el dinero pero no era un hombre de lujos y no parecía estar interesado en los embrollos de la corte, el duque pensaba que si cumplía con lo que éste pedía no tendría mayores problemas. Además se sentiría más seguro una vez que su mujer ya no estuviera dado que el asesino se volvía un tanto caprichoso a su lado, y eso representaba una serie de desventajas.Con lo que no contaba el duque, es que dentro del palacio ya había alguien con un plan casi idéntico, y qué tal persona, ya lo había puesto en marcha.
Tanto el duque como Moloc se estaban centrando tanto en su plan, que se olvidan por completo de una cosa crucial en el juego del poder, mirar tus alrededores.En el otro lado, a Kyrell le preocupaba lo que Benedict le pudiese hacer debido a su último movimiento, el cual la puso en una situación sumamente desfavorable en todos lados.
Podía sentir los celos del rey cada que algún hombre respiraba cerca de ella y también podía sentir los celos e ira de Benedict desde la lejanía. Le preocupaba cometer una mínima equivocación y terminar en los brazos de la muerte.
Ella por su parte, tenía unos celos terribles al saber que la boda de Roan y la princesa no tardaría mucho. Aunque sabía que eso era quizá, lo menos importante.
Si Roan era elegido como sucesor al trono sería el blanco tanto del duque como de Moloc, pero incluso si no era elegido, al morir Moloc, él sería el siguiente y el duque buscaría deshacerse de él a como diera lugar. Claro que el capitán era fuerte, sin embargo, el duque ya había puesto a una buena parte de la guardia en su contra, y Benedict, era un maestro en asesinar. No importaba quién fuese mejor o más fuerte, él siempre lograba su cometido, lo cual había demostrado en su última lucha.- No importa qué suceda, parece que tu destino ya está escrito Roan. - dijo la mujer en un suspiro, limpiándose las lágrimas.
La joven comenzó a preparar un círculo para realizar una petición. Puso las velas, dibujó el sigilo y añadió los elementos necesarios para su invocación.
Una vez todo estuvo listo, pronunció su petición.- Señor Sladeva, Dios de la destrucción y la nueva creación. Tú que ascendiste a los cielos solo para cobrar venganza. Tú que conviertes los reinos en cenizas y creas de ella barro para construir un reino aún más próspero, te ruego en esta noche, que destruyas el destino asolador de Roan, por favor, no permitas que sus enemigos lo alcancen y extiendan su mano contra él, protegelo de morir a manos de esos hombres despreciables. Te ruego por él en esta noche, prometiendo a cambio, derramar la sangre de la familia real que solo ha traído desgracias a la nación. Te ruego que escuches mi clamor y asimismo aceptes mi sangre en esta noche. A ti encomiendo su camino, señor del caos.
Tras esto, la joven tomó unos minutos para meditar y posteriormente, se apresuró a recoger y no dejar evidencia. Se sentía mejor, tal acción solo la motivó aún más a acabar con la realeza, solo que esta vez deseaba ser más violenta, deseaba hacerle sufrir.
Se levantó, quitó el polvo del vestido y salió a dar un paseo por el jardín, debía pensar en su próxima jugada, tenía que convencer al rey de no escoger a Roan como sucesor, después, acabar con el rey y encontrar la forma de culpar al duque junto con los soldados que lo apoyaban. Una vez muerto el duque, Moloc ya establecido en el trono bajaría la guardia y ella se encargaría de aniquilarlo, Roan subiría al trono y una vez allí, deshacerse de la princesa Daleth no sería un gran problema. Parecía un buen plan, sin embargo, Kyrell estaba consciente de que inculpar al duque no sería tan fácil, incluso lograndolo, lo más probable es que esté se levantaría en armas para derrocar a Moloc. Y también estaba Benedict, quien era claro que deseaba tomar la vida de Roan.
Todo esto la llenaba de una angustia desesperanzadora, su cabeza estallaría en cualquier momento, pero Kyrell no se iba a rendir, tenía que apostar todo, aún si eso significaba sacrificar su propia vida.
ESTÁS LEYENDO
Entre Magia Y Lealtad
FantasyKyrell es una bruja enviada como concubina al palacio con una tarea. Acabar con la familia real. Roan es el jefe de la guardia real y el más leal de los guerreros. Sin embargo, una dulce melodía de destrucción será orquestada por ellos.