Capítulo 11

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Perspectiva de Marina

Canción: Devil doesn't bargain, Alec Benjamin.


Comienzo a limpiar las heridas de Charlie mientras Theo me relata todo lo sucedido.

—Hoy estaba programada una pelea muy importante. Brad y Fer contra Felipe y Charlie, por el título oficial.

—¿Título oficial? —pregunto preparando un analgésico para Charlie.

—Felipe y Charlie son los nuevos campeones—explica Matías —. Las peleas son en duplas y ambos lograron ascender muy rápido. Brad y Fer los retaron por la revancha. Felipe debía pelear hoy, pero el muy idiota se drogó con cristales.

—Pipe... ¿en qué rayos estás metido? ¿peleas clandestinas?

—Es parte de su legado—comenta Theo sentándose junto a Felipe —. Su hermano y Yagami eran los campeones y cuando Pipe volvió al país, tuvo que defender el título de su familia.

«¿Legado? ¿Egan y Hiroki en peleas clandestina? Creo que dan el perfil»

—¿Cómo se te pudo olvidar algo tan importante? Eres un idiota. Sabías que Charlie contaba contigo. Si yo no hubiera estado, lo podrían haber matado—gruñe molesto Matías hacia Felipe.

—Yo no te pedí que pelearas por mí.

—No pelee por ti, pelee por Charlie.

— Pipe tú estabas drogado, no podías pelear. Solo habrías resultado herido—dice Charlie con dolor, sujetándose las costillas.

—Todos calmados y sentados. No quiero más peleas—ordeno con voz firme.

Los asesino con la mirada a cada uno hasta que toman asiento en las sillas.

—Bien. Charlie voy a inyectarte un analgésico, solo será un pequeño pinchazo, ¿sí?

Charlie asiente con su cabeza y extiende su brazo. Realiza una pequeña mueca de dolor cuando lo punciono y poco a poco voy administrándole el analgésico.

—Listo.

—Gracias—me responde con voz dulce.

—Ahora veré que tan profundo es el corte en tu cabeza.

Examino la lesión y por suerte es superficial. Le realizo unas pruebas y todos sus reflejos parecen estar en orden.

—No se ve tan mal, es superficial y no pareces tener un daño neurológico. —Le regalo una pequeña sonrisa.

—Genial, no quería volverme más idiota —responde con coquetería.

—Tendré que recortar un poco tu cabello para poder suturarte. ¿Está de acuerdo?

—Claro.

Corto su cabello y aplico un poco de anestésico local. Comienzo a suturar de la mejor forma que puedo, doy mi mejor esfuerzo, pero la piel del cuero cabelludo es difícil de atravesar y me cuesta trabajo cerrar la lesión.

—¿Está todo bien? —pregunta Charlie cuando yo no paro de dar gruñidos.

—Tengo la mano acalambrada. La piel es muy gruesa, se dificultad traspasar la aguja.

—Tienes que tensar muy bien para que quede firme, pero no demasiado—dice Felipe desde la otra esquina.

—¿Ya has suturado una cabeza? —Alzo mis ojos en su dirección.

—No, pero escuché cuando Egan suturaba a Hiroki. Tenso demasiado los puntos y Hiroki acabo con una cicatriz deforme y un corte de cabello rarísimo. Después de eso Hiroki jamás permitió que lo volvieran a suturar, ya te dije que es muy vanidoso. Ahora solo usa los corchetes y si puede colocárselos él mismo, lo hace.

El Demonio que DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora