Capítulo 37

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Perspectiva de Marina.

Canción: Still Here, Forts, 2WEI, Tiffany Aris.



—Estás jodidamente loca.

—Hanna.

—No, nada de Hanna. Lo siento, pero no voy a permitir que cometas esta locura.

—¿Y crees que tengo alguna otra opción?

—Puedes salir lastimada, él puede matarte.

—Vale la pena el riesgo.

—¿Qué? Estás realmente loca.

—Creí que tú lo entenderías.

—¿De qué hablas? —Me mira extrañada.

—Es mi turno de proteger a todas las personas que amo, además tengo una deuda, una gran deuda. Por culpa de Martín perdí a Julia. Ella murió protegiéndome y ahora yo debo pagarle de una forma justa. Me hizo prometerle que viviría y que saldría de allí, pero escapar es de cobardes. Quiero acabar con todo eso. Quiero salvar a todas esas chicas.

—Marina, la trata de personas es algo que lleva años sucediendo.

—Lo sé, pero quiero acabar con el dominio de Martín y si hago esto, Darius lo hará posible.

—¿Eso fue lo que te prometió?

—Sí.

—¡Dios! No puedo creer que confíes en su palabra.

—Apóyame. Por favor.

Hanna se levanta del sillón y comienza a caminar en círculos negando con su cabeza.

—¿Desde hace cuánto que está sucediendo esto?

Inhalo hondo recordando cómo inició todo esto.

—Darius me contactó hace unas semanas...


Recuerdo

Tomo una ducha ya más calmada. Hoy se cumple otro mes desde el fallecimiento de Julia. Desde que llegué a la isla, todos los días veintiuno del mes he honrado su vida dejando flores en el mar y no quiero que hoy sea la excepción.

Quiero tenerla siempre presente en mis pensamientos. Si no hubiera sido por ella, por su fuerza y valentía, yo no estaría aquí y menos hubiera tenido el coraje de seguir con vida.

«Gracias Julia. Pelearé y saldré adelante» prometo secando mi cuerpo y viendo mi reflejo en el espejo.

Me visto con tranquilidad, aún tengo bastantes horas antes de que Egan vuelva a casa. Le explicaré porque este día es tan importante y ruego porque me permita salir. Me molesta que se negara, pero comprendo sus miedos y la verdad es que deseo que él me acompañe.

Cuando estoy lista bajo al estudio de baile para ensayar unas coreografías que he creado. Bailo transportándome a otro universo, pero el vibrar de mi teléfono me distrae y freno mis pasos para ir por el.

Creí que sería Egan, pero tengo un mensaje de un número desconocido. Lo abro y suelto el teléfono de la impresión. Me agacho para volver a tomarlo con rapidez, mientras mis manos sudan. Miro la pantalla y veo una foto de mi madre y mi hermana pequeña caminando por la calle. La foto viene acompañada de un mensaje.

El Demonio que DeseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora