Capitulo XXI

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• ~ CAPÍTULO 21 ~ •


Juegos de luces, destellos dorados, blancos, azules era lo que su vista nublada lograba distinguir, parpadeando lentamente, desorientado y confundido.

¿Qué es este lugar? ¿En dónde se encuentra? ¿Qué pasó?

Presionando sus manos contra la blanda superficie, Harry intentó incorporarse ―Ugh ―se quejó, con su rasposa voz en su ligeramente adolorida garganta.

Su cuerpo... abdominales, piernas, brazos, todo estaba adolorido, y estaba cansado, muy cansado, y muy hambriento, sediento. ¿Qué pasó?

Ahora sentado, Harry rascó al centro de su desnudo pecho y miro hacia abajo. Oh, no era solo su pecho, estaba completamente desnudo. Miró la cama, no suya, en la que se encontraba, y era un completo desastre, estas sábanas definitivamente habían visto mejores días.

Pegajoso, se sentía pegajoso, su piel, la cama, incluso el aire de alguna manera, estaba asfixiante aquí dentro. ¿Qué pasó?

Harry se frotó los ojos y después todo el rostro ―Ouch ―expresó, tocando nuevamente su pómulo izquierdo. Dolía.

Confundido, bajó de la cama y caminó hacia la ventana. Intentó abrirla, pero no pudo; notó entonces que estaba asegurada y no se abriría a menos que tuviera la llave para hacerlo.

Rascando su nuca, Harry miró alrededor... ¿Es esta la fraternidad? Miró más. Sí, es la fraternidad, pero esta no es su habitación. ¿Qué? ¿Qué hago aquí? ¿Qué pasó?

Ropa regada en el piso; calcetines, ropa interior, una playera blanca, un pantalón negro.

Harry se acuclilló y agarró el pantalón deportivo, frunció el ceño. Esto no es mío. Se incorporó, la prenda en sus manos, mirándola. Esto es de Louis. Parpadeó, imágenes, memorias volviendo lentamente a su cabeza.

Estaba con Louis. Su corazón se saltó un compás, un poco de miedo provocando escalofríos en su piel al recordar lo que le había pedido al chico ojiazul. Besé a Louis. Harry elevó su mano, yemas de sus dedos rozando sus labios. ¿Le hice algo?

Su respiración se agitó un poco al mirar nuevamente alrededor, dándose cuenta. Está dentro de una de las habitaciones especiales para celo de Alfa. Oh por dios. Su ceño se frunció en preocupación. ¿Qué hice? ¿Qué pasó?

El pantalón cayendo de sus manos, Harry tomó su prenda interior, subiendo cuidadosamente la delicada pieza por sus piernas embarradas en fluidos ya secos de los que ni siquiera quería pensar. Harry no sabía cómo funcionaba este lugar, nunca antes había estado aquí. No había tenido un celo en dos años, y en toda su vida solo había experimentado dos, justo después de presentarse, cuando aún vivía en Cheshire.

La puerta estaba asegurada y no podía abrirla, no tenía su celular, y no podía recordar nada después de besar a Louis. Algo de pánico comenzó a llenar su pecho.

Harry miró, buscó, hasta que notó un aparato sujeto a la pared, un intercomunicador. Quitando la cubierta plástica, apretó uno de los dos botones.

    "¿Todo bien ahí arriba?" ―una voz preguntó por la bocina. Era el supervisor de dormitorio.

  ―Uhm... Sí. ¿Puedo... puedo salir? ―Harry preguntó, incómodo.

    "¿Terminaste tu ciclo?"

Esto se sentía muy raro, no estaba acostumbrado ―Sí ―respondió, ni siquiera estando seguro.

Forever And a DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora