Forever And a Day

Capítulo XXV

• ～ CAPÍTULO 25 ～ •

Jueves 28, Enero

Harry tuvo un sueño, uno vívido sobre algo que su subconsciente le hizo revivir; palabras fueron lanzadas a sus recuerdos de tan solo un mes atrás. Imágenes, como si una cámara lo hubiera filmado, y ahora él se estuviera observando a sí mismo afuera de la casa de Niall. Sentado al borde del escalón afuera de la puerta, su mirada en el pavimento bajo sus pies mientras sostenía su celular contra su oído, escuchando estas exactas palabras, como una perfecta grabación dentro de su mente:

"Pon atención, bebé, eso es lo que intento decir."

Fue tan confuso en ese momento, Harry no pudiendo entender nada... Ahora, sin embargo, cobró sentido, cobró mucho sentido. Y aún más, lo que recordó después:

"Niall mencionó algunas cosas interesantes, cosas que ha notado y una teoría que compartió conmigo, aunque, claro, para él solo es eso. Pero yo soy mayor, Harry, he vivido y visto muchas cosas que ustedes no; he leído, tú sabes que amo leer. Solo, pon atención, bebé, a tus emociones, cosas que quizás sientas y parezcan no tener sentido, corazonadas, sentimientos que ocurren cuando alguien está cerca de ti... o cuando están lejos. Siempre escucha a tu Alfa; quizá yo sea Omega, pero los instintos funcionan de la misma manera, y a veces ocurren conexiones distintas a las que ya conocemos. Conexiones que a veces van más allá de lo que se puede ver y tocar, conexiones que... se sienten con el alma."

Se lo dijo, de una forma no directa, pero se lo dijo, y Harry abrió sus ojos en un suave jadeo, saliendo de sus sueños.

Parpadeando la somnolencia fuera, agarró su celular de sobre su mesita de noche, frunciendo el rostro por la muy brillosa pantalla para sus sensibles ojos recién amanecidos, buscando por el contacto correspondiente.

Al encontrarlo, lo presionó, sosteniendo el celular contra su oído.

    "Harry" ―una suave y dulce voz respondió, claramente sorprendida y alegre de escuchar de él.

  ―Lo sabías ―fue su saludo―, sabías que somos almas gemelas, tú, sabías.

    "Sí, mi bebé" ―Anne respondió, entendiendo inmediatamente, una clara sonrisa marcada en sus palabras.

  ―¿Por qué no me lo dijiste?

    "Porque era algo suyo para descubrir" ―respondió―. "Solo ustedes debían entender y sentir el lazo. Y lo hicieron."

  ―Lo sentí ―Harry asintió. Exhaló―. Pero yo no me di cuenta, él me lo dijo.

    "Aun así, él fue el que te lo dijo, Harry, él, tu alma gemela, como debe ser, nadie más."

  ―Mamá, lo amo ―Harry simplemente dejó salir―. Lo amo con todo mi corazón, y él dijo que me ama también, y le creo, me hace sentir así. Puedo sentir su amor, puedo sentirlo dentro de mi pecho, dentro de mis venas.

    "Mi cachorro, estoy tan feliz por ti" ―Anne le dijo con cariño, realmente sonando así―. "Sabía que sabrías cómo escuchar tu corazón."

  ―¿Mamá?

    "¿Sí, Harry?"

  ―Todo esto aún es muy nuevo. Si Louis y yo ya somos almas gemelas ―mordió su labio inferior―, ¿Eso significa que ya estamos juntos? O... ¿Aun así debería preguntarle si, si le gustaría ser mi pareja?

    "¿Qué piensas tú?"

  ―Mm... Creo que, que estamos juntos, de cierta manera, pero, no sé, él no, no me preguntó nada, ni yo a él.