Capitulo II

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• ~ CAPÍTULO 02~ •

Louis hurgó en los compartimientos bajo la tarja de la cocineta y dentro de las alacenas, pero a no ser que Liam fuera quien tuviera uno, Louis no encontró ningún jarrón en el apartamento. Así que, optó por un alto vaso de vidrio, llenándolo con agua de la llave.

De regreso en su habitación, movió su lámpara de noche a su cómoda junto a su radio antiguó, y sobre su mesa de noche colocó el vaso.

Agarrando cuidadosamente de sobre su escritorio su rosa roja, que había mantenido a lo largo del día con el tallo dentro de una usada botella de plástico, Louis agachó su rostro para hundir delicadamente su nariz entre los pétalos. El perfume de la flor se deslizó lentamente por él, besando el recuerdo en su memoria.

Sonriendo, introdujo el tallo de la rosa en el vaso de virio, acomodándola hasta que quedó erguida y perfecta.

Apagando la luz de su habitación, Louis se deslizó bajo sus cobijas y se acostó de costado, el resplandor de la luna deslizándose al interior de la habitación por la ventana, bañando en plata su bella flor. Su tibio corazón comenzó a expandirse dentro de su pecho, latiendo mariposas y canciones de amor hacia sus venas, haciéndolo flotar.

Un sonoro y profundo suspiro armonizó el silencioso cuarto, mientras observaba el terciopelo natural de los pétalos, imaginando que había sido seleccionada de entre muchas otras, especialmente para él. Se sintió especial.

Exhalando complacido y contento, Louis dejó que la somnolencia cerrara sus párpados, su mente comenzando a formar sus sueños, hechos de verde esmeralda y suaves rizos.


Sábado 19, Septiembre

H: Conocí a alguien.

P: ¿Bueno o malo?

H: Extraordinario.

V: ¡Eso suena bien, H!

H: No realmente.

P: ¿Otro rechazo? :(

H: No llegué tan lejos como para eso. ¿Es normal que todo mi cuerpo duela y mi corazón esté sangrando por alguien que nunca fue mío?

V: Ugh, eso no suena para nada bien. Lo siento, H. De verdad desearía que todo fuera diferente.

P: ¿Quieres hablar de ello, H?

H: Me enamoré demasiado rápido. Caí como un tonto por alguien con quien no tengo ninguna oportunidad.

Se sentía como un millón de ajugas por toda su piel. Las filosas y puntiagudas puntas haciendo presión, pero no lo suficiente como para perforar, solo lo suficiente para causar sufrimiento. Agonía de querer que entraran y terminaran con su miseria de una buena vez. Pero no, solo seguían presionando y dejando pequeñas marcas que se volverían cicatrices para recordarle lo mucho que la vida lo detesta.

V: Lo siento mucho, H.

H: Sí. Yo también.


Lunes 21, Septiembre

  ―¡Buenos días, Bonnie! ―Louis saludó a la chica, en cuanto él entró a La Hoja Roja. La chica le devolvió el saludo (tal vez no con tanta viveza como él), continuando acomodando menús sobre las mesas.

Después de meter su pequeña mochila en su casillero y ponerse su delantal, Louis volvió tras el mostrador. Estirando sus brazos por sobre su cabeza, respiró profundamente, mientras los calientes rayos del mañanero sol lo bañaban en dorado.

Forever And a DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora