Capitulo VI

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• ~ CAPÍTULO 06 ~ •

Fue más difícil de lo que imaginó.

Louis había sido un idiota el último domingo que estuvo cerca de Liam. Fue un absoluto idiota al acostarse en su cama esa noche para acompañarlo hasta que se durmiera. Ya que, obviamente, su aroma se quedó ahí, y al siguiente día cuando Liam entró en celo, su Alfa se confundió sobre por qué había un olor a Omega, pero el Omega en cuestión no estaba ahí. Así que se sintió triste y frustrado por no tenerlo, y esa misma noche de lunes, mareado dentro de su estado, había comenzado a llamar al Omega que podía olfatear muy cerca de él.

El aroma de Louis realmente no era tan fuerte gracias a los supresores de ambiente que había puesto sobre su puerta, pero maldito sea el sentido del olfato super desarrollado de Liam.

La primera vez que pasó, Louis lo había alcanzado a escuchar a través de la música de sus audífonos, despertando en un susto, creyendo que algo malo le había ocurrido a su mejor amigo.

Pero al salir completamente de su sueño y tener su cordura de vuelta, recordó que Liam se encontraba en celo. Él tan solo subió más el volumen de su música, pero no pudo dormir más.

Al amanecer, cuando salió de su habitación, se detuvo al escuchar a Liam pronunciar su nombre muy débilmente. Iba a ignorarlo, hasta que el muchacho le dijo que se encontraba consciente por el momento, así que Louis aprovechó para preguntarle si se encontraba bien a través de su puerta.

Liam intentó bromear y ambos rieron por un momento. El muchacho se disculpó por llamar por él durante la bruma mental de su celo, pero Louis le dijo que no se preocupara, era entendible al él, un Omega, encontrarse ahí tan cerca.

Claro que, cuando el Alfa le hizo saber que su temperatura corporal estaba subiendo de nuevo, Louis se despidió y salió lo más pronto posible del apartamento.

A partir de ahí, todo se volvió un poco más difícil.

Porque no era solo el Alfa que llamaba por el Omega. Era también que... el Omega quería responder. Quería salir e ir con él.

Louis estaba muy consciente de que era Liam, era su mejor amigo y no se encontraba en sus cinco sentidos. El muchacho estaba mareado y confundido, actuando a puro instinto, no reconociendo conscientemente a la persona por la que llamaba. Todo lo que él sabía era que había un Omega a su alcance, quien lo estaba rechazando.

Por una buena razón Alfas y Omegas no viven juntos si no están en unión, y mucho menos están cerca durante sus ciclos.

Porque por más que sean amigos, o incluso se odien, entrando en estados de excitación tan elevados durante celos, al querer aparearse y procrear, el control quedaba perdido y su estado animal toma completo control.

Pero Louis sí estaba bien consciente, y tuvo que pelear contra sus instintos de querer entrar en esa habitación y dejarse anudar por el Alfa en celo que podía percibir y escuchar.

Louis también tuvo que pelear contra su corazón que palpitaba desigualmente por la culpa que sentía al querer ir con alguien que no era el Alfa del que él gustaba. Y después sintió aún más culpa porque ese Alfa no era Luke, el que actualmente lo cortejaba.

Salir del apartamento era toda una bendición.

Louis casi jadeaba al cerrar la puerta, después de sostener su respiración al correr por el apartamento para asegurarse que la estufa no estuviera encendida o alguna ventana se quedara abierta. Corría por el corredor para alejarse del asfixiante y (aunque le pesara admitirlo para sí mismo) atrayente y rico aroma.

Forever And a DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora