Las clases habían cabado y era hora de que el equipo de voleibol del karasuno entrenara, el torneo de primavera se acercaba y por ello era super importante no saltarse ningún entrenamiento.
Sin embargo, eso al rubio no le importo tanto. Tenía algo más por que preocuparse ahora.
Espero a que su mejor amigo terminará de guardar sus cosas y se fueron al gimnasio, el rubio entró ganando la mirada de todos al ver al más alto sin su uniforme deportivo.
Kei camino hasta el capitán y le hizo una leve reverencia lo que lo dejó confundido.
- Quiero pedir permiso para faltar al entrenamiento de hoy - se enderezó
- ¿A que se debe? - sawamura lo miro con curiosidad
- Mi novia esta enferma y quiero ir a cuidarla, ella es...bastante vaga para hacer algo ahora, se incluso que no ah comido nada - informo de manera seria
El de tercer año miró a su amigo peligris en busca de algún inconveniente con dejar que el de primero se fuera. Suga alzó los hombros con una sonrisa indicando que no había problema. Sawamura suspiro.
- Bien, ve con tu novia pero, mañana te quedaras una hora extra en el entrenamiento - finalizó
- Gracias - nuevamente realizo una reverencia leve - nos vemos mañana
Sin más, salió de la escuela rumbo a casa de su chica. Por más que trataba de no caminar rápido, su cuerpo iba casi trotando, muy en el fondo tenía unas inmensas ganas por verla y cuidar de ella aunque nunca lo admitiria.
Llego en poco tiempo algo agitado, tocó el timbre y una niña de no más de 7 años abrió la puerta, la chiquilla de inmediato se lanzó a su pierna abrazándola.
- ¡Kei! ¡veniste! - exclamó con emoción
- Hola, yui - acaricio la cabeza de la infante con cierto cariño - ¿Qué tal la escuela? - pregunto entrando a la casa junto a la niña rubia
- Bien, golpee a alguien - dijo orgullosa de sí misma
- ¿Ah?
- Fue algo leve. Es que quería comerse mis galletas y le di un manotazo y se puso a llorar el chillón - suspiro - quizá si me pase
- Eres igual a tu hermana - dijo con un toque de diversión - ¿Ella está en su habitación?
- Si, hace rato fui a verla y estaba hablando con su oso de peluche - le hizo una seña al mayor para que se agachara para susurrarle algo al oído - le preguntaba a su peluche que si tu vendrías a verla y cuidarla
- Genial, ya se volvió loca
- No, yo creo que ya estaba así - menciono para luego irse al sillón a ver la tv
Kei rio leve y fue al cuarto de su chica, la vio tirada en el piso en forma de estrella, escucho como se quejaba de manera exagerada y suspiro.
- ¿Qué haces ahí en el piso? - pregunto cuando se puso en cuclillas frente a ella
- Estaba contando las hormigas del piso - murmuro
- No hay hormigas aquí - frunció el ceño
- Ya se... - suspiro
- ¿Cómo te sientes?
- Mejor que hoy en la mañana, solo tengo temperatura - lo miro - quizá me falta comer
- En un rato te traeré algo, tu mamá me mandó mensaje diciendo que la esperara ya que ella trae la despensa
- ¿Mi mamá y tu se mensajean? - pregunto curiosa
- De vez en cuando, eras muy linda cuando bebe - uso un tono burlon solo para molestarla
- ¿Ah?
- Bien, arriba - la alzó entre sus brazos y la puso en la cama - ten
De su mochila saco unas cuantas paletas de chile, una bolsa de galletas de chocolate en forma de perrito, un termo con leche de fresa y para finalizar, mascarillas faciales.
Ella chilló feliz, abrazo a su chico dando varios besos en el rostro ajeno, el rubio solo la dejo ser, pues amaba verla feliz.
- Veamos una película - se acostó en la cama jalando al rubio en el proceso, provocando que el callera sobre ella
- Oye...
- Sshh - acaricio el pelo del de lentes - déjate querer
- Tu eres la enferma - le recordó
- ¿Y? Solo tengo temperatura y nisiquiera esta alta, no es nada grave - minimizó
El rubio rodó los ojos y se dejó mimar un rato.
Corto, pero aquí esta.
Alitzz fuera.
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