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Las clases habían llegado a su fin y los del club de voleibol se estaban cambiando para empezar con el entrenamiento diario.

La escuela invitada ya había llegado y solo faltaban ellos.

Tsukki ya estaba cambiado y solo esperaba a su amigo de la infancia. Pasados unos segundos, este salió con su sonrisa habitual, ambos caminaron hacia el gimnasio siendo acompañados por Sugawara quien hablaba con Tadashi.

Antes de poder llegar, vieron a unas chicas pelear en el pasto, a unos metros del gimnasio. Al instante en que reconocieron a una de las chicas, el primero en correr fue Kei, agarrando a la peligris por la cintura, suga detuvo a la otra chica recibiendo una patada que pareció no afectarle mucho.

Aquella chica de ojos dorados conocida como Hana, seguía aferrada a seguir golpeando a la contaría quien, se veía aún más cansada y afectada por la pelea. Por ello, Tsukishima puso fuerza para que la femenina no escapara.

- Calma, Hana - pidió Yamaguchi

- ¡No! Esa idiota todavía merece más - grito molesta

- Joder, cálmate ya - habló el rubio con dificultad, pues la chica seguía moviéndose cual babosa en sal

Al ver que suga se llevó a la otra chica, soltaron a la peligris, estando ambos alerta por si quería seguir echando pleito.

- A ver, ¿qué pasó? - pregunto el de lentes, cruzándose de brazos

- Nada - resoplo, rodando los ojos - esa tipa lo merecía

- ¿Pero, por qué? - el de pecas pregunto de manera amable, tratando de que la joven hablara

- Ella se le declaró a mi hermano y el la rechazo, por la molestia de no ser aceptada le golpeó en la cara - eso dejo a los chicos sorprendidos - el no hizo nada, solo se fue. Asi que, deje a mi hermano con Akaashi y me salí del gimnasio sin ser descubierta

- Y fuiste a golpearla - termino el peliverde

- Si - suspiro cansada - al menos, me desquite un poco - habló orgullosa de sí misma

- Eres una tonta - kei golpeó la frente de la femenina sin tanta fuerza - pudiste meterte en problemas

- Me hubiera dado completamente igual, se lo merecía - se cruzo de brazos

- Pero mira como te dejo - el más alto la vio de arriba a bajo, notando que quedó en mal estado

- ¿A caso no la viste? Ella quedó peor, incluso le arranque algo de cabello - alzó su mano con bastantes cabellos maltratados

- No creo que sea bueno que aún tengas eso en mano - opino el pecas

- Utilizaré esto para hacerle brujería - sonrió de manera tenebrosa

- Deja eso - el de ojos dorados marrones le dio un ligero manotazo, provocando que la chica soltara los cabello en su mano

- Eso era el trofeo de mi victoria - se quejo la chica

- Me va.le

- Bueno, creo que será mejor que entremos - sugirió Tadashi - nos regañaran si llegamos tarde

- Anda, peleonera - el rubio tomó la mano de la chica y ella no se resistió

- Esta bien - le era difícil no caer ante tsukishima

Los tres caminaron hacia dentro del gimnasio, captando las miradas enseguida, ¿y como no hacerlo? Si la chica estaba con el cabello echo un desastre, con un rasguño en la mejilla derecha, su uniforme sucio y si la revisabas bien, podías notar que una uña se le había roto, pero poco le importaba.

Su hermano pronto se acercó para revisarla por todas partes, viéndola entre sorprendido y preocupado.

- ¿Pero, qué te paso? - espero por una respuesta

- Mhm, me pelee? - evito el contacto visual

- Hana, ¿fuiste a golpearla? - pregunto un pelinegro

- Puede ser... - susurro

- Lo hizo - confirmo Kei

- ¡Tsukki! - se quejo al ser delatada

- ¿Con quien? - pregunto el peligris alarmado

- Alguien insignificante - respondió sin importancia

- Hana - dijo en advertencia el chico de ojos dorados

- No paso nada. Estoy bien - aseguró, y mentira no era - ahora, ve a calentar que no falta mucho para que el juego comience

- Si - acepto dudoso

- Anda, Kotaro. Kei me va a curar las heridas de volon pimpon - sonrió para calmarlo, aun si no funcionaba mucho

- Luego hablaremos tu y yo - dijo Akaashi, serio, luego ver a Bokuto irse

- Si, cuñis - se rindió la joven

- Bien - se retiro con calma, llegando con su equipo

- Iré a calentar - informo Tadashi para irse

- Tu deberías hacer lo mismo - dijo la de ojos dorados

- No te escaparas de mi regaño - advirtió el rubio

- ¿A caso no basto con el golpe que me diste en la frente y el manaso?

- Es obvio que no - respondió serio - y por peleonera, hoy no comeremos helado - eso dejo una expresión de terror en la peligris

- No, kei, todo menos eso - pidió de manera exagerada - eso nooo

- Te lo ganaste - se dio la vuelta para ir con su equipo, dejando a la dramática de lado

- Eres tan malo, Tsukishima Kei - fingió sollozar, pero eso no sirvió en kei, pues el ya la conocía bien

Normalmente no era malo con ella, pero, ver a su novia pelearse a golpes con alguien no fue mucho de su agrado, menos al verla como quedó.

Solo quedaba curar sus pequeñas heridas y, estar vigilandola para que no volviera a sacar su lado salvaje.






















¡Hooolaaaa!

Hace cuantos días no actualizaba?

Disculpen, la verdad no sabia que otra cosa escribir, de echo pensé en terminar hasta el capitulo 16, pero anoche tomé un paquete de galletas, una botella de agua y me puse a escuchar Måneskin, y de ahí surgieron dos one shots, el otro ya lo estoy terminando, ya solo es cosa de arreglar unas cositas y subirlo. 

Espero les haya gustado.

Nuevamente quiero agradecer por todo el apoyo que han dado a este libro, de verdad que no saben como feliz me hace.

Ojalá el sígueme one shot les guste, pues solo es narración.

Bye bye.





























One Shots - Tsukishima Kei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora