Ya se sentía mareado de tanto pensar, creía que su cerebro se quemaria en cualquier momento.
Todo ese lío en su cabeza tenía nombre y apellido.
Hanae Ishii, su novia.
Pero, ¿Qué era con exactitud, lo que lo tenía al borde del colapso mental?, es muy simple, no sabía que regalarle a su novia. Y no es como que la chica fuera odiosa o difícil de complacer. En pocas palabras lo tenía todo.
Sus padres al tener mucho dinero, siempre le dieron lo que ella pedía, aún así, ella trataba de no pedir mucho pues unas de las primeras cosas que le enseñaron fue a ser, humilde, amable, sencilla y compartida. Pero por más que le enseñaron eso, sus progenitores la llenaban de cosas cada que podían, querían que su hija tuviera lo que ellos no a su edad, aún si ella no pedía dichas cosas.
Faltaban solo dos días para su cumpleaños, era el primero que pasaría a su lado siendo su novio, por ello tenía la cabeza en estado muerto.
¿Qué le das a alguien que lo tiene todo?.
No es como si la familia de kei fuera muy adinerada, dado el caso, no podía darle regalos costosos, quería darle algo especial, algo que a ella le gustara y que nadie le hubiera dado, pero, ¿Qué?.
Suspiro frustrado, sobo sus ojos con ambas manos y se levanto de su silla, ya era hora de ir a la escuela. En el camino se encontró a Yamaguchi como era costumbre y juntos siguieron el camino hasta karasuno, ambos ya iban en segundo año.
El rubio tenía un debate mental, ¿Sería bueno pedir un consejo u opino a su amigo?.
Sobrepensaba mucho las cosas.
- yamaguchi - lo llamo sin verle
- ¿Si? - puso atención a su amigo
- tengo un...problema - ya esta, lo dijo
- ¿Qué sucede?
- se acerca el cumpleaños de Hanae - suspiro - y no tengo idea de que darle
- supongo que lo dices por que básicamente su familia es rica - se puso a pensar - el problema aquí es, darle algo que no tenga ya, ¿verdad?
- exacto, ya me canse de pensar, pero quiero darle algo - se asincero
- bueno, ¿Qué le gusta?, quizá si empiezas a pensar en las cosas que le gustan, algo se te va a ocurrir - opino viendo a su amigo
- bien - habló mientras hacía memoria, lo cual no le costó nada - le gusta el helado napolitano, el color azul rey, las pulseras sencillas sin mucho color, dormir mientras llueve, ver películas de terror de noche y caricaturas de día - suspiro - agua simple no de sabor, los collares, por alguna extraña razón le gustan los tacones altos con los cuales puede romperse una pierna
- ¿Algo más...? - preguntó, pues nada se le vino a la mente - dime algo que odie pero sigue con lo que le gusta
- no le gusta leer pues le aburre mucho, odia el color naranja, le encanta aprender sobre las estrellas, odia el calor, odia los insectos, le encantan los osos en especial los polares - tomo aire - no le gustan los anillos, es buena para hacer figuras con papel, ama a los niños, quiere un león como mascota y una tortuga también, le gustan las rosas y las dalias
- vaya que sabes sobre ella - expreso asombrado
- claro que se mucho, es mi novia - dijo de manera obvia
- es mucha información, pero, no se me ocurrió nada - habló apenado el de pecas
- ya pensaré después - suspiro con cansancio