<•> 18 <•>

2.3K 71 9
                                    

La vida es un misterio, nunca sabes cuando te dará un recuerdo bonito el cual querrás conservar el resto de tu vida, o, un recuerdo triste que solo querrás borrarlo de tu mente.

Las cosas buenas o malas siempre llegan sin avisar, como una sorpresa, pero jamás te dicen si dicha sorpresa será grata o perversa.

En un momento puedes estar en el punto más feliz de tu jodida vida y en cuestión de segundos, estar en la miseria. O al revés, puedes estar en lo más bajo sin esperanza, y luego estás en lo alto, disfrutando de la vida como si no hubiera un mañana.

Azumi era una chica normal, castañana y de ojos negros, estatura de 1.65, 20 años, universitaria. Ya saben, lo normal.

Ella estudiaba su carrera de nutrición, trabaja medio tiempo y cuidaba de sus hermanos. Sus padres murieron dos meses después de ella cumplir diecinueve años. Se quedó con la casa y se juro a sí misma cuidar de manera apropiada de sus hermanos, era difícil para alguien que apenas empezaba su vida adulta.

Nunca se esta bien preparado para cuidar de unos niños, menos si se estudia y trabaja.

Por fortuna, tenía a alguien que la apoyaba incondicionalmente, su novio, Tsukishima Kei. Eran novios desde hacía tres años. Se conocían bien, pero siempre aprendian algo nuevo del otro.

Kei sabía la situación de su novia, por lo que ayudaba con el cuidado de los infantes, pues la chica no aceptaba dinero proveniente de él, era su novio, no su esclavo, ya hacía suficiente con ayudar a cuidarlos cuando ella no podía.

Su relación era sana y amorosa, aun si a los ojos de los demás, kei no era romántico, ella notaba cosas que los demás no, muy aparte de él cuidado de sus hermanos, si a ella se le acaba el perfume, al día siguiente ya estaba otro nuevo, dos veces a la semana se encontraba un chocolate en su mochila, daba besos discretos al estar en público, hacía pulseras para ella, un ramo de rosas al mes, la llevaba a comer junto a sus hermanos, cuando dormían juntos él la cubria con las cobijas, la ayudaba a alaciar su cabello y muchas cosas más.

Todo era...normal, quizás común. O bueno, así lo sentían ellos.

Hacía días que a la chica se le veía cansada, luego no quería comer y se cansaba con rapidez. Eso a kei le preocupaba, pues, el desveló por la escuela, el estrés que provocaba el trabajo y el cansancio de ocuparse de dos niños, estaban haciendo efecto. 

Muchas veces intento hablar con ella para que se diera un descanso, pero era inútil, la joven decía que solo hacía lo que debía hacer para poder sobrevivir. Era tonta y testaruda.

Varias veces la vio quedarse dormida al estar haciendo algún trabajo escolar, o preparando la comida. Pero siempre despertaba para seguir con sus cosas.

Aquel día la estaba esperando para irse a la universidad donde siempre, en el semaforo que estaba a cinco cuadras de la casa de la femenina

Pasados veinte minutos, empezó a preocuparse, así que se decidió a irla a buscar. No contaba con que la vería en el piso estando de lado, con un pequeño charco de sangre abajo de ella.

Muerta. 

Estaba tan cansada por todo, que no se fijo al cruzar y un auto se estampó contra ella, la mujer dueña del auto se dio a la fuga, no le importo la persona herida. 

Kei se perdió, apenas podía distinguir a las personas diciendo que la ambulancia y la policía tardaban. Se acerco a su novia, aquella a la que había visto llorar y reír, enojarse y alegrarse, seguir a pesar de estar tan cansada.

Su corazón se rompió de una manera brutal, tantos recuerdos le golpearon la cabeza en segundos, abrazo el cuerpo sin vida llorando destrosado. Le pedía que despertara, como siempre lo hacía. 

No paso.

Sentía su mundo venirse abajo al no verla reaccionar, le pedía entre susurros qué abriera los ojos, que estaba viendo lo de una adopción para un cachorro, que ese mismo día había comprado boletos para viajar a Canadá, que no había comprado un anillo de compromiso en vano...

Cayó en cuenta, ¿qué le diría a los niños?, ¿cómo lo tomarían?, ¿qué pasaría con ellos?.

Escucho a la lejos el sonido de la ambulancia, se aferro más al cuerpo de Azumi y en medio de su llanto, le juró y prometió hacerse cargo de sus hermanos sin importar que, daría todo por ellos. 

La respiración se le fue cuando lo hicieron apartarse del cadáver.

Su mente decayó más al verla siendo metida a la bolsa mortuoria.

Noto algo dentro de él romperse al ver a sus pequeños cuñados llorarle a su hermana.

Su corazón dolió al verla siendo enterrada.

¿Qué pasaría si se enterara de que sería padre?, ese día no solo perdió a su novia, si no también a su bebé. 

No tardaría mucho en saberlo, pues en lo más alto del ropero de su novia, escondido hasta atrás, había una cajita mediana de un bonito color azul pastel. En su interior, había un traje para recién nacido y una prueba de embarazo.

¿Cómo se pondría al ver esa cajita?

Ojalá nuca la vea...























Aquí esta el segundo one shot de hoy.

Ambos los iba a subir ayer, pero me quedé dormida.

Les gusto? Eh?

Ojalá si.

Vale, no prometo nada pero, quizá en la noche subo otro.

Me dan ideas? Alguna aportación?

Bueno, ya, gracias por leer, por seguir aquí, de verdad, de todo corazón, mil gracias.

Bye bye.






One Shots - Tsukishima Kei Donde viven las historias. Descúbrelo ahora