Kei terminaba su trabajo más temprano de lo habitual, salió del lugar llendo a la cafetería donde se encontraría con su amigo de la infancia.
Conversaron un rato hablando de su día y recordando sus tiempos en la preparatoria. Eran momentos que ambos disfrutaban, aun si kei no lo decía en voz alta.
- ¿Y cómo está Azumi? - Yamaguchi tomó el último sorbo de su café
- Ha estado mejor - confeso en un suspiro - ya puede dormir más que antes - revolvió su te con la cuchara
- Ya veo - miro atraves de la ventana, viendo los hermosos colores del atardecer - me alegra
- Si - murmuro
- Quiero saludarla, ¿vamos a tu casa? - habló suave
Tsukki solo atino a asentir. Pagaron lo consumido y partieron al domicilio del rubio. No tadaron mucho en llegar al edificio, subieron por el ascensor y llegaron al piso de la pareja.
Entron despacio al departamento dejando sus zapatos en la entrada.
Notaron a Azumi en el sofá viendo la película de "el rey leon" con un peluche de rana entre sus brazos. Su expresión era suave pero de cierta forma triste.
Tadashi se acercó parándose al lado del sofá para llamar su atención.
Azumi despego su vista del televisor y volteo para encontrarse al que era como un hermano para ella, aun así, no se paro a saludar, solo sonrió lo mejor que pudo.
- Tadashi, hola, ven siéntate - hizo espacio para que el joven adulto se sentará a su lado
- ¿Cómo te sientes, Azu? - pregunto despacio
- Bien, voy mejorando - desvío la mirada - mi psicólogo dijo que ya hay mejoría en mi
- Que bien, me alegra mucho - sonrió leve, sintiendo un poco de alivio
- Gracias
- ¿Vamos? - apareció kei con dos abrigos en su brazo izquierdo - vienes también a eso, ¿no?
- Bueno, si - el peliverde se paro del sillón seguido de Azumi
Ella caminaba sin muchas ganas, se coloco su abrigo con ayuda de su esposo y los tres salieron del lugar.
El camino estuvo lleno de silencio, pero de vez en cuando salían a flote pequeñas conversaciones de cosas cotidianas.
Bajaron del autobús y caminaron unos cuantos minutos. Al llegar, la femenina tomó delicadas respiraciones para calmarse, pues su corazón latía con fuerza y tristeza, lo mismo que con Kei, pero el lo disimulaba mejor.
Entraron caminado lentamente, como si no quisieran llegar.
Cuando por fin llegaron, Tadashi se agacho dejando unas flores, Azumi por primera vez no se derrumbó y el rubio trato de no llorar.
"Aquí descansa el cuerpo del pequeño Tsukishima Sora, un niño que todos extrañaremos"
La pelinegra sonrió leve.
- Hola, mi amor - acaricio la lápida - quiero decirte que...ya estoy mejor que antes - tragó saliva - el doctor dice que voy mejorando, aun que es algo lento. Tu muerte aun duele y nunca dejara de ser así, pero estoy aprendiendo a vivir con ello
- Siempre miramos el cielo de noche - kei acompaño a su esposa - buscándote en las estrellas, pensando que una de ellas eres tu y que siempre cuidas nuestros sueños
- Sora, aun voy cada viernes a comer helado a tu lugar favorito como prometí - Tadashi suspiro sonriendo - y tu dibujo donde estamos tu y yo, esta colgado en el refrigerador - tomó aire, evitando sollozar
- Y hay una buena noticia, bebé, atraparon al que te hizo daño - una lagrima corrió por su mejilla - estará mucho tiempo en la cárcel
- Si, mamá le dio una buena paliza antes de que se lo llevaran - informo el rubio - fuiste vengado campeón
- Espero que estés feliz donde sea que te encuentres - Tadashi no aguanto y lloro, como siempre pasaba
- Aun veo tu película favorita por las tardes junto a Hiro, tu ranita - Azumi cerró los ojos al sentir una suave corriente de aire
- Mi niño, solo estuviste cuatro años con nosotros, y te aseguro que los disfrutamos mucho - el más alto sentía su voz romperse - puede que en otra vida, seas de nuevo nuestro tesoro y vivamos más tiempo juntos, viéndote crecer siendo alguien muy genial
Yamaguchi sentía como su corazón se rompia aun más al ver a la pareja hablarle a la lápida de su pequeño, si el estaba sumamente triste, no quería imaginarse el dolor extremo que sentían sus amigos. Era algo que dolía ver, el como ellos dos se derrumbaban poco a poco y trataban de mejorar por su bebé.
Era desgarrador.
Luego de un rato, los tres se fueron del cementerio, Azumi se quedó dormida en el transporte de camino a casa por lo que Kei tuvo que cargarla, pero no era como si le moslestara en lo absoluto.
Tadashi fue a su casa luego de acompañar a la pareja a su hogar, el rubio lo había invitado a quedarse, pero lo rechazo.
Cuando la pelinegra despertó al sonar su alarma, ambos salieron al balcón, viendo el cielo brillante por las estrellas.
Decir que es hermoso era poco.
Buscaron la estrella más pequeña pero brillante a su vista, le sonrieron y luego de admirarla un rato, fueron a dormir, esperando el día siguiente.
Es la 1:49 de la madrugada.
El insomnio está cabron.
Pero ando con toda la actitud.
Pregunta seria, les gusta bluey? Es una serie muy linda, verdad?
Segunda pregunta seria...
¿CREEN QUE SATORU VIVA O QUE SE QUEDARA COMO PAN DE NUEVE DIAS?
Bueno, nos leemos en el siguiente episodio.
Alitzz fuera.