Me desperté por la luz que amenaba del enorme ventanal de la ENORME habitación.
La luz me golpeó la vista y tuve que taparme con la sábana por el ardor de mis ojos.
Ahí me di cuenta que estaba sola en la cama.
Y también caí en lo que había pasado la noche anterior.
...
...
¡Chica reacciona!
Tuve sexo con Edward.
Tuve. Sexo. Con. Edward.
Fascinante ¿no?
Dios, aún recordaba sus manos en mi cintura para guiar él mismo mis movimientos.
Me puse nerviosa, seré sincera, nunca había montado a un chico.
Impactante.
Por eso cuando me ordenó que lo hiciera dudé un poco, espero que no haya notado mi nerviosismo.
Pero la cosa es que aprendí. Y por sus palabras, al parecer le había gustado.
Sentirlo dentro se sintió tan... delicioso.
Una cosa era cierta, su polla era la más grande que había estado dentro de mí.
Dolió un poco cuando me sentó de una sola estocada en su miembro, patético el grito que pegue.
Oh, pero eso sí, el tío se amamantaba más que un bebé. No me quejaría nunca de eso.
Me hubiera gustado usar la lencería que me había obsequiado, pero... bueeenoo. La cosa se dio en un momento muy inesperado, diría yo ¿cierto?
Cuando se disculpó conmigo... aver, cualquiera estará pensando que mentía, pero yo sabía que no, lo vi en su mirada, lo vi en su promesa de no volver a investigar sobre mí. Lo vi sincero.
Y... la razón del porqué me fui a su habitación, no fue solamente porque me daba miedo estar sola en esa tan grande, en parte sí, me daba miedo estar en espacios grandes sola, pero principalmente, porque volvieron las pesadillas.
Y con ellas el miedo, las inseguridades, los recuerdos dolorosos y talves más visitas con la Doctora Janis.
Ella y esa otra persona, eran las únicas que sabían el porqué de mis pesadillas y miedos frecuentes.
Dejando todos esos pensamientos a un lado, me senté en la cama y me estiré para coger mi teléfono de la mesita que el chico pelinegro tenía en su cuarto, para fijarme en la hora.
11: 35 am.
¡Carajo!
Y para colmo, estaba en su habitación, sola.
¡Doble Carajo!
—¡Edward! —chillé como una puta histérica.
Me aterraba estar sola.
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Secreto: Oscuro Y Perverso
Ngẫu nhiênUn psicópata y una chica normal, ¿qué podría salir mal?