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Dos semanas.
Era el tiempo que había pasado. Días, noches, tardes.
Escuela, casa, salidas, con amigos, con papá y Richard, con Edward...
Pasaron volando, también con la escuela, trabajos, proyectos, preparativos para el trabajo documental final.
Cédric se acopló muy rápido, ahora, él y el rubio son los que se hacen llamar "Chicos populares"
A cada nada le llegan notas de admiradoras secretas, y ellos lo toman como juego apostando a quién le dan más.
Es imposible decidirse, entiendo a las chicas, esos dos parecen salidos de Wattpad.
Sí, sé qué es.
Estas semanas también he leído bastante, me terminé el libro que me obsequio Xander, leí uno más que estuvo muy bonito también.
Ahora empezaría por el de la furgoneta celeste.
Decían que era muy triste...
Me encontraba en la tiendacuando mi teléfono vibró con una llamada.
—Ya lo tengo.
—Yo igual.
—Perfecto, te veo allá —colgó el rubio.
Vigésimo cuarto día del segundo mes del año.
El cumpleaños de Cédric.
Ya siendo mayor de edad, podría tener auto propio.
El sueño de todo adolescente.
Justo ahora, me encontraba en una tienda de tés.
Sí, a Cédric le encantaba esa cosa.
Compré un... ay no sé cómo se llama, pero es para que él mismo prepare sus propios tés, tienes unas bolsas grandes donde vienen distintos sabores, todo adentro de una enorme caja verde viejo.
Pedí que un taxi me recogiera justo en frente del local para no parecer una loca con la enorme caja.
Le habíamos organizando una fiesta sorpresa, este años ambos decidimos hacerlo por separado, pero, a los diecinueve sería un reventón.
Llegué a casa, todo estaba en silencio, la fiesta sorpresa no sería ahí, habíamos buscado un local para festejarla.
Henry se encargaría de llevar al cumpleañero al lugar.
Llegué a casa con bastante tiempo se sobra, ya que la fiesta sería a eso de las nueve de la noche.
No teníamos que preocuparnos por arreglar algo, también habíamos contratado gente que tuviera todo listo, solo para que nosotros llegáramos.
Eso sí, media hora antes que Cédric para pillarlo desprevenido.
Faltaban cuatro días para que yo cumpliera mis dieciocho años, cuatro días para que el acuerdo terminara...
