15||FRUSTRACIÓN

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"No mires al pasado si vas a arrepentirte de él"

AÑO 845
Y A S M I N

Dicen que cuando una parte de tu vida empieza a ir bien, la otra parte empieza a caerse a pedazos.

No habría mejor forma de describir mi situación actual. Porque justo ayer, todos, absolutamente todos, recordamos que vivimos con miedo a los titanes. Ayer apareció el titán colosal y el titán acorazado. Ayer la humanidad perdió la muralla María.

Y yo, pues perdí a mi madre durante la invasión de los titanes. Lo supe porque cuando inició la evacuación y todos los civiles retrocedieron a la entrada de la muralla me apresuré a ver si mis hermanos habían logrado subirse a un barco. Felizmente lo habían hecho, pero mi madre ya no estaba con ellos.

No quise indagar en cómo había muerto, así que solo me concentré en ayudar a las tropas de la guarnición a controlar el caos que se había formado luego de que el acorazado también destruyó la puerta de la muralla María.

Todo sucedió muy rápido, en la mañana salimos a una expedición con la misión de establecer la primera base de la legión en el exterior, pero habíamos fracasado como nunca antes. Fue la primera vez que ví al comandante Shadis explotar frente a una madre que solo quería saber si su hijo que había fallecido había sido útil para la humanidad.

Me sentí muy mal cuando lo escuché decir que no había logrado nada, que seguimos sin saber nada del origen de los titanes y que es su culpa. Intenté acercarme para decirle que no piense así, pero Levi me detuvo del brazo. Lo miré, pero él ni se inmutó en hacerlo. Supuse que seguía molesto porque decidí ya no encabezar la formación con él.

En mi defensa, una cosa era confiar en él y otra muy diferente que me obligue a confiar en otras personas. Si él deseaba trabajar con otras personas además de mí, podía hacerlo. Pero yo no tenía porque participar en su circo.

Con ese pensamiento le dejé el camino libre y me uní a un escuadrón de la retaguardia. Lamentablemente, quizás fue una mala idea, porque desde ahí no pude ayudar a evitar el resultado que luego terminaría por atormentar al comandante.

Para el día de hoy, todos los refugiados de la muralla María están haciendo fila para recibir algo de comida. La verdad no sé cómo le vamos a hacer ahora que la humanidad ha perdido un tercio de su territorio, ¿dónde irán a parar tantas familias? ¿Con qué recursos se alimentarán tantos niños huérfanos?

Me abro paso entre la multitud para conseguir algo de pan y leche para mis hermanos. Los de la guarnición no ponen resistencia porque me ven con mi uniforme de la legión, supongo que tienen órdenes de también dar prioridad de alimentar a los familiares de los soldados.

Mientras busco a Dominic o a Leyla, mi mirada se posa en un niño de cabello amarillo y suéter celeste, es casi de la edad de mi hermano. Él se hace regañar con alguien de la guarnición por querer hacer fila dos veces para tener una ración extra. Estoy apunto de ignorarlo, pero cuando trata de explicar que no es para él, sino para sus amigos, de cierta forma me pongo en su lugar. Yo estoy haciendo lo mismo.

Me acerco y lo alejo de ese ambiente. Él solo me sonríe agradecido y más aún cuando le ofrezco dos hogazas de pan.

— Mu-muchas gracias, señorita —Me hace una reverencia que me causa ternura. Dominic jamás se comportaría así, él creció más frío y distante por culpa de nuestro padre—. Espero tenga suficiente para su familia.

𝐅𝐢𝐧𝐝 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐭 𝐒𝐮𝐧𝐬𝐞𝐭 |𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora