27||REALIDAD

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AÑO 850
L E V I

— ¿Quién te dijo que lo hicieras?

Su pregunta enciende mi enojo. No puedo creer que me haya respondido algo así. Parece que no le interesará escucharme.

Tú tampoco la quisiste escuchar antes.

Silencio a mi subconsciente y salgo de esa pocilga de oficina dandole un portazo a la maldita puerta. No debí entrar ahí en primer lugar, pero al ver salir a Hange deduje que había encontrado a Yasmin. Sin embargo, quería confirmarlo por mi mismo así que entré a esa habitación.

"¿Donde está?"

"No lo sé, solo la ví en medio de este caos. Creí que te habías cruzado con ella."

"No la ví, además, ella sabe cuidarse sola, ¿no?"

"Si, pero Armin dice que puede estar herida, yo creo que..."

"¿Y sigues aquí parada? Vé y búscala tú, ¿no?"

"¿Qué hay de ti? Podrías ayudarme también, ¿no crees?"

"Es tu amiga, no mía."

Recuerdo mi conversación con Hange a medida que me alejo. Detengo el paso cuando viene a mi mente la última respuesta de Hange.

"¡Ya decídete, Levi! Reaccionaste cuando te dije que ella estaba aquí. ¡Te preocupaste! ¿Ahora finges que no te interesa lo que le haya sucedido? No hay peor ciego que el que no quiere ver, ¿te lo habían dicho?

Recordar esa frase activa y duplica todo lo que siento por dentro en este momento. La verborrea no está en mi personalidad, por eso mismo no creo que hablar sirva de algo. En especial ahora, cuando tengo tantas cosas atoradas dentro que no sé cómo sacarlas. Nunca antes me había pasado, es decir, yo estimaba a Yasmin, pero desde que la volví a ver y en especial desde que volví de la última expedición, mi forma de verla ha cambiado.

Incluso puedo decir que el enojo que tenía con ella se ha ido apagando en los últimos días. Porque me dí cuenta que estaba siendo un necio. Aunque claro, una cosa es aceptarlo contigo mismo. Otra cosa es hacérselo saber a la otra persona.

Pero, ¿cómo?

Petra me enseñó la manera.

Es horrible decir y admitir esto, pero ahora me pongo en su lugar y entiendo el porqué no pudo resistirse a besarme aquella noche.

No me molesto en tocar así que abro la puerta y me encuentro a Yasmin justo a lado. Tiene los ojos humedecidos. ¿Estaba llorando? Lo que me faltaba. Parece que estoy recreando la escena con Petra. Eso me hierve más. Yo no quiero recrear ese momento, quiero vivir uno nuevo. Experimentarlo de verdad, sin arrepentimientos, sin disculpas, sin temores, sin interrupciones.

Por eso mismo no la dejo hablar y simplemente tomo su rostro con ambas manos y la beso. La palma de mi mano toca la venda de su mejilla izquierda mientras que una especie de fuego y hormigueo se extiende por todo mi cuerpo en cuánto mis labios tocan los suyos. Los muevo despacio, esperando una reacción de ella que parece no llegar nunca.

No sé si de verdad la he sorprendido o si simplemente está esperando para golpearme y alejarse. Esto fue una mala idea. Genial, ¿ahora cómo le daré una explicación de mis acciones? Ella está inerte.

Quizás estuve equivocado todo este tiempo y simplemente estoy arruinando todo. Suelto su rostro y a casi un segundo de alejarme, ahora es ella quien me besa, está vez ya no se queda tiesa, sino que me devuelve el beso con una intensidad que por mucho supera cualquier expectativa mía.

𝐅𝐢𝐧𝐝 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐭 𝐒𝐮𝐧𝐬𝐞𝐭 |𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora