𝐅𝐢𝐧𝐝 𝐲𝐨𝐮 𝐚𝐭 𝐒𝐮𝐧𝐬𝐞𝐭 |𝐋𝐞𝐯𝐢 𝐀𝐜𝐤𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧|

24||DERROTA

"Podemos ser fuertes. Pero no invencibles."

AÑO 850
L E V I

En todos los años que llevo en la legión, nunca antes había tenido que probar mi capacidad para confiar en Erwin. Simplemente lo hacía porque él me ayudó a ver el mundo de distinta manera. Una manera donde cada uno de nosotros valía algo y debía servir para algo. Que teníamos una misión. Un propósito por el cuál debíamos esforzarnos en mantenernos con vida.

Y hoy, mi misión junto a mi escuadrón es proteger a un niño inestable, pero que también puede ser la clave para terminar con la opresión de los titanes. Nadie hubiera imaginado que un humano que también puede convertirse en titán nos ayudaría a exterminarlos. Sin embargo, había un problema.

Él no es capaz de controlarse.

Así que estas semanas antes de salir fuera de los muros nos aislamos en el castillo para justamente tratar de que Eren Jaeger controle sus habilidades de titán cambiante. Hange era la única emocionada por experimentar con él porque mi equipo y yo solamente pensábamos en el plan de contingencia por si las cosas salían mal.

Al hacerme cargo de él, sabía a lo que me enfrentaba. También sabía que a mi equipo le iba costar confiar en Eren, porque claro, no es fácil aceptar que arriesgaras tu vida sino tienes claro el motivo por el cuál vas a hacerlo.

Así que cuando Erwin me informó sobre el verdadero objetivo de la expedición, no tuve más remedio que aceptar ocultar esa información a mis subordinados. Al parecer, está muy seguro que hay un infiltrado en las filas de la legión, uno que probablemente posee las mismas habilidades que Eren y por ese motivo quiere llegar a él, cueste lo que cueste.

Quedarme callado mientras mi equipo empieza a ponerse nervioso por no recibir otra instrucción además de seguir cabalgando dentro del bosque de árboles gigantes es una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer. Porque usualmente yo les confío información a ellos, pero esta vez debe ser la excepción.

Espero un poco más hasta que ya es hora.

— Todos, protejan sus oídos —Son mis únicas palabras antes de disparar la granada de sonido. Luego de que se recuperan del ruido, les llamo la atención a todos indicando que su única misión es asegurarse de que Eren no tenga ningún rasguño, que no pasaremos a los maniobradores porque seguiremos cabalgando.

Mi equipo lo entiende y recupera la concentración. Pero Eren no. Él sigue empeñado en que debemos actuar. Pidiendo que nosotros hagamos algo. Pidiendo que el escuadrón de operaciones especiales, el que supuestamente se caracteriza por ser el mejor dentro de la legión, haga algo para no dejar morir a los que están detrás de nosotros.

Miembros de la legión que están muriendo a manos de ella. De esa maldita perra. La titán hembra. Nos ha estado persiguiendo desde que ingresamos al bosque revelando dos cosas, su identidad como otro titán cambiante y también su objetivo, capturar a Eren.

Escucho a Petra hablarle a Eren, diciéndole que no lo haga así que asumo que él tiene la idea de ir por su cuenta y enfrentar a la titán hembra. Honestamente, él puede hacer lo que se le de la gana y se lo hago saber.

— Eren, la diferencia entre tu decisión y la nuestra es la experiencia, pero no tienes que depender de eso. Decide. Cree en tí o cree en la infantería de reconocimiento y en mí. —Le doy la opción a que escoja. Si confiar en nosotros o ir solo, porque cualquiera de las decisiones que tome traerá un resultado, uno que ninguno de nosotros puede saber si será bueno o malo.