CARISSA
-Carissa Daft bajo ninguna circunstancia seria el objeto de mis deseos, solo es una amiga y no será nada más.
Las palabras de Xander golpearon mi corazón e hirieron mi orgullo más que un golpe en el rostro.
Estaba sentada detrás de los arbustos observando las estrellas en el cielo oscuro cuando el sonido de su voz llamo mi atención.
La pared de arbustos le impidió a el y sus amigos tener una visión de quien estaba al otro lado por lo que decidieron hablar con completa confianza.
Los cotilleos continuaron, me acerque aún más para escuchar con claridad, la conversación fluyo sin embargo ninguna oración estaba dirigida hacia mi.
No era la primera vez que escuchaba palabras de desprecio hacia mi, en el pasado eran más frecuentes o no eran tan obvias.
No era considerada por la sociedad como una mujer hermosa, era robusta y ahora una solterona de veintiocho años.
Unos años atrás me vi muy afectada sobre todo por mi madre quien no dejaba de recordarme mi posición en la sociedad.
Creo que por fin lo ha aceptado ya que no me busca pretendientes en cada baile al que asistimos.
A pesar de mi desgracia en el amor me consideraba afortunada al tener amigos con quien podía contar hasta el final de mis días.
Uno de ellos era Xander o eso es lo que creía hasta esta noche.
Había bailado conmigo como de costumbre, era el único que se atrevía a bailar a mi lado sin importar que los demás pudieran pensar que estaba interesado en mí.
Sé que eso le brindo muchas burlas, pero no sabía que él se sentía así conmigo.
Pensé que éramos amigos, amigos de verdad.
Este lugar ha adaptado la costumbre de despreciarme como si tuviera a intención de cortejarlos.
Yo nunca he hablado nada mal de él, al contrario de mi, solo salen cosas buenas.
No es que tuviera algo que decir para ser honesta, Xander era el hijo de un hombre de negocios muy acaudalado, sino el más adinerado de la ciudad, era guapo desde la infancia, popular y aventurero, cualquier familia estaría honrada de tener a Xander como yerno.
Entendía la razón por la que muchas me miraban con desprecio cada vez que bailábamos que era muy a menudo, prácticamente bailaba conmigo la mitad de la noche, solo es mi amigo, Xander y yo solo somos amigos, nos conocemos desde la infancia, vivimos enfrente, es normal que seamos amigos.
La primera vez que hablamos fue cuando quede atrapada en la rama de un árbol, llore tan fuerte haciendo que él me escuchara, corrió hacia mí y me ayudo a bajar del árbol, tenía cinco años y el diez.
Cuando me dejo en el suelo lo vi con tal admiración mientras el sacudía mi vestido, era una niña, pero entonces sentí lo que ahora siento cada vez que lo miro.
Arregle la falda de mi vestido antes de caminar hacia el salón, busque entre la multitud a mi madre, la vi hablando animadamente con una de las tantas damas de sociedad, busque a mi amiga Leonor la hermana de Xander hablando de forma casual con un hombre, note que el la veía como si Leonor tuviera tres cabezas.
Sabía que estaba hablándole de sus pensamientos que no ha muchos les parece adecuado que una dama hable.
-Que baile más aburrido,
Me gire para ver a la señora Spencer detrás de mí, se apoyaba en su bastón con una mano mientras que en la otra uno de sus sirvientes la sujetaba.
-A mí me parece que está en lo mejor de la noche. –Declare con entusiasmo fingido.
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Señorita Daft
RomanceCarissa Daft fue obligada a casarse con el hombre del que siempre ha estado enamorada después de que él la rechazara delante de sus amigos. Escribí esta historia inspirada en Polin. Lamento los errores ortográficos, no me juzguen, solo escribo por...