Capítulo 19

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CARISSA

-Si no la sacas de esta casa en este instante seré yo quien se vaya y no me importa que sea medianoche.

Cubro mi rostro con las manos ante la importancia que aqueja todo mi ser, lágrimas corren por mis mejillas empapándolas por completo.

Durante el enfrentamiento con Beatriz contuve las ganas de romper a llorar con cada insulto, pero con Xander me derrumbé.

-¿Qué ocurrió? -Murmura mientras limpia mis lágrimas con sus dedos.

-Estoy harta de sus maltratos, toda la vida me ha insultado, ¡Estoy cansada! –Grito.

Arrugue con mis manos su perfecta camisa y me pegue a su pecho.

Esperaba que me apartara inmediatamente, sin embargo, dejo que me quedara en esa posición hasta que mi llanto ceso.

-Envíala lejos, por favor -Suplique.

Acaricio mi espalda mientras sollozaba.

-Nunca dijiste que ella hiciera eso.

Porque nadie me creería.

Lo habría negado y todos la respaldarían.

-Es medianoche. –Continuo. –Dejemos que el sol salga antes de decidir qué hacer.

Aún estaba contra su pecho cuando supe que no la enviaría a otro sitio, me aleje de él y me limpie las mejillas con las mangas de mi vestido.

-Quiero irme lejos. –Confesé. –No puedo soportarlo más...

-¡No!–dijo rotundamente.

Tomo mis manos entre las suyas.

-Pensé... Pensé que había cambiado, pero su visita ha sido insoportable, no la toleraré más.

-Carissa, Beatriz es tu familia, no podemos simplemente echarla de la casa.

Pestañeo rápidamente cuando mi visión se volvió borrosa debido a las lágrimas.

La mayor parte de mi vida he mantenido la postura tantas veces ante ella, pero esta vez no.

Inhale un poco de aire antes de hablar.

-Tienes razón. –Alise mi vestido y acomode mi cabello detrás de mi hombro. –Quédate con ella. –con rapidez giré sobre mis talones para salir de la oficina.

No alcance a llegar hasta la puerta, me tomo de la muñeca para detenerme y cerró la puerta con fuerza, el sonido de la madera golpeo por todo el lugar.

-¡Detente! –dijo con mala cara.

-Toma una decisión. –Enderece mi postura.

Los ojos de Xander se han vuelto mortales, detesta que le digan que hacer.

-Charles llega mañana. –dijo con su rostro pegado al mío, la vela en su escritorio se había apagado mientras hablábamos, la luz de la luna era lo único que me permitía ver su mandíbula apretada.

Arrugue la nariz al escuchar su nombre, Charles es un patán que por supuesto le dará la razón a su esposa aunque no la tenga.

No estaba dispuesta a ceder, la reseca y la humillación me había dejado al límite de mi paciencia.

-Escucha. –dijo acercándose más. –Hablaré con Charles para que...

-¿Por qué están aquí?

Mi prima me ha odiado desde siempre, su esposo es el equivalente a ella, si Beatriz odia a alguien, Charles también lo hace, no entiendo la razón de estar cerca de mí.

Señorita DaftDonde viven las historias. Descúbrelo ahora