Capítulo 3: La Familia

174 17 1
                                    







________ no sabía dónde mirar ni qué pensar. La corroía la culpabilidad. Todo parecía estar escapándose a su control. No solo sentía que estaba luchando constantemente con sus instintos de dejarse llevar y disfrutar del hombre que tan capazmente la tenía entre sus brazos. Aquello no era tampoco lo que había supuesto que sería. Había esperado una unión sin complicaciones, la oportunidad de dejar expuesta a Donquixote Doflamingo y, al final, conseguir sacarle lo que su padre y su fallecida madre se llevaban mereciendo durante tanto tiempo.

Estaba casada. No era la boda con la que había soñado de niña, la boda en la que su padre la conduciría orgulloso al altar, sino la boda orquestada por un organizador de bodas desconocido para que ella pudiera casarse con un desconocido. Había estado

segura de que podría manejar la situación. No podía ser tan difícil...

Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos tenía una hijastra, o algo parecido, y no se trataba de una hijastra cualquiera, sino de una niña que ya sabía muy bien lo dolorosas que puede ser una pérdida y cómo el mundo entero de una persona se puede poner patas arribas de la noche a la mañana.

_________ ya sentía un cierto cariño por la niña... ¿Cómo no iba a sentirlo? Rose era una niña alegre, simpática y expresiva. Todo lo que la propia _________ había sido con esa edad, excepto cuando su mundo se puso patas arriba y se cerró en sí misma. Entonces, no se había parecido en nada a Rose. ¿Podría seguir con aquel matrimonio para luego marcharse sin causar daños colaterales?

Lo dudaba. Estaba casada, tanto si le gustaba como si no, durante al menos tres meses bajo los términos del contrato que había firmado. Lo había hecho segura de que aquello sería una experiencia más, en la que escribiría su artículo y de la que se olvidaría sin mirar atrás.

Law la estaba observando. Resultaba evidente que esperaba que ella respondiera. Él se había mostrado muy sincero con ella sobre lo que esperaba de aquel matrimonio y era justo que esperara lo mismo. Sin embargo, la sinceridad le estaba quemando a _________, aunque hubiera querido. Llevaba toda su vida adulta preparándose para aquel momento, para conseguir venganza

por las infundadas acusaciones de Doflamingo contra su padre, cuando ella le acusó de contabilidad inadecuada y apropiación indebida de fondos. Aquellas acusaciones habían manchado para siempre la carrera profesional de su padre y le habían hecho parecer indigno de la confianza de los posibles nuevos clientes.

Tales acusaciones habían supuesto una tensión añadida a la ya precaria salud de su madre, que sufría esclerosis múltiple. Poco a pocos, habían ido consumiendo sus ahorros y habían tenido que vivir de la caridad de la gente y de los ingresos esporádicos de su madre. No habían podido pagar las facturas médicas que hubieran podido aliviar la enfermedad de su madre y habían terminado abandonando su ciudad para marcharse a otra nueva, donde el coste de la vida era más bajo. Desgraciadamente, esto había alejado a su madre aún más del equipo médico que se había encargado de su cuidado.

Parte de la ira que había crecido dentro de _________ a lo largo de su vida volvió a cobrar vida y la ayudó a bloquear en parte la culpabilidad que sentía hasta que esta se convirtió tan solo en una mera molestia.

–Me comprometí a casarme contigo y cumpliré con mi parte, Trafalgar D. Law.

Él se tensó como si hubiera estado esperando escuchar más, pero _______, no estaba dispuesta a mentir descaradamente ni a hacer falsas declaraciones.

Estaba allí para realizar su trabajo: cerrar aquel capítulo de su vida y de la vida de su familia. Y había algo más. La niña a la que se había visto obligada a renunciar. Si sus circunstancias familiares hubieran sido diferentes, ella habría podido quedársela.

Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora