Capítulo 30: Tu Ayuda

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________ quitó las sábanas de su cama y las hizo una bola entre los brazos. Apenas había dormido en toda la noche y, sobre las cuatro de la mañana, se había rendido por fin y había empezado a recoger sus cosas. No se había llevado mucho, dado que sabía desde el principio que aquello no iba a durar para siempre.

Todo había terminado. Se sentía a la deriva. No había sensación de triunfo por el artículo que había escrito. No sentía que hubiera culminado una tarea. Tan solo sentía un agujero en su interior porque sabía que aquel día se iba a alejar de Law y Rose para siempre. Se había pasado gran parte de la noche anterior pensando en la reacción de Law, en su ira. Por no mencionar lo protector que se había mostrado hacia Rose.

Había sabido que el artículo los afectaría a todos de un modo u otro. Incluso Rose consideraba no lo creería y menos de Rosinante o Cora-san como lo llamaba ella. Saber que aquella situación le haría también daño a la pequeña era lo que más le dolía a ________.

Nunca hubiera deseado hacer sufrir a Rose. Tan solo quería que el mundo viera lo que los hermanos Donquixote era realmente. Y también, tal y como Law había sugerido la noche anterior, tal vez construir una mejor relación con su padre.

Se sobresaltó cuando alguien llamó a la puerta.

–¿Sí?

–Soy yo –respondió Law–. ¿Puedo entrar?

–Por supuesto.

Al ver que él entraba por la puerta, ________ sintió que el cuerpo se le tensaba. Iba vestido con un traje azul oscuro y una camisa y corbata de un suave azul claro. Era el ejemplo perfecto de un Donquixote. El poder y el éxito rezumaban por cada poro de su piel. Parecía cansado y tenía profundas ojeras. ________ sintió una ligera satisfacción al comprobar que, seguramente, él tampoco había descansado bien la noche anterior.

–Mira, sobre lo que hablamos anoche...

–Creo que dejaste muy claros tus deseos. Me marcharé en cuanto Rose esté en el colegio.

–Sí, bueno, ha habido un cambio de planes. Me tengo que ir a Japón para una reunión urgente. Había esperado que Rosinante pudiera quedarse con ella mientras yo estoy fuera para que Rose no sufra cambios en sus horarios, pero él no puede. ¿Te podrías quedar tú al menos hasta que yo regrese?

–Te agradecería que te decidieras –replicó ________ con irritación–. Primero quieres que me vaya y ahora quieres que me quede.

–No se trata de lo que yo quiera, ________. Tú eres la que se ha burlado de nuestro matrimonio y de nuestra familia.

Law sabía muy bien cómo hacerle daño. De mala gana, ________ admitió que se lo merecía.

–Está bien. El tiempo me vendrá bien para organizarme. ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

–Una semana, diez días como máximo. Te aseguro que si hubiera otra persona que pudiera quedarse aquí, no lo dudaría, pero Rose está muy unida a ti y si yo no estoy....

–Me quedaré.

–Gracias –dijo Law. Se dio la vuelta para marcharse, pero volvió de nuevo a girarse para mirarla–. Y no le digas nada a Rose de que nos vamos a separar. Ya me ocuparé yo de eso cuando regrese. ¿Comprendido?

–Comprendido.

________ sintió que se le hacía un nudo en la garganta. Casi no podía respirar y mucho menos hablar. A pesar de que el rostro de Law seguía siendo tan implacable como la noche anterior, en su mirada se veía tormento y dolor. Un tormento y un dolor que ella le había causado.

Law cerró brevemente los ojos y, cuando los abrió, aquellos sentimientos habían desaparecido y se habían visto reemplazados con una resolución que a ella le recordaba mucho a la de Doflamingo.

–Llamaré a Rose esta noche antes de que se vaya a la cama. ________ asintió y observó cómo Law abría la puerta y se marchaba. Esperó hasta que oyó que la puerta principal se cerraba también para recuperar la compostura y bajar la escalera. Se encontró a Rose en la cocina, terminándose sus cereales.

La ama de llaves, Maggie, cantaba alegremente. Aquella parecía otra mañana más, pero ________ sabía muy bien que no lo era.

Law estaba agotado. Desde que salieron de Tokio, el vuelo había sufrido muchas turbulencias. Mientras que eso era algo que normalmente no le preocupaba, los temores de Rose sobre perder a sus padres le habían minado el estado de ánimo y habían supuesto que tuviera muchas ganas de llegar a casa. El chófer le dejó frente a la puerta principal. Law tomó su maleta y entró. La casa estaba muy silenciosa, tanto que no pudo evitar pensar si ________ ya se habría marchado. Sabía que no. Por muy manipuladora que fuera, sabía que jamás abandonaría a Rose. De eso estaba seguro. Oyó un ruido en la escalera. ________.

Al verla, sintió como si le dieran un puñetazo en el estómago. Todas las células de su cuerpo se tensaron. Había echado mucho de menos su conexión física y esa sensación no había aminorado con la distancia. Diez largos días y diez largas noches. Sin embargo, debía acostumbrarse. Ella se iba a marchar muy pronto. De hecho, podría ser que incluso aquel mismo día.

–¿Ya has recogido todas tus cosas? –le preguntó, prescindiendo del saludo habitual.

–No del todo.

Law vio que sus palabras la habían molestado. Mejor. Porque él también estaba molesto. Mientras estuvo en Japón había hablado con su tío y su padre, tratando de conseguir información sobre ________ sin decirle a Doffy exactamente por qué no le podía preguntar directamente a su esposa. Cora-san tampoco le había dicho nada y le había aconsejado que dejara de rodeos y que hablara directamente con ________. ¿Cómo podía decirle a su padre y tío que ________ dejaría de formar muy pronto parte de sus vidas y que todos tendrían que defenderse como familia si el maldito artículo de ________ eran tan destructivo como él sospechaba?

–Ya estoy en casa. No es necesario que te quedes aquí por más tiempo –le espetó.

–Tu Padre va a venir de visita. Mañana. ¿Quieres que me vaya antes o después de que venga?

–Mis preferencias no importan. Evidentemente, él esperará vernos a ambos. Es mejor que te quedes hasta que descubramos qué es lo que quiere.

–Está bien.

Law observó cómo ________ subía la escalera y escuchó un portazo en la planta superior. Entonces tuvo que sentarse en la silla más cercana. Todo aquello era un maldito lío... ¿Y qué era lo que estaba tramando Cora-san con una visita como la que iba a hacerles al día siguiente?




Espero que les guste y  no olviden VOTAR y pasen ami perfil para ver más historias que estoy preparando otra historia con nuestro querido Law.

Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora