Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕

Capítulo 24: Un Hombre Astuto

___________ estaba parada enfrente de la empresa de la familia Donquixote, donde se encontraba Doflamingo. ________ entro y la secretaria le dio el número de piso donde se encontraba el Jefe, _________ subió al ascensor rumbo al piso numero 13 donde se encontraba ese hombre, al llegar toco la puerta, extrañamente no habia una secretaria. La puerta se abrió y vio a ese gran hombre alto con una sonrisa.

– Te estaba esperando

–Gracias por acceder a verme, señor Donquixote.

Doflamingo se obligó a sonreír y una vena en su frente resalto.

–Voy a creer que, en realidad, no eres parte de la familia. _________, si me sigues llamando por mi apellido

La expresión velada que se reflejó en el rostro de ________. ¿Era irritación o tal vez vergüenza? ¿Tal vez otra cosa diferente?

–Lo siento, Doflamingo –se disculpó ________.

–Eso está mejor –comentó con una sonrisa–. Espero que hayas disfrutado de tu vuelo.

–Tener a mi disposición un avión privado no es algo a lo que pueda llegar a acostumbrarme nunca, pero sí, he tenido un vuelo sin incidencias.

–Bien. Pasa y siente cómoda, esta es mi oficina más privada de todas, nadie va molestarnos como mi hermano lo ha hecho y también quiero que me digas sobre qué es este artículo. Debe de ser importante para hacerte venir hasta aqui. La empresa está muy lejos de la ciudad. Y ya sabes que no suelo conceder entrevistas.

–Lo sé, por eso te agradezco mucho que me dediques este tiempo.

–El tiempo es algo muy valioso para mí, así que no hagas que me arrepienta de a ver aceptado, __________.

–¿Acaso no te tiene la agencia de los matrimonios lo suficientemente ocupado?

–Sí, es divertido, aprobar las parejas, pero no tiene nada que ver con el mundo empresarial, por eso, no me dedico 100% a eso, para eso está mi hermano, solo que es un poco torpe por eso también forma parte de ¨Compromisos Perfecto¨.

No le gustaba hablar de sus problemas con su hermano, y mucho menos con el miembro más nuevo de la familia.

–Dime, ¿qué tal está esa mocosa ahora que están ya en la nueva casa? Debe de haber sido un cambio muy grande para todos. Casarse y vivir juntos. Sin embargo, confío en que todo vaya bien; después de todo yo fui quien aprobó el matrimonio, supongo que la mocosa esa es un estorbo para Law y para ti

–La verdad es que no

Doflamingo escuchó cómo ________ le hablaba sobre la niña, estaba serio y sonriendo donde era necesario. Se preguntó si ________ sabía cómo le cambiaba la expresión del rostro cuando hablaba de Rose. El orgullo que había mostrado al explicarle lo valiente que había sido la niña en la excursión al museo y al hablarle de las notas que había sacado. Y después, cómo se suavizaba su rostro cuando le hablaba de Law. Sí. La elección de Rosinante y la aprobación de él había sido la correcta. Había corrido un gran riesgo al confiar a Law a una mujer para quien su carrera parecía ser lo más importante. Había dado un salto de fe.

La tensión que había resultado visible en el rostro de ________ después de regresar de la luna de miel había desaparecido, pero, evidentemente, era una mujer muy ambiciosa. Aquel era un rasgo con el que Doflamingo se identificaba, pero sabía muy bien que la ambición tenía que aplacarse para que no arrebatara por completo toda oportunidad de felicidad de Law.

________ devolvió la conversación a la razón que la había llevado hasta allí.

–Como puedes ver, nuestras vidas tienen mucho ajetreo, pero no más de lo que debió de ser la tuya con una familia mucho más grande y las exigencias de Donquixote Corporation

–Nosotros hacemos lo que haga falta.

–Es cierto, Donflamingo, y sobre eso quería hablarte. Quiero preguntarte sobre las ustedes en el mundo de los negocios, sobre el equilibrio de la vida personal y el trabajo y cómo pudo afectar eso a la toma de decisiones.

–¿Afectar a la toma de decisiones? ¿Te refieres a las emocionales contra las racionales? ¿A ese tipo de cosas?

__________ parecía estar muy incómoda.

–Supongo que sí. Nosotros somos criaturas emocionales, ¿no es así?

–Me estás poniendo a prueba, ¿verdad? –comentó Doflamingo con una risita–. Está bien. Te daré tu entrevista, _________. Te mereces mi respeto por preguntármelo a mí directamente y por haber venido aquí, cara a cara a hacerla. No habría esperado menos de ti.

–¿Qué quieres decir?

–Bueno, sé muy bien los éxitos que has tenido en tu campo, jovencita.

_________ trago saliva al escuchar eso, la habia investigado, lo sabía.

–Debería sentirme halagada de que quieras entrevistarme, que hayas pensando que mi vida es merecedora de inclusión en uno de tus artículos. Sin embargo, tengo que decir que esto es un cambio para ti, ¿verdad?, jamás vas a encontrarte a alguien como yo

__________ se rebulló en su butaca.

–Así es, pero tienes que admitir que es un tema que puede resultar de mucho interés para una gran cantidad de emprendedores.

Doflamingo sonrió. Resultaba evidente que ________ tan solo estaba revelándole la mitad de sus intenciones. Tal vez si le ofrecía su confianza, la convencería de que era verdaderamente parte de la familia. ¿Y si no era así?

Si Doflamingo había calculado mal, ello podría significar que había cometido el primer error grave de toda su vida y que habría puesto en peligro la felicidad de un miembro de su familia que estaba bajo su tutela. Sin embargo, Doflamingo Donquixote no cometía errores. Relajó sus rasgos y sonrió.

–Pregúntame lo que quieras. Luego podremos almorzar juntos para poder conocernos un poquito mejor. ¿Qué dices?

–Sí, está bien.

Doflamingo la vio y sonrió.

–voy a saber qué diablos eres, maldita mocosa – pensó Doflamingo y sonrió – Y por qué estás tan interesada en mi familia.

_________ se preguntó si una mariposa a la que hubieran atrapado en una red se sentiría igual que ella en aquellos momentos. Aquella entrevista no se diferenciaba en nada de cualquier otra que hubiera hecho antes. Entonces, ¿por qué se sentía como si fuera una novata? Era ridículo. Le devolvió la sonrisa a Doflamingo y sacó su bloc de notas y un bolígrafo del bolso.

–¿No utilizas grabadora? –le preguntó.

–Prefiero tomar notas, pero si prefieres que grabe, puedo hacerlo con mi teléfono.

–Una de las razones por las que no suelo conceder entrevistas es porque no me gusta nada que se me cite mal. Al menos si tienes una grabadora, no puede haber errores, ¿verdad?, ¿Sueles cometerlos _______?

_________ desvió la mirada. Había algo en el tono de voz de Doflamingo que la incomodaba. Era como si la estuviera desafiando. Tal vez era tan solo su propio sentimiento lo que hacía que se lo pareciera. Se sacó el teléfono del bolso, lo puso sobre la mesita de café y conectó la grabadora.

–Ya está –dijo tan alegremente como pudo–. Sin errores.

–Así esta mejor. Es un detalle por tu parte que le concedas mis caprichos.

–Después de todo somos familia

–En esta entrevista no

–¿eh?

–Si no te importa, también voy a grabar la entrevista, es por seguridad, los jóvenes como tu suelen ser muy inteligentes.

________ soltó una carcajada.

–Tal vez seas mayor que yo, Doflamingo, pero estoy segura de que eres tan perspicaz como antes.

Miró a Doflamingo a los ojos y vio que se reflejaba un cierto desafío entre ellos.

–La mayoría de la gente haría bien en recordarlo. Ahora, hazme tus preguntas.

Espero que les guste y gracias por el apoyo.🤞🏻🤞🏻💖💖