Law condujo el coche hasta el aparcamiento que había junto al puerto, en el que había filas y filas de barcos amarrados. La descarada exhibición de riqueza que allí había debía de haberla asqueado, pero _________ no pudo evitar pensar cuánta alegría le reportaba cada uno de aquellos barcos tan exclusivos a las personas que los poseían, por no mencionar los trabajos que creaban para construirlos, equiparlos y repararlos.
–Los dos respiramos. Esa es otra cosa –dijo con voz seca.
Tal y como había esperado, Law sonrio de lado.
–Yo habría esperado que tuviéramos mucho más en común que eso – comentó él, riendo, mientras sacaba la cesta y la nevera del maletero del coche y la conducía a ella hacia uno de los muelles, en el que estaba amarrado un imponente yate blanco y azul.
–Es precioso –dijo Peyton mientras señalaba el elegante letrero del nombre del barco.
–Mi primer amor verdadero.
–¿Y el segundo?
Law le ofreció una mano para ayudarla a subir.
–Ya te lo diré –replicó él mientras la miraba a los ojos.
________ sintió que se le hacía un nudo en la garganta y tragó saliva. ¿Se estaba enamorando de ella? Por supuesto que no. Era demasiado pronto. Además, él le había dicho en la boda que no buscaba esa clase de relación. Sin embargo, estaba el beso. El beso la había sorprendido por completo. Había sido un beso maravilloso. Solo pensar en él le hacía apretar los labios como si así pudiera recrear las sensaciones que le había producido.
Siguió a Law por una escotilla, por la que llegaron a una cocina muy bien equipada y a un salón. Ambas estancias quedaban bajo la cubierta. Entonces, él se quitó la camiseta y la dejó sobre una banqueta. Así, tan cerca, con Law vestido con un bañador y unas zapatillas y sin Rose de carabina, _______ casi sintió miedo de lo que podría hacer. ¿Repetir tal vez el beso de aquella mañana? ¿Algo más, como extender la mano y tocarle, descubrir si el tacto de su piel era tan cálido como el de la piel de ella?
–¿Qué te parece si guardo todo? –le sugirió _______–. Tú arranca el barco.
–Claro, pero, antes de que salgamos, ¿podrías ponerme protección solar en la espalda? Esta mañana me puse por el resto del cuerpo.
¿Y no era más fácil que se dejara la camiseta puesta? _________ hizo un gesto de desaprobación con los ojos. Ni siquiera sabía por qué estaba reaccionando así. Ya le había puesto crema en varias ocasiones cuando estaban en la playa, pero eso había sido antes de que se besaran...
–Te prometo que te devolveré el favor –le dijo él mientras le entregaba el bote de crema.
–Yo... Yo creo que no me voy a quitar la camiseta hoy –repuso mientras tomaba el frasco y se echaba una buena cantidad en la mano.
–Eso desde luego que funciona, mientras no te importe la sensación de llevarla mojada a casa después de que hayamos estado buceando.
–¿Bucear?
–Sí, podemos hacer lo que tú quieras, hasta donde tú quieras
Tenía razón. ¿Por qué había tenido que besarla aquella mañana? Lo había cambiado todo. _________ comenzó a frotarle la crema sobre la espalda, extendiéndola por los poderosos y anchos hombros y masajeándola por los largos músculos que le alineaban la espalda. Law estaba completamente inmóvil como una estatua, aparentemente inmune al tacto de las manos de _________.
Por el contrario, las palmas de ella ardían de deseo y ansiaban rodear la cintura hasta llegar al vientre y luego subir por el torso, para bajar luego aún más... Tal vez el beso solo lo había cambiado todo para ella.
Le dio una palmada en el hombro.
–Ya estás.
La se dio la vuelta lentamente. Tal vez no era ________ a única que sentía el calor...
–Quítate la camiseta –le ordenó.
–¿Qué?
–Que te la quites –le volvió a ordenar
Ella lo miró atónita. Sí, había sido una orden. Parecía muy decidido. Por eso, _________ se giró muy lentamente y se quitó la camiseta. El contraste de la loción fría con las cálidas manos de él le hizo contener el aliento cuando Law comenzó a aplicarle la crema sobre la piel.
–Levanta los brazos –le ordenó. Por alguna razón, su voz no sonaba tan firme como antes.
_________ hizo lo que le había pedido y contuvo el aliento cuando notó que él empezaba a aplicarle crema en los costados, casi tocándole los senos. Los pezones se le irguieron inmediatamente y cada nervio de su piel parecía estar respondiendo a las caricias. Entonces, de repente, se detuvo.
–Voy a ir a arrancar el motor y a preparar la salida.
Una vez más, su voz sonaba rara, pero, al menos, él podía hablar. A _________ le faltaban las palabras. Observó el dormitorio que había al fondo. Una enorme cama que se extendía desde una pared hasta la otra de la pequeña estancia. Apartó la mirada y trató de reconducir sus pensamientos. Oyó el sonido de sus pies sobre la cubierta. Seguía sintiendo el efecto que le habían producido las manos de él. Parecía haber prendido una hoguera dentro de ella.
Miró, sin verla, la cesta que estaba aún esperando a que ella la vaciara. Necesitaba moverse, pero era como si estuviera atrapada en una trampa sensual, cautiva por sus propios deseos.
–Dios... aaggrrr
________ se miró en un espejo.
–Deja que pensar en esas cosas tan pervertidas –_________ bajo la mirada –solo es un hombre, puedes resistir a esto.
Una historia cortita, pero espero que les guste, las historia estaré actualizando Lunes, Miercoles Viernes, Sabados.
Espero que les guste y no olviden votar y comparti a gente qu les guste. ❤❤❤❤
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Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕
RomanceEn cuanto ella dijo "sí, quiero", su plan se puso en marcha... Cuando el deseo los atrapo, T/N comenzó a soñar con un futuro al lado de Law. Pero, ¿qué ocurriría cuando sus secretos salieran a la luz? Más de lo que puedas imaginar. Los Personajes qu...