Capítulo 19: Una Sorpresa

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–Pero no quiero ir. ¿Por qué tengo que hacerlo?

_________ escuchó las protestas de Rose mientras bajaba a desayunar. Llevaban una semana en la casa nueva y cada mañana se había producido un nuevo drama.

–Es para que puedas conseguir tu siguiente medalla de guía scout, ¿no? –le respondió Law–. Además, van a ir todas tus amigas. Solo es una noche, Rose y te encanta el museo.

–No voy a ir –insistió Rose con la misma fuerza que la primera vez.

–Claro que vas a ir, jovencita –respondió Law con idéntica determinación.

_________ entraba en la cocina justo en el momento en el que el labio inferior de Rose empezaba a temblar.

–Hola, ¿qué está pasando?

–Law dice que tengo que ir, pero yo no quiero y no voy a ir –dijo Rose con voz temblorosa.

–Claro que va a ir –replicó Law con la voz más firme de lo que _________ le había escuchado nunca.

–A ver, un momento –dijo _________ mientras levantaba las manos–. En primer lugar, Rose, dime a qué viene todo esto.

________ miró a Law para advertirle de que guardara silencio mientras Rose se explicaba.

–Suena muy divertido. ¿Y por qué no quieres ir?

–¿Y si les ocurre algo?

–¿Ocurrir? ¿A qué te refieres?

Rose agachó los hombros y, en ese momento, una lágrima comenzó a deslizársele por la mejilla. ________ se agachó y le agarró las manos.

–¿Lo que les pasó a tus padres?

Rose asintió. _________ la estrechó en los brazos.

–Ay, cariño... Entiendo perfectamente por qué tienes miedo. ¿Te ayudaría a sentirte mejor si te dijera que Law y yo haremos todo lo posible para cuidarnos el uno al otro mientras tú estés fuera? Tal vez podamos hablar con tus monitoras para que nos llamen por la noche. ¿Te ayudaría eso?

–A lo mejor...

__________ miró a Law y él asintió.

–Las llamaré ahora mismo, ¿te parece bien, Rose?

Law salió de la cocina y ________ oyó cómo realizaba la llamada. Se dio cuenta de que aún tenía a Rose entre sus brazos y se percató también de que, aunque había evitado hasta entonces mostrarse afectuosa con la pequeña, le gustaba tenerla entre sus brazos, ser la que le ofrecía consuelo. Se preguntó si los que adoptaron a su hija la consolarían así cuando estuviera sufriendo. Tener a Rose entre sus brazos llenaba un hueco en su interior que no había querido reconocer que existía. Le dio a la niña un último abrazo y la soltó. No se podía permitir caer en esa trampa.

–Está bien, tenemos una reunión después del colegio con una de las monitoras que irá contigo en la excursión –anunció Law cuando volvió a entrar en la cocina–. Juntos, planearemos una estrategia. ¿De acuerdo?

Rose parecía confusa.

–¿Una qué?

_________ le acarició la mejilla a la niña. Ya no tenía que reconfortarla, pero parecía que le resultaba imposible detenerse.

–Nos vamos a reunir para ver cómo podemos conseguir que te sientas segura durante la excursión. No nos gustaría que te perdieras algo que sabemos que te va a encantar.

–¿Y si, a pesar de todo, sigo sin querer ir?

–Bueno, si eso ocurre ya veremos qué hacemos –le dijo _______.

–Venga, enana. Recoge tu mochila. El autobús de la ruta va a llegar dentro de unos minutos –le recordó Law.

Rose tomó su mochila y salió de la cocina. De repente, se detuvo en seco y, tras dar la vuelta, volvió corriendo hacia __________. Le rodeó el cuello con los brazos y le susurró al oído:

–Te quiero.

Antes de que _________ pudiera reaccionar y responder, Rose se había marchado corriendo hacia la puerta con Law pisándole los talones. Le aterraba. No estaba allí para convertirse en la madre de Rose. De hecho, tampoco estaba para convertirse en la esposa de Law. Lo que había planeado hacer les haría daño a los dos. ¿Qué iba a hacer?






Una semana más tarde, se reunieron con todos los padres para despedir el autobús en el que las niñas se iban de excursión. Law apoyó el brazo sobre los hombros de _________ y se alegró de que, por una vez, ella no se apartara. Además, a juzgar por el brillo que había visto en los ojos de su esposa cuando Rose se dio la vuelta en la escalera del autobús para despedirse de ellos, _________ no se mostraba tan indiferente a aquel momento como había tratado de transmitir.

–Estaba pensando que, tal vez, podríamos ir a dar un paseo en coche hoy para almorzar en alguna parte –le murmuró él al oído.

–Me parece una idea estupenda, pero tengo que hacer algunas llamadas.

Asintió. Aquella era una batalla para otro día.

–Está bien. Tal vez en otra ocasión.

Ella se relajó visiblemente.

–Sí, claro. En otra ocasión.

–Te dejaré primero en casa antes de irme a mi despacho un rato.

–Gracias.

Law suspiró. Se dirigieron juntos al coche. Juntos, sí, pero separados también. Nada de roces ni de contacto alguno.

Después de dejarla en casa, se dirigió a las oficinas centrales de Donquixote Hotels & Resorts y se acomodó en su despacho. Trató de concentrarse para poder trabajar, pero fue inútil. En lo único en lo que podía pensar era en _________ y en lo poco que sabía sobre ella. Se dio cuenta de que había alguien que podría ayudarle. Su tio.

Empezó a juguetear con el bolígrafo entre los dedos. Tenía que hacerlo solo. No era propio de él acudir a otra persona cuando tenía un problema. Tomó el teléfono y llamó a su amigo, Sanji. Cuando contestó el teléfono, Law le explicó lo que tenía en mente. Él se mostró encantado de hacerle la compra y le aseguró que lo tendría todo en el frigorífico cuando llegara a casa todo estaría preparado para que solo lo asara. Law colgó satisfecho de que, por fin, tenía un plan.

Llegó a casa y fue a cambiarse. Notó que la puerta del despacho de ________ estaba cerrada, lo que indicaba sin lugar a dudas que ella estaba trabajando en casa. Se puso unos vaqueros y una camiseta y bajó de nuevo para ir a la cocina.

Abrió el frigorífico y, tal y como dijo Sanji le había prometido, allí tenía todo lo que le había encargado. Sacó el pollo y vio que lo preparó con un marinado de miel y romero. Lo salpimentó y lo llevó al exterior para asarlo en la barbacoa. Eso decía una hoja que le habia escrito ya que era una sorpresa que él se coronaria ante ________.

Después, lavó unas patatas y las puso en una cazuela. Después, cortó el calabacín, las setas, las cebollas y los pimientos y los puso en unos pinchos de metal para llevarlos también a la barbacoa antes de que el pollo estuviera preparado. Colocó en un jarrón unas cuantas flores del jardín y puso también un par de velas blancas. Bajó a la bodega a elegir una botella de vino. Volvió a subir y se sorprendió al encontrar a _________ en la cocina.








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Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora