Capítulo 20: El Secreto Más Guardado

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Se sorprendió al encontrar a _________ en la cocina.

–Algo olía muy bien, así que he bajado para ver de qué se trataba.

Law sonrió. La ventana de su despacho quedaba justo encima de la barbacoa. Ese había sido otro motivo adicional para cocinar el pollo en el exterior.

–¿Has comido? –le preguntó él.

–No.

–Bueno, pues te agradará saber que a mí se me da bastante bien la cocina, pero es gracias a un amigo.

Sacó una tabla de madera y se dirigió al frigorífico, del que sacó tentadores manjares para picar un poco hasta que la cena estuviera lista.

–¿Quieres que te lleve algo?

–¿Qué te parece si llevas el vino y las copas?

Law regresó a la cocina después de dejar la tabla sobre la mesa del jardín. ________ se sentó y sirvió el vino. Cuando él regresó, se sentó junto a ella para que los dos estuvieran mirando hacia la vista que tenían.

–Por nosotros –dijo él mientras levantaba su copa.

–Sí, por nosotros...

________ no pareció mostrarse muy entusiasta por el brindis, pero lo hizo de todas formas. Law se lo tomó como una pequeña victoria.

–¿Has avanzado mucho hoy en tu trabajo?

–Sí. Me he pasado gran parte de la tarde recopilando información.

La redacción del artículo viene después.

–Me imagino que te resulta difícil decidir lo que vas a utilizar y lo que debes dejar fuera.

–Sí, puede ser, en especial cuando algún tema te toca de cerca.

________ tomó un trozo de pan y untó un poco de mantequilla. Law vio cómo lo mordía y sintió que el cuerpo se le tensaba al escuchar cómo ella gruñía de gusto.

–Está muy bueno... Prueba un poco.

Así de fácil, ella consiguió desviar la conversación en otra dirección. Law decidió que se lo permitiría por el momento, pero tarde o temprano, ________ se abriría a él y la escucharía. Cuando la cena estuvo preparada, fueron al comedor. Law sabía que ella estaba mucho más relajada. Sentía que ella había permitido que las barreras descendieran ligeramente. Después de cenar, se retiraron al salón. Las vistas eran espectaculares. _________ se sentó en el sofá con un suspiro de felicidad.

–Ha sido una cena verdaderamente deliciosa. Gracias.

–De nada.

Law volvió a llenar las copas de vino y le entregó la suya a _________.

–Todo está muy silencioso sin Rose –comentó ella.

–Se te da muy bien tratar a la niña. Lo estás haciendo genial.

El rostro de _______ se quedó impasible, pero luego sonrió. Law la observó y se dio cuenta de que, cuando sonreía, no había alegría en el gesto.

–Me alegro de que pienses así. A pesar de que hace poco tiempo que ejerces de padre y hermano con ella, tú también lo haces muy bien. Como si no hubiera esfuerzo alguno. A mí lo de ejercer de madre no me sale con naturalidad – comentó mientras se sentaba encima de los pies sobre el sofá.

Law sintió que tenía mucho más que decir, pero que estaba tratando de encontrar las palabras exactas. En vez de obligarla, mantuvo el silencio y observó cómo los sentimientos se le reflejaban en el rostro. Ella respiró profundamente y dejó escapar el aire con lentitud, como si se estuviera preparando para algo realmente importante. Law sintió que su cuerpo se tensaba.

–Yo... –empezó ella. Se aclaró la garganta antes de continuar–. Tuve una hija hace algunos años. La di en adopción.

________ notó que el corazón le latía con fuerza en el pecho. Ya estaba. Había dicho las palabras en voz alta. El secreto que tan solo conocían su padre y el resto de personas implicadas en el nacimiento y adopción de su niña. Se sorprendió al ver que Law no parecía tan escandalizado como se había temido en un principio. De hecho, cuando habló, su voz fue extremadamente amable.

–¿Cuánto tiempo hace de eso?

–Casi diez años.

–Entonces, ¿tu hija tendría aproximadamente la misma edad de Rose? Debe de ser muy difícil para ti. No lo sabía...

–Bueno, no incluí la información en mi solicitud –dijo mientras trataba de aligerar el ambiente–. No es algo de lo que me guste hablar.

Sin embargo, el nudo que tenía en la garganta se le iba haciendo cada vez más grande. Tragó saliva para tratar de aliviarlo, temiendo que se echara a llorar delante de Law. Siempre trataba de mantener sus sentimientos bajo control, pero en aquellos momentos le estaba costando más que de costumbre.

–Era absolutamente perfecta... –consiguió decir, recordando durante un breve instante los rosados labios, el suave cabello rubio y el dulce aroma de la pequeña.

–¿Y su padre? ¿Te apoyó?

–Estaba muerto.

–¿Sabía lo de la niña?

–Era un marine. Murió en una misión. No en combate, sino en un

Accidente que tuvieron. Yo no me enteré hasta un poco después. Cuando me puse en contacto con él para decirle que estaba embarazada y no me contestó, pensé que me estaba evitando. Ya sabes... Estuvo bien mientras duró, pero ahora si te he visto no me acuerdo.

Law se levantó y se sentó junto a ella.

–________, lo siento mucho... ¿Te ayudaron tus padres?

–Mi madre murió cuando yo estaba en el instituto. Mi padre, bueno...

¿Cómo podía ella describir a su padre? Amargado. Enojado. Resentido. Le había dicho que ya era mayorcita para solucionar sus propios problemas. ________ no se dio cuenta de que Law le había tomado la mano, pero el cálido contacto la tranquilizaba.

–Fue un infierno. Yo aún estaba en la universidad, terminando mis estudios. No sabía qué hacer ni a quién acudir. Unas semanas antes de que naciera decidí que, pasara lo que pasara, no me podía quedar con ella. Alguien me dio información sobre la adopción y me decanté por eso.

________ no mencionó el hecho de que elegir esa opción le hizo sentir como si su hija fuera algo que vender y comprar y no un ser humano.

–¿Tienes información sobre tu hija?

–No. Yo no quise. No me pareció que fuera justo darla y esperar seguir formando parte de su vida.

–¿Y si ella desea conocerte algún día?

–Eso dependerá de ella. Su familia adoptiva insistió en ello.

–Parecen buenas personas.

–Ciertamente espero que lo sean y que ella sea feliz.

La voz se le rompió al pronunciar aquella última palabra. Cerró los ojos para sucumbir a los sentimientos que amenazaban con derrumbarla. La razón por la que había tenido bien guardado dentro de sí era su propia subsistencia.

–Law...

–¿Sí?

–¿Me harías el amor?




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Juramento de Venganza - Trafalgar Law & Tú 🍋💖🤞🏻💕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora