Camila Barceló
Abrí los ojos en la oscuridad, pensando que aún era de noche, pero solo me levante un minuto antes que sonara mi alarma, de nuevo había dormido en el estudio, mamá me matará si se entera que dormí de nuevo acá y más aún toda sucia, le da un infarto, me levante pesadamente para quedar sentada en el piso, hasta que pude ver el marco de la puerta que daba a mi estudio, la vida creo que me odia, creo que quiere acabar conmigo antes de tiempo. Ahí estaba esa esbelta figura apoyada con los brazos cruzados, de lejos te das cuenta que está molesta. ¡Mierda!
- Campanita, se que estas trabajando duro para tu exhibición, pero faltan cuatro meses aun, tienes ya muchos cuadros, puedes descansar y lo sabes - uy uy uy al parecer no se encuentra molesta, está preocupada.
- Mami sabes que no lo puedo evitar, si la inspiración viene a mi lo tengo que pintar - me levanté del piso para poder ir al baño por lo menos a lavarme la cara.
- Está bieeeen - dijo ella resignada - pero dime a qué horas te dormiste - preguntó sin más.
- No te gustará la respuesta ¿estás segura de que lo quieres saber? - le dije para que no siguiera preguntando.
- A ver sorpréndeme - ironizó
- Ok, ok, pero a ver, no te enojes ma - dije en advertencia - me dormí hace tres horas nada más - termine diciéndole una pequeña mentira, solo habían sido dos horas por eso era mentira pequeñita.
- Espero que cuando termines el tema de la exhibición te tomes unas bien merecidas vacaciones, ándale ven, ya está el desayuno, hay chilaquiles - escuche los pasos de como se alejaba de mi estudio.
Me cambié de ropa luego de lavarme la cara y los dientes, siempre trataba de tener ropa extra en mi estudio porque sino a mamá le daba ataque de verme sucia y más aún cuando comíamos, camine a la cocina en donde supongo que está Nana con mamá esperándome a desayunar.
Nana fue la primera persona que nos ayudó en la casa cuando venimos y básicamente ella siempre me cuido desde entonces, entonces es mi Nana, mi hermosa Nana, es como una abuela para mi, ellas dos son mis únicos familiares en el mundo bueno también estaba Gus, el más hermoso hombre del mundo, mi mejor amigo de siempre.
- ¡Nana! - grité corriendo como todas las mañanas a besarla y abrazarla.
- Hola mi amor, buenos días algodoncito - dijo ella dándome un beso con mucho amor.
- Nana ya no me llames así, mira que esbelta soy ahora, ya no soy la niña de 9 años con esos cachetotes - dije haciendo puchero.
- Para mi siempre serás mi algodoncito - río ella con dulzura y tomando mi rostro con su dos manos depositando un hermoso beso en mi frente - mira siéntate tu mamá nos preparó unos deliciosos chilaquiles - dijo ella llevándome al desayunador.
- Siempre consintiendo a la princesa verdad mami - dije poniendo una auténtica sonrisa, era de mis comidas favoritas y los de mamá eran espectaculares.
- Así es - dice ella con mucho amor - A ti, a Nana y a Gus siempre los consentiré campanita - dijo ella colocando los platos - ¿Saldrás ahora cariño o te encerras de nuevo? - preguntó ella sentándose a mi lado.
- Mami no soy una persona que vive en cautiverio ¿sabes? saldré con Gus, quiero ir al centro a comer con él, me hace muchísima falta - dije soltando un suspiro, solo escuche como ambas rieron cómo si les hubiese contado el mejor chiste de la vida.
- ¿Es neta Cami? Ayer cenó con nosotros y se fue muy tarde y eso porque él lo quiso así, sabes que hasta puede vivir acá - dijo mamá riendo.
- Oye no te burles de mi, sabes que no me puedo separar de él, pero el muy desgraciado no deja que me apropie de todo su tiempo, es mi mejor amigo ¿Qué espera? siempre quiero todo su tiempo para mi - dije un poco molesta pero haciendo puchero.
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Lienzo
Teen FictionCamila Barceló es una chica con un pasado doloroso, hasta la fecha aún le atormenta la mente, sin embargo con la ayuda de sus seres queridos se ha convertido en una mujer hermosa y excepcional, cumpliendo sus sueños. De un día a otro su vida cambia...