TRECE

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Kurt Richter

El dormir y respetar el sueño de lo demás en lo más sagrado para nosotros, para rendir mejor necesitamos descansar, más aún sabiendo que hay momentos en los que pasamos más de setenta y dos horas despiertos, el momento en el que podemos dormir por unas ocho horas es la gloria, es como un pequeño regalo del dios de la muerte.

Sin embargo, me han despertado de la manera más vil posible, matare a Rolf, me arrojó una garrafa con agua recién sacada de la nevera, maldito, solo puedo pensar en todas las torturas que le puedo hacer en este momento, no estaría mal sacarle un ojo, no creo que necesite los dos para poder funcionar bien.

- ¡¿Pero qué mierda te pasa?! - le grité con furia, vi que traía el móvil en su mano.

- Pregunta Isabella si les gustaría a ti y a la otra bestia ir de paseo con Cami dentro de media hora.

No podía creer lo que estaba escuchando, Isabella quería que acompañáramos a su hija, ¿está loca? Somos los líderes de la mafia alemana, porque nos pediría eso, quizás esta tonta, pero es bueno para nosotros.

- Amm, claro, claro, solo despierto a Randall y estaremos listos en quince minutos, llegaremos en cuarenta y cinco minutos Adler nos acompañara de nuevo.

- Listo, ellos irán Isabella, no te preocupes, la cuidaran con su vida si es necesario, un rasguño y te entrego sus bolas yo mismo, si, jajajajaja, no pienses eso, tal vez les diga jajaja, vale, cuídate, nos vemos en unas horas.

- ¿Qué persona cuerda sale de paseo a esta hora? - pregunte levantándome de la cama.

- Pues ella, además tu no eres quien para hablar de cordura, ya escuchaste un rasguño y les corto las bolas a ambos - amenazó antes de salir de la habitación.

- Todos están locos en verdad.

Camine a la habitación de Randall, esto no sería fácil, tranquilo, relájate, aún eres joven para morir, no has encontrado aun a una hermosa mujer para casarte o por lo menos para follar como los dioses, eres el mayor, eres el mayor, eres el mayor, si, soy el mayor.

- Hermanito, arriba, debemos salir - dije moviéndolo un poco, solo escuche como renegó, esta bien, lo mejor será usar la técnica ancestral de mamá, la misma que usó Rolf conmigo.

Baje a la cocina, abrí la alacena para sacar una jarra, la llené de agua y luego de la nevera saque varios cubos de hielo y los puse dentro de la jarra con agua.

Camine hacia la habitación de nuevo, al entrar puse la guardia alta, le arroje el agua con todo y jarra para poder a velocidad luz tirarme al suelo. Pude escuchar como algo se clavaba en la puerta con mucha fuerza supongo que es la navaja con la que duerme siempre, seguido a eso se escucharon cinco disparos, ya no escuche nada mas, decidí ir por la bestia.

- Vaya que eres un poco violento querido hermanito - mierda, disparó de nuevo, si no me aparto me hubiese dado en el brazo - cuanto amor de hermanos por la mañana - dije con sarcasmo.

- ¿Qué mierda quieres Kurt?, en verdad espero que tengas una muy buena excusa para despertarme - dijo tomando su móvil - ¡SON LAS CINCO Y VEINTE DE LA MAÑANA PEDAZO DE MIERDA!

- Primero calma, segundo debes levantarte y alistarte, saldremos, por último debes estar listo en diez minutos, Camila espera por nosotros para ir a dar un paseo.

- ¿Camila? ¿Camila Barceló? - pregunto incrédulo.

- La mismísima, Isabella le llamó a Rolf para preguntarle si la podíamos acompañar.

- En diez minutos estoy listo.

Salí de su habitación para poder alistarme e irnos lo más rápido posible, ni siquiera nos dijeron adónde iríamos, bueno, es la hija de la mejor abogada de México, supongo que será algo ostentoso, bien, un traje normal estará bien. Ya listo bajé para poder esperar a Randall, pero él ya se encontraba ahí.

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