-- Creo que debemos hablar-- dijo Daniel dos días después. Luego de lo ocurrido en el hospital sabía que Samantha necesitaba tiempo para sanar, tiempo para pensar y recuperarse y aunque en esos dos días estuvo al borde del infarto, se contuvo. Athena le había comentado "accidentalmente" que Samantha se estaba quedando en su casa mientras se recuperaba del todo.
-- Sé que te debo una disculpa-- prosiguió él sentándose ahora junto a ella en el cómodo sofá de la sala de estar y tomando las temblorosas manos de la chica entre las suyas-- No sé qué me pasa contigo que desde que te vi por primera vez en aquella gala benéfica, viraste todo mi controlado mundo de cabezas. Mis sentimientos por ti me han convertido en un hombre impulsivo y sí, siempre me ha gustado tener el control sobre todo pero contigo he podido comprobar que no siempre podemos controlarlo todo. Samantha, desde el primer día en que te vi me obsesioné contigo y ese tiempo que compartimos solo me sirvió para darme cuenta de que te amo. Te amó como nunca pensé que lo haría. Y puede sonar a cliché, pero es la pura realidad. Sé que también sientes algo por mí, y realmente cuando estoy a tu lado hasta se me traban las palabras. Eres la primera mujer que logra ponerme nervioso. Quiero que seas mi mujer, quiero que te cases conmigo.-- soltó a bocajarro-- No tienes que responder ahora-- prosiguió él-- solo quiero que lo pienses.Samantha estaba emocionada y una lágrima escurridiza rodó por su mejilla.
-- Me halaga tu propuesta-- comenzó ella con voz trémula-- Yo... también te amo, no sé cuando comencé a enamorarme de ti y créeme que no quería, ni deseaba hacerlo, eres un hombre, en ocasiones, bastante desesperante-- sonrió con timidez-- pero contra todo pronóstico y luchando contra mí misma y contra todo lo que me hacías sentir, me enamoré de ti; por eso me dolió tanto todo lo que me dijiste. Pero te disculpo, eres un hombre desconfiado y he aprendido en el camino que la confianza se gana con el tiempo y con acciones y realmente tuvimos poco tiempo para conocernos a fondo, por eso no te reprocho nada.Un minúsculo y tenso silencio se apoderó de la habitación para ser interrumpido por un Daniel impaciente.
-- Es ahora cuando viene el "pero"-- comentó él.
-- No lo veas de esa forma-- respondió ella-- Desde que tengo memoria he sido la consentida de papá. Me acostumbré a vivir a costa del trabajo de mis padres y a pesar de haberme graduado con honores en la Universidad nunca ejercí mi verdadera profesión y cuando quise hacerlo después de la muerte de papá no pude.
Daniel la miró arrepentido por ello y se disculpó por haber intervenido en eso también.-- No te lo estoy reprochando-- sonrió Samantha-- Quiero valerme por mí misma, necesito saber si soy buena en lo que estudié realmente. No quiero volver a depender de nadie. Quiero ser una mujer independiente y necesito hacerlo sola. Con esto no quiero decir que no tendré en cuenta tu propuesta, solo necesito un poco de tiempo.
-- Te entiendo-- estuvo de acuerdo Daniel-- Y aunque me gustaría compartir esos momentos contigo y servirte de apoyo, comprendo y respeto tu desición. Y como no me estás dando un no definitivo quiero que tengas esto-- sacó de su bolsillo una pequeña cajita de terciopelo azul oscuro y se la entregó-- Cuando estés lista búscame. Esperaré por ti el tiempo que necesites. -- y dándole un tímido beso en los labios femeninos se despidió.
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Serás mía
RomanceAl morir su padre Samantha Jones quedó en la más profunda miseria. La gran mansión en la que creció había sido hipotecada por su progenitor y estaba a punto de perderla. Daniel Pitt estaba obsesionado con una mujer desde que la vio en aquella gala b...