Eres la novia de Leon Kennedy desde hace tres años y tenían una relación relativamente agradable bajo tu punto de vista.
Leon Kennedy es un agente del gobierno de Norte América quien, antes de conocerte, difícilmente tuvo una relación sentimental después de superar su obsesión por Ada Wong...y tomar unas cuantas botellas de alcohol.
Su relación al inicio era amigable pero distante, Leon no quería volver a enamorarse y terminar nuevamente tirado con el corazón roto. Ya lo aguantó una vez, no lo quiso volver a sufrir.
Pero a medida que te iba conociendo, la barrera de Leon se destruyó y se enamoró de ti por completo, confesando finalmente sus sentimientos de rodillas y con un ramo de rosas a la mano, pidiéndote ser su novia.
Tenían una relación complicada por su trabajo como agente federal, tenían menos tiempo para estar juntos como esperaban, pero de todas maneras aprovechaban al máximo los días que Leon Kennedy tenía libres para disfrutar del amor que Leon Kennedy te daba en todo momento.
Pero el problema para ti no era su trabajo, sino que Leon Kennedy, contrariamente a como te lo imaginabas, no te trataba todo el tiempo como una doncella...sino que la mayor parte del tiempo te cuidaba y quería como a su pequeña niña, algo que te parecía dulce por un lado y por el otro no te hacía especial gracia.
Tus compañeras de trabajo siempre andaban diciendo que eras "la niña consentida" del agente de la DSO, algunas te tenían envidia por ser la novia de todo un galán quien te cuidaba de maravilla, por más que para él fueras "su pequeña", tachándote de presumida cuando jamás lo haces al nivel que ellas critican. Afortunadamente las amigas que tienes en el trabajo te defienden de ellas.
Aunque disfrutabas de lo cariñoso y hasta empalagoso que es Leon contigo, al grado de besarte y abrazarte incluso en medio de tu lugar de trabajo quedándose pegadito a ti cual koala, te molestaba un poco que te sirviera la comida cuando estabas sirviéndote por tu propia cuenta, te cubría con las sábanas para dormir pese a que te gustaba taparte a ti misma, ayudarte con cualquier quehacer por más sencillo que fuera por más que te encantaba demostrarle que podías valer por ti misma.
Tu molestia con su manera de cuidarte que considerabas el hecho de que tuviera que pasarte los vasos que estaban arriba en la alacena por lo chiquita que eras en comparación a él como la gota que derrama el vaso.
Hasta que un día Leon Kennedy terminó dándose cuenta de que no estabas del todo contenta con su relación, por lo que mientras ambos estaban acostados en el sofá, abrazándote cariñosamente y dándote muchos besos en las mejillas, platicó contigo sobre ese asunto.
-T/N, mi pequeña...¿tu...no eres feliz conmigo?-te preguntó con la voz ligeramente quebradiza, ocultando su rostro suavemente en tu cuello.
-¿Por qué lo preguntas?
-Por las muchas veces que te has molestado conmigo por ayudarte y cuidar de ti...yo...solo quiero aclarar esa duda.
-Mi amor, yo soy feliz contigo...pero...
Comenzaste a dudar en decirle la verdad. Por un lado querías ser honesta con él y quitarte la espinita encima para que el problema no se hiciera más grande arruinando la linda relación que tienen, pero tampoco querías herir sus sentimientos siendo tu la única persona con la que Leon mostraba hasta su lado más sensible, siendo super honesto contigo para alivio para él mismo por lo cansado que estaba de ocultar su cansancio por ser el agente más importante de la Casa Blanca y en lugar de desquitarse contigo, se sentía reconfortado por tu afecto y compañía.
-...pero no me gusta mucho que me trates como una niña-le confesaste con voz suave aunque sintiendo un nudo en la garganta-N-no me malinterpretes, te amo con todo mi corazón y te agradezco por todo el amor que me das...solo es algo incomodo que me trates como una niña cuando yo no soy una niña.
Escuchaste a Leon soltar un suspiro de alivio, sonriendo por saber que eres feliz a su lado y por haber sido honesta con él. Temía perderte o perder tu amor, su mayor temor por sus malas experiencias amorosas pasadas.
-Yo solo quiero hacer tu vida más sencilla aunque admito que igual me pasé un poco-comentó Leon abrazándote con más suavidad, repartiendo más besos en tu mejilla y disfrutando de su momento juntos en aquel sofá-Y sé que no eres una niña...pero...eres mi niña, mi preciosa, inteligente y tierna niña-expresó con ternura Leon, dándote caricias mientras sentías algo extraño en tu dedo.
-Aaawww, amor ¿por qué no me lo pediste? Tienes mucha confianza en mi ¿no?-le dijiste aliviada por poder aclarar las cosas con tu pareja y conmovida al observar el anillo de compromiso que puso en tu mano.
-Si, porque tu eres mia...no como objeto, sino como...la luz que tanto necesitaba en mi corazón-declaró Leon con lagrimas de alegría-Mi dulce niña ¿te parece si celebramos nuestra boda el próximo mes?
-Por supuesto, cariño. El solo hecho de casarme contigo me llena de felicidad, te amo con todo mi corazón, Leoncito mío, muchas gracias por estar a mi lado y darme tu amor.
-Al contrario, yo lo te agradezco de todo corazón, me parece maravilloso tenerte como mi ni...mi chica, eres mi felicidad entera, felicidad que...por mucho tiempo creí perdida.
Aquella molestia de que te tratara como a una niña pequeña desapareció después de haber aclarado las cosas con tu hombre, ahora futuro esposo, dándote cuenta de que te estabas ahogando en un vaso de agua porque no era más que la muestra del profundo amor que tu galán siente por ti, quien no tiene miedo alguno de expresarlo en público, incluso delante de las colegas envidiosas, porque a él si le gustaba presumirte como el amor de su vida...a fin de cuentas los padres hacen lo mismo sin importar la edad que tengan sus hijos ¿o no?
-Leoncito.
-Dime-respondió Leon sonriendo, más feliz que nunca por tenerte.
-¿Podrías seguir cuidándome como "tu niña"?-le pediste con una sonrisa.
-Pero a ti no te gusta, no quiero incomodarte y sé de lo que eres capaz de...-se negó Leon antes de que lo interrumpieras con un dulce beso en sus labios.
-Me molestaba porque pensaba que lo hacías por sobreprotegerme como mis padres lo hicieron cuando vivía con ellos y creo que actué de manera infantil en lugar de agradecerte por tanto amor...¿Leon?-miraste sonrojada como Leon besaba con ternura tu mano.
-No hay nada que perdonar, mi pequeña-expresó Leon con voz suave y un poco seductora en lo que seguía acurrucándose a tu lado, ahora en tu pecho y pareciendo un niño, lo cual te hizo sonreír y acariciar su pelo con suavidad-Me gusta poder hablar contigo de lo que sea, no suelo tener casi tiempo para aliviar mi dolor y cansancio, pero tu...eres lo único que necesito para ser feliz, por eso me gusta cuidarte de esa manera...eso y que estoy acostumbrado, Claire me lo repite a cada rato jajaja...aún así ¿estás segura?
-Si, eres el perfecto hombre para mi y tu cariño me llena igualmente de felicidad, mi nene-le confirmaste, antes de apretujar sus mejillas.
-¡Oye, no soy un niño, jaja!-bromeó Leon antes de reír, haciéndote reír también-Así que seguirás siendo mi niña...aunque voy a dejar que seas un poco más independiente de mi.
-¿Te podré pedir ayuda cuando más la necesite, mi amor?-le preguntaste.
-Ya sabes, llama, grita si me necesitas, T/N-prometió Leon.
Leon cumplió con su palabra desde aquella noche a solas, siguiéndote tratando como su "pequeña niña", aún siendo igual de cariñoso y meloso como te gustaba, ayudándote sobre todo cuando se lo pedias con ojitos coquetos incluidos.
Después de tantos fracasos amorosos, Leon estaba muy feliz de tener una esposa que lo amara tanto...como él amaba a su niña.
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Leon Kennedy Fanfics - Por Lucy Ryn
FanficFanfics cortos Leoncito Kennedy x Reader escritos por mi, sin peticiones. Adoro escribir y crear historias, así que desde hace mucho quise escribir mis propios fanfics de Leon Kennedy, mi husbando por excelencia. Espero les gusten aunque sean corto...