53.

12 1 0
                                    

Entramos a la casa, mi padre me dejó en la puerta.

—Lilian — dijo mi padre confundido, se acercó y me abrazó — hola, no esperaba que vinieras.

—Si, vine — dije y me separé.

—Me alegra mucho, ¿Te quedarás toda la vacación? — preguntó.

—Tal vez, no lo sé — dije.

—Dejame llevarte a tu habitación, te cambie a otra — dijo.

—¿Por qué? — pregunté.

—Es que ese cuarto ya es para Harry, ahí se está quedando esta vacación — dijo Sirius.

—¿Pero porque? — volví a preguntar.

—En la habitación de Harry hay un boggart, no sabemos cómo llego ahi — respondió.

—¿Yo donde me quedaré?.

—En una habitación de aquí abajo — dijo.

—Mañana en la mañana me voy de aquí, por eso traje una maleta ligera, Sirius, quiero hablar contigo — dije.

—Lilian — dijo alguien de repente, voltee a ver, era la señora Weasley, quien se acercó directo a abrazarme.

—Señora Weasley, es un gusto volver a verla — dije.

—Te quedarás toda la vacación ¿Verdad? — preguntó.

—No, lamentablemente no, mañana en la mañana me voy — respondí.

—Quedate hasta pasado mañana, Lilian, mañana será navidad, debes quedarte, a demás preparamos regalos para todos, sospeche que vendrías y te preparamos un regalo — insistió.

—Señora lo siento mucho, pero no quiero dejar a mi papá solo en casa, ya sabe mi... tutor, con el tiempo lo he considerado como mi verdadero padre, así que me tengo que ir — dije.

—Esta bien, pero te llevarás tu regalo, y no olvides despedirte mañana — dijo y me volvió a abrazar.

—Si, no olvidaré despedirme — dije sonriendo.

—Esta bien, volveré a la cocina, Lilian, Sirius te llevará a tu cuarto, ya le cambié a un cuarto que está arriba — dijo la señora Weasley.

—Gracias señora — sonreí, ella asintió y se fue —Por lo menos alguien pensó en mi — dije y comencé a subir los escalones.

—¿De qué quieres hablar conmigo, hija? — preguntó.

—Es privado y estoy segura de que en estos pasillos alguien escuchara, vamos a mi cuarto — dije.

Entramos al cuarto, cerré la puerta, saque la carta y se la entregué.

—¿Recuerdas esta carta? — pregunté.

—Si, la escribí hace mucho — respondió.

—Y se la enviaste a Draco, arruinaste mi relación con el único chico que en realidad amo. Disfrutas de arruinar mi vida ¿Verdad? — dije.

—Hija ¿De qué hablas? — preguntó.

—De que llegas a mi vida como si nada, de que me pides que termine con mi novio y después le dices a mi novio que termine conmigo, insultas a mi padre y también rompiste el corazón de mi madre varias veces, ¡Y nunca piensas en nadie! — reclamé.

—No me hables de esa forma, ¡Yo soy tu padre! — grito.

—¡Y yo soy tu hija!, y nunca pensaste en mis sentimientos, no piensas en mí, piensas en Harry, acabas de decirme que mi cuarto se lo diste a Harry — dije — pero ahora no quiero hablar sobre Harry, quiero hablar sobre esa... maldita carta.

Te Seguiré Amando  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora